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La película sobre un escritor tetrapléjico en busca de una sexualidad plena Se exhibe este lunes en la Cineteca Nacional

La película sobre un escritor tetrapléjico en busca de una sexualidad plena

En «Vivir y otras ficciones», un grupo de activistas funda un proyecto de asistencia social que contrata trabajadoras sexuales para ponerlas al servicio de personas con discapacidad. Este film es parte del Festival de Cine Europeo, que se desarrolla hasta el 30 de junio para mostrar la filmografía reciente de 18 países del Viejo Continente.


La película, una obra independiente que se hizo gracias al crowdfunding, es obra del cineasta catalán Jordi Solé (Barcelona, 1968), un especialista en personajes no convencionales, que anteriormente hizo films sobre un taxista ladrón (El taxista ful, 2005) y una chica que exhibe su cuerpo tatuado en un escaparate (Tatawo, 2000).

«Vivir y otras ficciones» lleva casi un año recorriendo el mundo, en eventos de gran prestigio. Se estrenó en la sección oficial del Festival de Cine de San Sebastián y proyectó en Pune (India), Tánger (Marruecos), Goteborg (Suecia), Lecce y Palermo (Italia), Cannes, Nantes y Montpelier (Francia). En Santiago podrá verse este lunes a las 18:15 horas en la Cineteca Nacional.

Es parte del 19. Festival de Cine Europeo, que exhibirá 32 cintas de 18 países del Viejo Continente hasta el 30 de junio, con  documentales, ficción, animaciones, cortometrajes y cine familiar en las ciudades de Antofagasta, Copiapó, La Serena, Valparaíso, Viña del Mar, Santiago, Talca, Concepción, Temuco, Valdivia, Osorno, Puerto Montt, Coyhaique y Punta Arenas.

Una cinta que «te interpela como espectador y como ser humano, y te coloca como espía privilegiado de situaciones ante las que es muy probable que se prefiera mirar de soslayo», según escribió el periodista Javier Ocaña en una crítica del diario El País, que además cuenta con música de Niño de Elche, un reconocido artista del flamenco español.

Una locura mayor

«Vivir y otras dicciones» cuenta la historia de Pepe (Pepe Rovira), un hombre que sale del psiquiátrico tras cumplir una condena por robo.

En las afueras comparte su vida con Antonio, un activista con diversidad funcional que «interpela su mirada sobre la vida, invitándole a reconocerse como anomalía e inventar una locura mayor, para vivir», según la reseña oficial del film.

La obra es descendiente directa de un documental anterior del cineasta, Fake orgasm (2010), una obra centrada en el artista Lazlo Pearlman que, en palabras de Solé, es «una mirada sobre cuerpos no normativos, sobre identidades no hegemónicas, con su lucha por una vida digna de las personas con diversidades funcionales».

Escena de Vivir y otras ficciones

«Resulta inevitable ponerte en su lugar y comprender la brutalidad de la situación de tantas personas que no han tenido las posibilidades para rebelarse frente al gueto de residencias y formas de no vida que tenemos preparados para ‘ellos'», señala en alusión a los personajes «favoritos» de su filmografía, aquellos que -como Antonio- están fuera de los parámetros «normales». «Algo tan cercano y a su vez tan desconocido».

«Me interesan aquellas realidades capaces de cuestionar el pensamiento hegemónico», explica Solé.  «Aquellos discursos, aquellas vidas que desde los márgenes demuestren la fragilidad de lo que se supone, ‘es lo normal’, ‘lo bueno’, ‘lo natural'», afirma.

«No creo en semejante fantasía, que por otra parte no es nada inocente. Me interesa más en cambio ver lo frágil que resultan esas ideas ante las vidas y discursos de quienes no encajan en lo que supuestamente es lo normal».

El cineasta Jordi Solé.

«La vida es diversidad»

Si la película tuviera un mensaje, sería «la vida es diversidad», responde Solé ante la pregunta respectiva.

«Es imposible amar lo humano sin comprender, sin abrazar esa diversidad. Vale la pena tomarse el tiempo para observarlo. Es la única manera de aceptar, de superar la violencia que encierra el miedo a lo desconocido, a lo diferente. Vivir y amar empieza por la comprensión de esa realidad diversa, e impermanente, de la naturaleza y de la humanidad».

Con este film «seguimos generando la admiración de quienes se dan cuenta de la importancia de influir en el relato cultural con películas que hablan de lo que no existe en ese relato. Esta película crea realidad, y eso no hay tantas obras que puedan afirmarlo».

Ann Perello es una de las actrices del film.

Personajes del borde

Pese a lo que uno pudiera pensar, en su obra Solé se resiste a hablar de personajes marginales.

«Yo no hablo de marginalidad, no me interesa ni el término ni la idea que lo sostiene. Hablo de márgenes, y hablo, como ya he dicho, de diversidades. Hablo de márgenes que marginan sobre todo a quienes se sienten inocentemente cómodos y protegidos en el interior de esas barreras mentales», explica.

«Me dan bastante ternura, mi trabajo es ayudarles a comprender que esas barreras se mueven y tarde o temprano te pillan del lado equivocado. Caulquiera puede tener un accidente medular, todos vamos a envejecer, todos necesitamos de todos aunque no sea un discurso que sirva para vender falsas seguridades. Mi cine no hace espectáculo de la marginación, mi cine crea realidad», concluye.

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