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Califican a los «políticos» en el Congreso Futuro como parte del problema de la desconfianza democrática Joan Subirats, catedrático catalán en Ciencias Políticas

Califican a los «políticos» en el Congreso Futuro como parte del problema de la desconfianza democrática

Héctor Cossio López
Por : Héctor Cossio López Editor General de El Mostrador
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En el tercer día de exposiciones, el catedrático en Ciencia Política, Joan Subirats, identificó en el trilema de Globalización, Democracia y Soberanía, las tensiones que están haciendo transitar a las sociedades modernas hacia una política del miedo, que ha desplegado Trump y que en Europa, defiende Marine Le Pen, la candidata de extrema derecha en Francia. Para evitarlo, el catedrático fue enfático en señalar que no hay confundir democracia participativa con sustitutoria, o lo público con lo institucional, de modo de evitar delegar en los políticos la resolución de los problemas. Llamó, por tanto, a politizar el cambio de época de mano de los ciudadanos.


En el panel Cuestionamientos de la Gobernabilidad del Congreso Futuro, Joan Subirats, catedrático en Ciencia Política, especialista en temas de gobernanza, gestión pública y en el análisis de políticas públicas, realizó una exposición en que analizó el trilema mundial: globalización, soberanía y democracia.

Para el analista catalán, los problemas del mundo moderno hacen muy poco viable la coexistencia de los tres aspectos. De acuerdo a su perspectiva, si se acoge soberanía y globalización lo que ocurre es que los Estados se terminarían replegando a sus tratados comerciales, que aseguran el flujo de capitales en todas las direcciones, pero terminan afectando negativamente las condiciones democráticas de la gente. Ahora, si se toma el binomio, Democracia y globalización -apunta Subirats- «que sería lo deseable», los estados perderían soberanía.

Ahora si intentamos escoger Democracia y Soberanía – que es lo que está ocurriendo en general en muchos países- el resultado sería un efecto negativo en la globalización, eso, según el experto, es lo que está conllevando a problemas políticos muchos más graves a la humanidad como es la tendencia a perpetuar el miedo y cerrar las fronteras.

«Hay una tendencia en todo el mundo a esto. El triunfo de Trump lo expresa así y dentro de poco habrá elecciones en Francia y Marine Le pen, que es la candidata de la extrema derecha, también plantea cerrar las fronteras, evitar los inmigrantes. Trump plantea acabar con la inmigración y Marine Le Pen, lo mismo, que es mejor cerrar las fronteras, quedarse con los de casa y sacar a los de afuera, esto es totalmente contrario a una globalización que estaba pensada en abrir fronteras no solo a los capitales sino también  a las personas, a la capacidad de movilidad», dice Subirats. «Y esto representa una amenaza».

La complejidad y el constante choque entre estas tres variables de la sociedad actual, del trilema, es lo que ha hecho que aparezca tanto miedo, miedo al cambio, al cambio de época. Para ilustrarlo, Subirast recordó el discurso de despedida del Presidente Barak Obama: «no podemos dejar que el miedo al cambio no haga perder nuestros valores».

En muchos países el miedo a ese cambio está ocupando la agenda mundial, sostiene el intelectual. «Existe incertidumbre, hay sensación de desprotección, eso es lo que a su juicio le abre paso al autoritarismo, a la xenofobia, al rechazo al otro». El blindarse -explica- «en pequeñas verdades, generan expresiones políticas negativas». ¿Qué podemos hacer, a quién podemos culpar?, en parte a nosotros mismos, dice, a nuestro individualismo. «Ayer decía Obama también «os pido que creáis no en que los políticos puedan cambiar las cosas, sino en vuestra capacidad».

En este punto, el analista de políticas públicas fue tajante: «No podemos delegar en los políticos la responsabilidad de cambiar las cosas. Debemos ser nosotros, las personas activas, las que se impliquen en los asuntos que nos competen. No hay que confundir democracia participativa con democracia sustitutoria».

En este análisis en donde en el contexto global existe desconfianza general en sus representantes políticos, el catedrático en Ciencia Política se pregunta: «¿Los políticos actuales son parte de la solución o son parte del problema?». Para mucha gente y cada vez más -sostuvo- los políticos son parte del problema, por lo que instó a regenerar la política, a cambiarla.

¿Cómo lo hacemos? Trabajando, señala, con la propia desconfianza democrática y no confundir lo público con lo institucional.

«La desconfianza democrática nos permite a nosotros que exijamos control, transparencia en los políticos. Pero ¿qué más podemos hacer? Defender la idea de comunidad, recuperar el sentido de solidaridad, no podemos confundir lo público con lo institucional, lo público también es expresión de lo común», dijo en el ex Congreso Nacional, ante la atenta mirada de políticos chilenos, como Guido Girardi, anfitrión del Congreso.

Para alcanzar los objetivos planteados, Subirats recomienda politizar el cambio.

«Con esto me refiero a politizar el cambio de época, me refiero a discutir quien gana y quien pierde, a estar atento a cada uno de los cambios que se produce y no aceptar, por ejemplo, el cambio tecnológico como un cambio técnicamente bueno, si no evitamos que todas las decisiones queden en manos de los dirigentes globales como Google, Apple, Facebook, Amazon y Microsoft», señaló.

La soberanía, es un derecho que hay que reivindicar -sostuvo- pero  no la soberanía de las fronteras, de los espacios políticos, «sino la soberanía del agua, de la energía, recuperar el sentido de comunidad, evitando que cunda el miedo, porque el miedo acaba generando monstruos».

 

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