Publicidad
Vladimir Mayakovski, el poeta y recitador popular de la Revolución Rusa Opinión

Vladimir Mayakovski, el poeta y recitador popular de la Revolución Rusa

De origen georgiano, el “Poeta de la Revolución”, como fue llamado, materializó en su obra las grandes ideas y conceptos, que constituían o debían constituir el arte y la estética de la revolución proletaria. Sin ir más lejos, en su fuero interno, Mayakovski, creía poder consolidar la idea de una estética revolucionaria, así como también, de un arte de vanguardia, nuevo y manifiestamente militante.


Como es de público conocimiento este año se cumplen 100 años desde que en 1917 los bolcheviques, liderados por Lenin, Trotski, y otros, se hicieron del poder en la Rusia zarista de principios del siglo XX.

El hecho, conocido por todos como Revolución Rusa, no sólo fue el derrocamiento de un sistema político, económico y social, obsoleto y abusivo, sino que además, significó el fin de una época y una profunda transformación en los conceptos y valores del arte y la estética de entonces.

Uno de los responsables de esa nueva concepción del arte, que debería acompañar y sustentar a los comunistas en los albores del siglo pasado, durante su largo camino por construir una nueva sociedad, fue sin duda, el poeta Vladímir Mayakovski.

A comienzos del siglo pasado, el partido del proletariado se afianzaba en el control total de Rusia y como tantos otros intelectuales y artistas de la época, Vladimir Mayakovski exaltaba y animaba en sus versos, los nuevos valores de la cruzada humana.

De origen georgiano, el “Poeta de la Revolución”, como fue llamado, materializó en su obra las grandes ideas y conceptos, que constituían o debían constituir el arte y la estética de la revolución proletaria.

Sin ir más lejos, en su fuero interno, Mayakovski, creía poder consolidar la idea de una estética revolucionaria, así como también, de un arte de vanguardia, nuevo y manifiestamente militante. “No sé cómo se juntaron en la cabeza los versos y la revolución”, dice Mayakovski, al mismo tiempo que empieza sus giras ininterrumpidas de conferenciante, agitador y recitador popular.

En el podio, frente a la muchedumbre enardecida, Vladimir Mayakovski exalta y declama las nuevas ideas del arte, la revolución social y el cambio cultural.

En los albores del siglo recién pasado, Vladimir Mayakovski alterna charlas intimas y privadas, con declamaciones artísticas, multitudinarias, poéticas y abiertamente revolucionarias.

Ejemplo de esto último es su poema Orden al Ejército del Arte, en donde el autor de La nube en Pantalones ensalza los ideales de la revolución comunista de comienzos del siglo XX.

A las barricadas de almas y corazones!

Solo quien quema los puentes que va dejando atrás

Es un verdadero comunista.

Aún no ha cantado los días de la revolución.

Sin embargo, al contrario de lo que muchos piensan, los líderes de la revolución bolchevique no veían con buenos ojos la nueva propuesta estética del joven poeta proletario. En tal sentido, el investigador español José Jiménez Frontín, señala: “Mayakovski no encontrará un solo defensor en las esferas oficiales, muy sensibles a su crítica anti burocrática, ni siquiera en Trotsky, el cual encontraba la poesía futurista declamatoria, ampulosa y desordenada”.

Por otra parte, Guillermo de Torre, agrega: “En rigor, Mayakovski no fue, parejamente estimado por los jefes revolucionarios. Bujarin le reprochaba su individualismo y su bohemia. Lunacharsky negó que representara el arte del estado revolucionario. Trotski no gustaba mucho de su poesía y en cuanto a Lenin, se cuenta que un día oyendo recitar un poema de Mayakovski se indignó y abandonó la sala.

No obstante todo lo anterior, Mayakovski se identificaba plenamente con la revolución y su nuevo arte. En su poema llamado Poeta Obrero, se puede leer:

“Quien es más,

El poeta o el perito que da al hombre el buen material,

Iguales,

El corazón es otro motor, el alma es otro ingenio,

Somos parejos compañeros de la masa obrera proletarios de cuerpo y de alma solo juntos hermosearemos el mundo”

Como se puede apreciar, para los revolucionarios rusos en general y para Mayakovski en particular, el nuevo arte proletario y campesino debía tener una real potencia transformadora y revolucionaria.

En esa línea la poesía de Mayakovski, se presentó como un arma de transformación social fundamental, un acto político revolucionario, donde la palabra se asocia al trabajo literario, estético, y artístico, donde el obrero o el campesino, se apropian de los bienes culturales en la construcción de una nueva sociedad.

La gesta revolucionaria de 1917 y sus protagonistas son un tema recurrente y fundamental en el nuevo arte proletario de aquel entonces y en la obra poética de Mayakovski eso se nota.

El investigador español, Guillermo de Torre, sentencia al respecto: “Mayakovski es al cabo el fruto más expresivo de la revolución bolchevique. En su poema dramático de 1918 Misterio Buffo glorifica la revolución de octubre. Dos años después publica 150 millones una suerte de sátira y propaganda revolucionaria invectiva contra el mundo capitalista occidental”.

*Alejandro Rojas. Periodista y Magister en Literatura.

 

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
Publicidad

Tendencias