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El músico que recorrió todo Chile para recopilar el canto guitarrero

Oscar Latorre entrevistó más de 20 artistas para identificar los 62 ritmos diferentes existentes en nuestro país, con influencias de Perú, Bolivia, Chile y España. El próximo 17 de mayo mostrará parte de lo que conoció con su grupo «Así e’ la Cosa» en la sala SCD Bellavista.


Una de las anécdotas que el músico Oscar Latorre vivió durante los 10 años que recorrió Chile recopilando el arte de los maestros guitarreros de nuestro país ocurrió en la Patagonia.

«Estábamos en la estancia de uno de los cultores, tomando mate, abrigadito, calentito, en la casa, conccocina a leña y todo, y de repente me dice, ya, toquemos», recuerda este artista oriundo de Copiapó. «Yo pensaba que íbamos a tocar adentro, cuando me hacen salir, en plena pampa. Tuve que tocar con los dedos helados, pero no me podía achicar».

Fue sólo una de las tantas cosas que vivió durante la investigación sobre los 62 ritmos presentes en Chile, incluido el norte, la zona central, el sur, Chiloé y la Isla de Pascua, para su libro «Guitarra Chilena, método de ritmos tradicionales», ganador del Fondart, que presentó a fines de abril en la sala Isidora Zegers de la Facultad de Artes de la Universidad de Chile.

El próximo miércoles 17 de mayo, parte del resultado de su trabajo se podrá ver en el concierto de su grupo Así e’ la cosa, que actuará en la Sala SCD de Bellavista (Santa Filomena 110), dedicado a hacer música tradicional de las fiestas a la chilena.

Los 62 ritmos

Latorre (1989), licenciado en música de la Universidad de las Américas y académico de la Universidad de Chile, cuenta que este libro surge a partir de la necesidad de plasmar en un material de estudio la diversas formas de ejecución de la guitarra tradicional chilena.

Quiso «dar a conocer la riqueza de la guitarra tradicional, su aporte en la música chilena y que ésta pueda llegar a los lugares mas recónditos de Chile y el mundo».

El libro contiene el desarrollo teórico de 62 ritmos presentes en Chile, que fueron divididos en 5 zonas geográficas (Norte, Centro, Sur, Chiloé, Patagonia y Rapa Nui). A esto, se le suma un material audiovisual que permite facilitar el aprendizaje y la comprensión de los ritmos presentes en el método.

«Esta investigación permitió reencantarme con la diversa y enorme riqueza que presenta la guitarra en nuestro país. Una riqueza inmaterial, pero viva».

Lo sorprendió»principalmente que en esta abundancia de ritmos, cada uno tiene un lenguaje particular y ninguno se ‘toca’ igual que el otro. Uno de los hitos sustanciales de este libro, es el desentrañar la guitarra tradicional chilena, y mostrar en detalle la ejecución de cada ritmo».

Oscar Latorre.

Riqueza inmaterial

Sin duda lo central de esta obra son son los cultores y cultoras, guitarreros y guitarreras chilenas, a quienes no se les toma el peso, y no se les reconoce su gran aporte a la cultura tradicional, en sus palabras. Latorre trabajó con algunos como Calatambo Albarracín, Francisco Astorga, Hector Pavéz, Cecilio Aguilar y Rafael Tepano.

Latorre realizó la recopilación en distintos viajes a lo largo de 10 años. Algunas veces viajó especialmente a conocerlos, mientras en otras ocasiones aprovechaba giros con su grupo para encontrarse con ellos.

«Muchos no podían creer que uno fuera tomar clases con ellos, tan lejos. Muchas veces las familias se impresionaban, los molestaban diciéndoles ‘profe’. No tenían idea de la gran riqueza que manejaban», dice.

Foto en Balmaceda, Patagonia. De izquierda a derecha: Cecilio Aguilar, Oscar Latorre y Manuel Oyarzo.

El músico siempre fue con humildad, porque «uno tiene que ir a las paradas del cultor. Si te invita una botella de vino, te la tomas. Si te invita a almorzar, no puedes decirle que no. No puedes preguntarle qué estás comiendo. Uno come y calle».

Algunos cultores se conocían, otros no. Se dedican a la agricultura, la artesanía, pero pocos sólo a la música.

«En Chile, existen trabajos basados en la tradicional musical chilena, especialmente enfocados en la zona central, principalmente con los toquíos de tonadas y cuecas. Sin embargo lo que busca este libro, es mostrar en plenitud todo el aporte que hace la guitarra en las distintas manifestaciones musicales de la cultura tradicional a lo largo del país», concluye.

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