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Obra “Croma”: La relatividad de lo que vemos Crítica teatral

Obra “Croma”: La relatividad de lo que vemos

Lo que vemos es el rodaje de un cortometraje en la España de la década del ’80. Vemos pelos escarmenados, ropajes chillones y acentos fuertemente castizos que buscan reflejar una realidad latinoamericana repleta de clichés. Es un rodaje en estudio, con maquetas, efectos de cromas, uso de fondos y un actor que no es latino para simular una realidad forzada e inútil.


El director de “Croma”, David Atencio, ha afirmado en diversas entrevistas que el punto de partida de su montaje se basa en las investigaciones del alemán Josef Albers respecto a la “ilusión cromática”, la condición relativa del color en la cual estos se relacionan entre si cambiando de apariencia según el ojo que los ve.

Es decir, los colores son lo que son dependiendo del color que está lado, de la iluminación y de la mirada del receptor. Es por ello que Albers afirmó que “el color es el más relativo de los medios que emplea el arte”. Esta condición de sobras conocida y estudiada, es llevada por Atencio -en esta obra recientemente presentada en el Teatro Camilo Henríquez dentro del ciclo Teatro Hoy- a los terrenos de la representación escénica, donde todo lo que vemos puede ser algo y a la vez generar una nueva significación dependiendo del observador.

Lo que vemos es el rodaje de un cortometraje en la España de la década del ’80. Vemos pelos escarmenados, ropajes chillones y acentos fuertemente castizos que buscan reflejar una realidad latinoamericana repleta de clichés. Es un rodaje en estudio, con maquetas, efectos de cromas, uso de fondos y un actor que no es latino para simular una realidad forzada e inútil.

Si bien es un punto de partida interesante y que en teoría sugiere múltiples significados en la esfera de lo representacional, la narración se va entrampando porque quiere enfatizar con demasiados elementos su idea de la relatividad de lo que vemos. La historia del backstage del rodaje y sus extravagantes personajes genera una confusión más que hacer avanzar el relato con fluidez, el que logra mayor interés con unos personajes de látex verdes y negros que desde la incomprensión inicial van guiando el sentido hacia un terreno en que se hacen más claras las diferencias de percepción de lo representado.

Si bien estas figuras le dan una liviandad y gracilidad que el punto de partida y el tono del relato en general no tiene, no alcanza para agilizar un relato que se queda entrampado en sus propias disquisiciones conceptuales. La idea del cine como construcción de realidades ilusorias desde la artesanía es un tema interesante de abordar y la manufactura del montaje lo enfatiza con rigor e imaginación, pero la ambición conceptual hace que se le agreguen capas extras que van perdiendo claridad con giros que poco aportan y que terminen confundiendo en la idea inicial que sin duda era muy interesante de abordar.

Croma

Compañía Tercer Abstracto

Dirección: David Atencio

Producción: Viviana Flores

Elenco: Melissa Brandt, Miriam Faivovich, Mateus Fávero, Julio Lobos, Tania Novoa, Gabriel Orrego, Valentina Parada, Patricio Vargas, Eduardo Vásquez, Cecilia Yáñez, Pablo Cisternas

Diseño Integral: John Álvarez, Carla Calzadillas

Audiovisual: Kurt Liebsch, Jorge Valenzuela

Música: Pablo Serey 

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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