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Cultura CTI: la nueva forma para llegar con la ciencia al corazón de las escuelas

Cultura CTI: la nueva forma para llegar con la ciencia al corazón de las escuelas

Se trata de la iniciativa Cultura CTI (Ciencia, Tecnología e Innovación), que actualmente se realiza en la Región de Los Ríos en 15 establecimientos educacionales. Por ejemplo, con la aplicación de un celular alumnos de educación media pueden captar las ondas que genera tocar una guitarra o captar lo que es la aceleración en una pequeña pista de autos.


Un innovador programa para introducir de manera práctica ciencia e innovación en la sala de clase se desarrolla actualmente en la Región de los Ríos. Por ejemplo, con la aplicación de un celular alumnos de educación media pueden captar las ondas que genera tocar una guitarra o captar lo que es la aceleración en una pequeña pista de autos.

Se trata de la iniciativa CULTURA CTI Ciencia, Tecnología e Innovación en el corazón de las escuelas, que en Los Ríos se realiza en 15 establecimientos educacionales, como el Liceo Santa María la Blanca en Valdivia, de una población escolar altamente vulnerable. En 2016 se realizó además en tres colegios de la comuna de San Joaquín.

Cultura CTI Los Ríos es una Iniciativa ejecutada por la Universidad Austral de Chile, impulsada por CONICYT a través de su Programa Explora, Consejo Nacional de Innovación para el Desarrollo, y cuenta con el financiamiento de CORFO a través de su línea Proyectos Especiales para el Mejoramiento del Ecosistema Emprendedor.

Fotografía térmica

Wilson Miranda, por ejemplo, es docente de educación tecnológica. Él implementó una actividad en el aula con fotografía térmica mediante el proyecto «Fotografiando el Universo del calor» en el Liceo N° 1 Honorio Ojeda Valderas de La Unión, muchos de cuyos alumnos vienen de sectores rurales. Trabajó junto a la científica Paola Utreras, física y académica de la Universidad Austral de Chile.

«En pocas instancias una Casa de Estudios llega a los colegios como en este caso. Yo era medio renuente, porque temía que no hubiera resultados, pero fue todo lo contrario. Los chicos se llevan una herramienta que les va a servir», destacó, en temas como el aislamiento de los hogares.

Docentes y científicos co-diseñan un plan de trabajo y de esta forma adecuan los contenidos al currículum escolar que exige el Ministerio de Educación. Desde la Seremi de Educación, Yasna Lobos explica que Cultura CTI “establece lazos de colaboración entre los docentes y científicos,  insta a generar experiencias de aprendizajes innovadoras y desafiantes para los estudiantes, además potencia las habilidades de la indagación, aprender –haciendo, preguntar, resolver situaciones problemáticas, y abrir ventanas de oportunidades, democratizando los espacios de aprendizaje”.

Actualmente el programa CTI está recibiendo propuestas pedagógicas de innovación similares en la región de Coquimbo, con un plazo que vence el próximo martes 18 de julio.

Docentes en Río Bueno.

Robótica y ciclo del agua

Entre los proyectos que hubo el año pasado estuvo la creación de una sonda meteorológica y un ecosistema acuático. Este 2017, profesoras de la Escuela Rural Crucero (Río Bueno) actualizaron sus conocimientos y aprenden sobre la plata forma Arduino y programación junto al Proyecto Robótica Interactiva de la empresa InCrear.

Allí se busca introducir a estudiantes y profesores en el uso de la robótica como un medio que permite desarrollar el aprendizaje a través de la experiencia, el descubrimiento y la indagación.

Otra experiencia hizo la profesora de educación básica Mónica Martínez, del colegio de Cultura y Difusión Artística de La Unión.

«Partimos el año pasado con lo que es la indagación en ciencias, de prebásica a cuarto básico. Los niños tenían que aprender a experimentar, investigando con lo que tenían a su alcance. Se hicieron varios experimentos en cuanto a luz y sonido, con láser y espejos».

Este año, la experiencia continuó con el programa «Entre el arte y la ciencia», con dos cuartos básicos. «Consistía en relacionar la ciencia con el arte, específicamente el ciclo del agua, como evaporación y condensación. Los niños por primera vez fueron a un laboratorio, utilizaron los implementos, como una probeta o un vaso precipitado, hicieron una disertación y se culminó con una salida a terreno, a los Humedales de Trumao».

«Estoy contenta con CTI, fue una buena experiencia, porque a mi curso le costaba la parte empática, el trabajo colaborativo, el escucharnos. Me ayudaron a reforzar esa parte», destaca.

