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«Desarrollo humano y solidario. Nueva ideas para Chile»: Un libro interesante de escasa difusión Libros de actualidad en la crítica de Gonzalo Rojas Sánchez

«Desarrollo humano y solidario. Nueva ideas para Chile»: Un libro interesante de escasa difusión

La entrega de la gente de Ideapaís -como bien lo expresa el editor en el prólogo- trasunta una visión de sociedad que, en seis planos, los autores procuran llevar a medidas concretas, complementando las acciones estatales y las acciones privadas. Lamentablemente, se vuelve a cometer el error de contraponer al Estado (una sociedad perfecta) con el mercado (un procedimiento de toma de decisiones) en vez de confrontar y complementar al Estado, con la persona, con la familia y con los cuerpos intermedios; a pesar de eso, la mayoría de los capítulos ofrecen muy interesantes aportaciones.


Diego Schalper, (editor), Desarrollo humano y solidario. Nueva ideas para Chile, Ideapaís y Hanns Seidel, Santiago, 2017, 432 páginas.

Cada vez que se lee uno de estos libros colectivos sobre proyectos para Chile, la sensación es doble: qué buen esfuerzo el de los autores y con cuán escasa difusión y discusión van a ser respaldados sus textos.

La entrega de la gente de Ideapaís -como bien lo expresa el editor en el prólogo- trasunta una visión de sociedad que, en seis planos, los autores procuran llevar a medidas concretas, complementando las acciones estatales y las acciones privadas. Lamentablemente, se vuelve a cometer el error de contraponer al Estado (una sociedad perfecta) con el mercado (un procedimiento de toma de decisiones) en vez de confrontar y complementar al Estado, con la persona, con la familia y con los cuerpos intermedios; a pesar de eso, la mayoría de los capítulos ofrecen muy interesantes aportaciones.

Dividido en seis grandes áreas, el libro se centra en Chile como entidad sustancial y se analizan las coordenadas que lo conforman y las medidas que lo pueden mejorar en los planos de las seguridades, del futuro, de la sustentabilidad, de la participación, de la justicia y la fraternidad y de la institucionalidad.

Varios de los jóvenes autores han hecho ya aportaciones interesantes con anterioridad y ahora nos proponen sus ideas con mayor rigor y organicidad dentro de un conjunto. Es el caso de Catalina Siles, Tomás Henríquez y Claudio Alvarado. Siles se encarga de la familia y, desde una mirada tradicional, es capaz de sugerir políticas innovadoras y probablemente eficaces, si hubiera paciencia para hacerlas perseverar. Alvarado, por su parte, vuelve a discutir sobre la eventual necesidad de una nueva constitución y entra, una vez más, en la controvertida cuestión de un Estado eventualmente solidario, lo que para los socialcristianos resulta un imperativo, mientras que a los conservadores nos parece no sólo un contrasentido, sino una riesgosa castración de las fuerzas sociales.

Las bibliografía son amplias y serias, tantos en las fuentes documentales como en la literatura especializada, aunque en uno de los capítulos el desorden de la presentación es clamoroso.

Del mismo modo que lo hemos expresado en otras oportunidades, para que estos libros programáticos tengan alguna eficacia, caben sólo tres opciones. O son motivo de seminarios especializados de discusión, o se toma cada capítulo por separado para ciclos de formación de gente joven, o se escriben los libros en respuesta.

El pensamiento social cristiano que estos jóvenes han venido a refrescar -aunque todavía no se animen a constituir un partido propio, lo que tanto bien le haría a Chile- merece esa atención, esa dedicación.

Gonzalo Rojas Sánchez
Profesor Universitario.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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