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Condorito la película dirigida por un israelí y que será distribuida por la Twentieth Century Fox

En la cinta, Condorito y su sobrino Coné buscarán rescatar a su suegra Doña Tremebunda, abducida por unos alienígenas. Al mismo tiempo, Yayita debe resistir el cortejo de un insistente Pepe Cortisona, en un guión escrito por Rodrigo Moraes, el argentino Martín Piroyansky y el israelí Ishai Ravid. Entre los actores chilenos que aportarán con su voz estarán Coco Legrand, quien interpreta tanto a Tremebunda como a su esposo Cuasimodo, y Cristián de la Fuente, en la voz de Cortisona.


Todo un desafío ha supuesto para el israelí Alex Orrelle y el peruano Eduardo Schuldt la dirección de «Condorito», el primer largometraje de animación sobre el personaje de cómic del historietista chileno René Ríos, «Pepo» (1911-2000).

El filme, una coproducción de Chile, Argentina, Perú y México, se estrena en octubre de este año, y será distribuida por Twentieth Century Fox. En la película, Condorito y su sobrino Coné buscarán rescatar a su suegra Doña Tremebunda, abducida por unos alienígenas. Al mismo tiempo, Yayita debe resistir el cortejo de un insistente Pepe Cortisona, en un guión escrito por Rodrigo Moraes, el argentino Martín Piroyansky y el israelí Ishai Ravid.

Entre los actores chilenos que aportarán con su voz estarán Coco Legrand, quien interpreta tanto a Tremebunda como a su esposo Cuasimodo, y Cristián de la Fuente, en la voz de Cortisona. El propio Condorito, un personaje de cómic creado en 1949, será interpretado por el actor mexicano Omar Chaparro y Yayita, por la modelo colombiana Jessica Cediel.

El equipo multinacional también incluye a los los productores ejecutivos del filme, los peruanos Hugo Rose y Abraham Vurnbrand, quienes tras muchos tiempo lograron convencer a los poseedores de los derechos en Chile para hacer el film. Fueron ellos quienes trajeron a Orrelle como uno de los directores, tras conocer su trabajo en una de las cintas de la trilogía de Matrix y la película animada Los Increíbles.

«Había trabajado con ellos en varios proyectos menores, no un largometraje, y había una relación con el estudio en Lima», cuenta Orrelle a Cultura + Ciudad. En aquel momento no conocía a Condorito como lector, pero apenas pregunté a mis amigos aquí en Israel que son de Latinoamérica, como Argentina, sobre si lo conocían, dijeron que por supuesto, todos conocían a Condorito. Así que empecé a leer comics de Condorito, buscando en Internet, indagando su origen para entender la cultura y la estampa de este personaje»

Comenzar de cero

Orrelle cuenta que para llegar a la historia de la cinta se dedicó a ver muchos comics, para ver qué tipo de historias había para poder usarlas en el film. Resultó que muchos comics de Condorito son muy cortos, máximo tres o cuatro páginas. Muchas historias eran de una sola imagen», relata.

Esta diversidad de argumentos, a su juicio, explica por qué muchos de sus lectores tienen visiones divergentes sobre su personalidad.

«Todos coinciden en que es creativo y astuto, que no le gusta el trabajo duro, pero en otros temas -como si es ingenuo o no- todos tienen su propia opinión sobre cuál es el universo de Condorito, la relación con su suegra, con Yayita. ¿Es ella realmente leal a él o alguna vez coquetea con Pepe Cortisona para hacerlo sentir celos cuando no le presta suficiente atención?», cuestiona.

Sobre todas estas ideas hubo que tomar decisiones a la hora de determinar cuál era la mejor para hacer un largometraje, «sobre todo una película familiar, que es una gran diferencia, y para construir una historia alrededor de lo que la mayoría de la gente percibe es el mundo de Condorito».