Salida a terreno a los Humedales de Trumao.

Para fomentar la creatividad

El objetivo es adoptar nuevas formas de hacer y aprender, constantemente, para fomentar la creatividad de los estudiantes. Lobos señala que “introducir innovación  en las prácticas educativas, implica reconocer y valorar las experiencias significativas de otros, diseñar colaborativa y articuladamente con profesionales de otras áreas o disciplinas, y estar  convencidos de que todo aprendizaje permitirá mejorar estas prácticas educativas”.

En la visión de Pablo Díaz, director de Fomento Los Ríos, innovar en educación también es fundamental para CORFO en tanto se busca impulsar fuertemente la generación de una economía basada en la capacidad de crear y promover proyectos de innovación y tecnología, “pero para que esto ocurra es necesario un cambio cultural que comience desde etapas muy tempranas de la formación, y la educación juega un rol esencial”.

Díaz explica que Fomento los Ríos apoya iniciativas como Cultura CTI Los Ríos “ya que desde nuestra mirada este Programa es clave en el aporte que hace a la formación de esta cultura. La ciencia, cultura y tecnología van ligadas inevitablemente con la suma de valor y el desarrollo de una economía basada en el conocimiento, Cultura CTI forma a niños y  jóvenes para que tengan mayor disposición a estos desarrollos”.

Ciencia con una tablet

El Liceo Santa María la Blanca en Valdivia, por su parte, desarrolla la iniciativa “El cuento y la cuenta, historias que despiertan científicos” del grupo Acción STEM.

“Este liceo tiene un 80% de vulnerabilidad. Sabiendo eso, el llevar trabajo experimental, ciencia clásica, básica, con tecnología, para los chicos es súper significativo. Más todavía con el trabajo práctico. Como establecimiento es muy importante, porque como no seleccionamos, con Iniciativas como ésta los ‘igualamos’”, explica Claudio Cuevas, profesor de física del establecimiento, que enseña a chicos de primero a cuarto medio de sectores populares como la Corvi, Las Ánimas, Guacamayo y Antilhue.

La iniciativa de Acción STEM busca ejemplificar los contenidos con experiencias de la vida cotidiana en las asignaturas de física, y otras como matemáticas, música, educación física. Su coordinador, Henrique Chevreux cuenta que “se trabaja con experimentos y utilizamos herramientas propias de la vida diaria, como uso de tablet y celulares, pues para ellos son mucho más fáciles de usar de lo que uno puede imaginar”.

En este caso se trabajó con alumnos de primero medio. Para ello, los cursos de 35 alumnos cada uno eran divididos en dos grupos, para aprender teoría y práctica de forma separada. Todos los implementos para la parte práctica -tijeras, cuadernos, calculadoras- fueron proporcionados por CTI. Los alumnos además llevaron una bitácora de sus actividades y en agosto se hará una exposición con todos los trabajos.

«La idea era hacer trabajos prácticos con tecnología que hoy utilizan los chicos, como una tablet. Con ella medimos ondas sonoras, y con una aplicación la graficamos. Entonces el chico no sólo escucha, sino ve que el sonido se transmite a través de ondas, y gráficamente las ve», explica Cuevas. «La idea es hacer algo, de forma práctica, didáctica, distinto a estar en el pizarrón, pasar una fórmula de matemática o sólo dictar una materia».

En otra acción, los estudiantes usaron un acelerómetro. «En el suelo, construimos una pista para un auto de juguete, de un metro y medio. Instalamos mediciones en el suelo -cero, veinte, cuarenta- y con un autito hacíamos una carrera. Cada vez que pasaba por una de las mediciones, un alumno hacía un registro con una aplicación de la tablet. Luego la medición la podíamos ver en un gráfico cuanto se demoró el auto en llegar de 0 a 150. ¿Por qué tu auto se demoró más que el mío o tu gráfico es diferente al mío? Eso analizábamos en grupo. Estos conceptos de velocidad y aceleración, que están en los planes y programas de primero medio, los vimos de forma práctica».

Cuevas tiene 34 años años y ejerce desde hace nueve. «Nunca había enseñado física así. En química es más fácil, llevas bicarbonato de sodio y vinagre y puedes hacer reacciones químicas que los chicos ven. Pero física es más complejo. A los chicos les llamó la atención, porque además los sacamos de la sala y los llevamos a una que habilitamos exclusivamente para este tema. Además muchos de ellos nunca había usado una tablet. Al principio fueron reticentes, pero luego, cuando hicimos la pista, se tiraron al suelo, jugaron con el auto, y empezaron a enganchar».

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