La cinta de Alicia Scherson y Cristián Jiménez tuvo buena acogida en el Festival de Cine de Rotterdam
Tras el estreno de la cinta basada en un cuento de Alejandro Zambra, la directora de El Futuro, en su cuarta presentación en Roterrdam, mantuvo una amable conversación con público que se interesaba por el contenido doméstico de la cinta.
Alicia Scherson y Cristián Jiménez presentaron su última cinta Vida de Familia en el Festival de Cine de Rotterdam (IFFR), después de haber estrenado en el Festival de Sundance (EEUU) la semana anterior. El Mostrador C+C conversó con los directores en la ciudad al oeste de los Países Bajos tras su estreno, el que calificaron como muy positivo, por la impresión que causó en el público. Para Alicia, es su cuarta participación en IFFR, donde ganó el premio Big Screen -que posibilita la distribución en cines holandeses- con El Futuro en 2013.
Tras la la proyección se generó una conversación entre uno de los programadores del festival, los dos directores chilenos y el público presente en la sala.
A la pregunta si había sido difícil trabajar dirigiendo a dúo, Alicia y Cristián descartaron la presencia de conflictos durante el rodaje y señalaron que el trabajo a cuatro manos, había resultado.
El plan original era que cada día de rodaje uno de los dos fuera quien dirigiera el filme, mientras el otro hacía las observaciones, pero pronto los roles se fueron mezclando. Finalmente, durante el montaje no podían diferenciar quién había dirigido determinada toma. Para los actores fue también una ventaja poder repetir escenas dándole un carácter distinto.
Los directores explicaron al público que la idea fue hacer una película casera, con producción mínima, y que habían comenzado luego de haber terminado ambos producciones internacionales, complejas y exhaustivas. Resultó que Alejandro Zambra, amigo de ambos, también estaba pensando hacer algo en cine y decidieron usar un cuento suyo con un equipo mínimo de conocidos.
La elección de la propia casa de la directora como locación se debió al hecho de que ella, con un bebé que requería su atención, no podía salir cada día a rodaje. Muchas veces, explicó, se mezclaba su vida de familia con la Vida de Familia.
Consultada si era importante para el guión marcar una diferencia en el lenguaje entre Pachi, uno de los personajes de origen popular con los protagonistas del filme que son de clase acomodada, progresista, Scherson explica que «el cuento originalmente se desarrollaba en la Reina, pero lo cambiamos al barrio Yungay, que es donde vivo. El tipo de gente es la misma, pero el entorno es más entretenido, más diverso y da más riqueza al personaje de Pachi que aparte de tener una diferencia generacional con Martín, también tiene una diferencia de clase».
-La forma de de hablar de los dueños de casa es literaria, como rebuscada…
-No creo que el lenguaje de ellos sea muy rebuscado, excepto tal vez cuando Bruno habla de tirarse migas de pan como una cosa “carnavalesca”, palabra que repite más tarde Martín, como burlándose de ese lenguaje.
Hay una escena donde Martín empieza un discurso existencial y Bruno lo para, le dice: pucha que te pusiste intenso. Cada vez que él comienza ese discurso existencial, siempre hay alguien, ya sea Bruno, ya sean las scouts que lo saca, lo cuestiona.
-¿Cómo fue filmar con apoyo del Municipio?
-Pedimos apoyo para que no nos cobraran los permisos por filmar en la calle y luego recibimos un apoyo en publicidad a cambio de entradas. Esto es en el marco del programa Santiago Films Friendly, que aparte de omitir el pago de permisos, te da algunas facilidades, como estacionamiento, logística etc.; la idea es que las ciudades den facilidades para hacer cine.
–¿Y en Sundance qué tal?
Tuvimos muy buenas críticas, siempre en el primer festival en que te presentas recoges las dos o tres críticas que dan la línea de lo que vendrá: Hollywood Reporter, Screen. Ahora esperamos la de Variety. Les ha gustado la película, la han entendido en sus distintas capas de lectura.