«Creo que lo que haremos dejará satisfecho al 80% de la gente. No se puede satisfacer a todos, especialmente a los fans de Condorito. Algunos se preguntan por qué la película es hecha en Perú y por qué la dirige alguien que no habla español, pero el orgullo que la gente siente por Condorito nos hace ser cineastas muy cuidadosos», asegura.

 

Un filme para ver en familia

Al igual como ocurrió con Los Increíbles, en este caso Orrelle quiso hacer una cinta que «padres e hijos disfruten viendo juntos, con personajes que son divertidos, que te hacen reír o emocionarte en situaciones donde quieres saber qué  pasará ahora. Ése es mi aporte a Condorito y su mundo».

Esto no lo exime de señalar que, efectivamente, es diferente hacer una película para una audiencia latinoamericana que para una anglosajona o europea.

«En América del Norte no hay mucho espacio para algunos temas, como un amor romántico entre un hombre y una mujer, o la competencia entre dos hombres por una mujer, o el tema del matrimonio», explica.

«Son temas espinosos, hace que la película se complique. Creo que en general a los padres norteamericanos no les gusta tener que explicar el amor romántico, el matrimonio o el sexo a sus hijos. En Latinoamérica, en cambio, toda nuestra generación creció leyendo a Condorito, con sus historias de engaños, alcohol y tabaco. Los niños lo leían mientras esperaban el dentista o el peluquero. No es nada nuevo para ellos ni para los niños que están creciendo hoy en Latinoamérica, así que tuvimos un poco más libertad con esos temas».

Eso sí: «Lo que no nos gusta y lo que nos gustaría sacar de Condorito es la desigualdad de la mujer y hacer de ella un objeto para reírse de eso. Quisimos dar un paso adelante, decir, estamos en un mundo moderno, es 2017».

La chilenidad de Condorito

Orrelle también destaca que aunque muchos chilenos se identifiquen con Condorito por rasgos que consideran intrínsecamente locales -como su picardía- en realidad son características de todas las personas.

«Aunque todos estos personajes y situaciones graciosas hayan sido creadas en Chile, resultan familiares porque son humanas», asegura. «Estos personajes y arquetipos aparecen en todas partes del mundo, tal vez especialmente donde hace calor. Este film va a ser un gran éxito en muchos países, no sólo en Chile. En Chile tendrá éxito porque Condorito es parte del país como vuestra bandera, pero también tendrá éxito en el resto de Latinoamérica porque todos sienten ser parte de esa pequeña ciudad (Pelotillehue), y también en Europa y Estados Unidos porque hay ciudades pequeñas en todo el mundo. Y porque siempre todo el mundo conoce a un tipo como Condorito. Y eso es lo que estamos intentando mostrar».

Al mismo tiempo, reconoce que en el cómic hay cosas que son específicamente chilenas. «El diseño de Pelotillehue es de una ciudad pequeña un poco anticuada, un poco europea, como en Chile, con los Andes de fondo, con las cimas nevadas. Parece Chile», admite.

¿Por qué este personaje sigue siendo tan popular después de medio siglo?

«Creo que Pepo, su creador, era muy bueno identificando lo que nos hace reír sobre nosotros mismos. Identificó cómo cada uno de nosotros se siente por dentro, una suerte de conexión, incluso con temas que no son agradables, de las cuales uno se puede reír, de las cuales uno no se siente necesariamente orgulloso. Al hacer este cómic y estos personajes tan simplificados, exagerados, le permite fácilmente a la gente verse reflejados en esos personajes», afirma.

«Uno se puede reír de Ungenio por ser estúpido, pero en el fondo hemos tenido momentos así y nos hemos sentido como él. No es sólo divertido, no se trata sólo de reírse del otro, sino también de sentir una conexión y alivio por no ser el único en pasar por eso. Es algo de la humanidad, algo universal. Creo que Condorito terminará siendo un hermoso embajador de Chile en todo el mundo y todos lo acabarán queriendo, porque es tan humano».

 

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