La historia, según la diva argentina, habla de «mafias que esclavizan gente, de drogas, de connivencias políticas o simplemente de gente metida en estas redes, aunque haga una vida aparentemente normal, asusta. Tiene un factor que es el miedo, miedo de los personajes que van bajando hasta este submundo, y miedo que uno tiene al verlo, te van llevando»..
Norma Aleandro (Buenos Aires, 1936) es una de las grandes divas del cine argentino. Fue la protagonista de La historia oficial (1985), la primera película argentina en ganar el Óscar a la mejor película extranjera. Por su papel en esa obra obtuvo el premio del Festival de Cannes a la mejor actriz.
Hija de actores, ha hecho de todo: radio, teatro, cine y televisión. También incursionó en Hollywood, en obras como Cousins (1989), One Man’s War (1991) y The City Of Your Final Destination (2009).
Su más reciente papel es en la serie trasandina El jardín de bronce, que actualmente trasmite HBO, y que cuenta una oscura historia que mezcla suspenso, corrupción y tráfico de personas. Fabián Danubio (Joaquín Furriel) es un arquitecto casado con Lila (Romina Paula), cuya hija de cuatro años desaparece misteriosamente camino a un cumpleaños.
«La atracción no es sólo este matrimonio cuya hija ha desaparecido, sino este mundo tan sutil y siniestro que se va develando en la medida en que se va investigando quien puede haber sido el que se la llevó y cuáles fueron sus intenciones, qué background tienen las personas que hacen estas cosas», comenta Aleandro.
La historia habla de «mafias que esclavizan gente, de drogas, de connivencias políticas o simplemente de gente metida en estas redes, aunque haga una vida aparentemente normal, asusta. Tiene un factor que es el miedo, miedo de los personajes que van bajando hasta este submundo, y miedo que uno tiene al verlo, te van llevando».
Contra lo que pudiera creerse en vista de su carrera, Aleandro no tiene un papel protagónico en esta obra. Al contrario, es un papel pequeño, el de Doris, tía de Lila, que esconde un gran secreto que se devela al final de la serie.
«Actualmente no tengo ganas de hacer cualquier cosa, por protagónico que sea el personaje. Si no me convence la historia o quien la va a dirigir o actuar, no lo hago».
De Doris «me atrajo muchas cosas. Una de ellas es que no tengo nada en común con ella. Para crear un personaje, lo mejor que le puede pasar a un actor es estar muy lejos de ese personaje como ser humano, como sentimientos, como actitudes en la vida. Es un riesgo, pero me divierte hacerlo. Me divierte actuar como cuando era chica y me sigue divirtiendo», cuenta la actriz por teléfono desde Buenos Aires.
«Este personaje además es una persona que está viviendo un momento de su vida muy particular, que al final se devela. Todo ese misterio tiene que ver con un secreto bastante terrible. Es una persona con poca empatía con el resto del mundo y tiene que ver su forma de ser, no sólo con la tragedia que lleva encima. Es un ser seco, no le interesa descubrir más cosas de las que ya ha descubierto en la vida, sólo tiene el interés de seguir viviendo un rato más».
Para Aleandro, las series en el mundo están viviendo una época especial.
«Hay producciones difíciles, complejas, metiéndose en historias complicadas, llevándolas a bastantes capítulos, lo cual no es fácil, y a veces a varias temporadas», comenta. «En muchos países están haciendo buenas series y nos llegan a todos, esto es lo interesante. Ver lo que se está haciendo en el mundo y elegir desde tu casa qué vas a ver».
En el caso de El jardín de bronce, la actriz quedó encantada primero con la novela homónima de Gustavo Malajovich y luego con su adaptación para televisión. La producción de la cadena HBO le inspiró confianza y también el director Hernán Goldfrid, con quien había trabajado en la película Música en espera (2009), y quien codirige junto a Pablo Fendrik.
«El elenco también era interesante. Estaba Furriel, Luis Luque, Gerardo Romano, Romina Paula… gente idónea, buenos profesionales, gente acostumbrada a componer personajes».
A la hora de describir la serie con sus propias palabras, la actriz hablar de «una novela negra de suspenso, se desarrolla con gente que es capaz de cosas muy siniestras, y otra gente que las padece, y va cayendo en un infierno sin salida, sin respuestas»,
Este infierno tiene que ver con dos cosas: por un lado, con «secretos muy guardados», y por otro, con una realidad actual como son las «mafias esclavizan gente, y el mercado que hay de gente en el mundo, cómo se maneja, cómo la policía interviene y desde donde, cómo políticamente eso tiene una repercusión en los seres humanos que la padecen directamente, todo este tipo de violencia que estamos viviendo en el mundo».
«No es ciencia ficción, es una realidad llevada por la mano de un buen autor que sabe tomar un tema y meterte en ese infierno e irte contando que hay organizaciones malignas que van ensuciando nuestra sociedad con crímenes, con raptos, con esclavismo, etc», remata.
