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Libro «Democracia y neutralización» de Fernando Atria y otros Libros de actualidad en la crítica de Gonzalo Rojas Sánchez

Libro «Democracia y neutralización» de Fernando Atria y otros


Habría bastado un artículo de 20 a 30 páginas, pero como buen profesor (¿bueno?) Fernando Atria ha preferido presentar junto a otros dos autores un libro de algo más de 200 páginas para insistirnos, una y otra vez, en unas pocas ideas.

Capítulo tras capítulo, el lector se encontrará con una célula conceptual estructurada más o menos de la siguiente forma: En Chile hay una crisis constitucional; esa crisis se debe a que está en vigencia una constitución llena de trampas que explicitan una concepción deformada y neutralizada del poder; esas trampas se han trasladado a una cultura, a un modo de ser, a un ethos político, en el que los diversos actores se han neutralizado a sí mismos bajo la idea de los acuerdos o consensos; no rige, por lo tanto el principio democrático por excelencia, que es el de las mayorías y la representación está desfigurada.

Para explicar cada uno de esos elementos los autores proceden de dos formas complementarias. En cada tema, sólo una de ellas salta a la vista, mientras que la otra permanece oculta: es una trampa.

La supuesta crisis constitucional no se explica en el plano de la constitución como texto, sino el plano de los abusos de los que son objeto los ciudadanos. Se intenta tender puentes entre una cosa y la otra, pero permanece sin explicación porqué, siguiendo esa argumentación, todos los malos comportamientos humanos (la violencia intra familiar o entre barras bravas, por ejemplo) podrían ser reconducidos a lo constitucional. Así la constitución sería todo y no sería nada.

Se vuelve a insistir en las trampas, en los cerrojos (tercer libro, al menos, en que se machaca la idea) y se las explica una a una, pero lo que nunca resulta claro para el lector es porqué tantas gentes, durante tanto tiempo, consideran que tantas cosas han resultado bien en medio de tanta trampa y tanto cerrojo. Menos confianza aún tendrá el lector con la reiterada afirmación de que estamos en presencia de una concepción deformada del poder, mientras no se le explique al detalle cuál sería una correcta concepción del poder (bueno, eso está en “El Otro Modelo”, pero no crea usted que ahí queda claro qué distingue al “régimen de lo público” del estatismo ilimitado).

A continuación, los ejemplos de supuesta neutralización están escogidos de modo que el lector concluya, quizás, que ése ha sido el patrón de comportamiento exclusivo o muy mayoritario. Pero cualquier observador atento recordará que muchas veces, efectivamente, se pasó máquina, sin consenso ni acuerdos de ningún tipo. De eso, ni palabra.

Nos explican los autores, además, que el principio democrático de las mayoría apenas ha operado. Aunque no sea cierto, el argumento sería razonable, pero ¿no es también un importante principio democrático el respeto activo por las minorías y por los electores que ellas representan, por la colaboración que ellas pueden prestar al mejoramiento de un proyecto? ¿No es conveniente para la paz social, gran bien democrático, buscar esos acuerdos con las minorías?

Un libro más del autor; un conjunto reiterado de argumentos explícitos y de omisiones intencionadas.

Fernando Atria y otros, Democracia y neutralización, LOM, Santiago, 2017, 208 páginas.

Gonzalo Rojas Sánchez. Profesor Universitario

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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