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Žižek en Madrid (Alegato a favor de un Filósofo de estos tiempos) Opinión

Žižek en Madrid (Alegato a favor de un Filósofo de estos tiempos)

Ricardo Espinoza Lolas
Por : Ricardo Espinoza Lolas Doctor en filosofía
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Es interesante lo que ha desatado en los intelectuales españoles y, en especial, los madrileños, el pensador esloveno. Es como su “Bestia Negra”. Y eso se puede ver en cómo lo han atacado, desde una forma infantil, muy visceral y con escasos argumentos. Lo que me queda claro es que muchos (la mayoría) no lo leen o algunos si lo leyeron, hace mucho que ya no lo leen; eso es evidente por lo que dicen de él. A veces la ignorancia es grave y se nota de forma evidente.


Es increíble todo lo que generó la corta presencia de Slavoj Žižek en Madrid (entre un miércoles 28 de junio a un viernes 30 de 2017). He leído todo tipo de comentarios (antes de su llegada, durante y después de…). Y en distintos formatos: desde múltiples posteos de FB a análisis “serios” de connotados intelectuales en el “tristemente célebre”  periódico socialdemócrata español El País, pasando por estudios de todo tipo de intelectuales, inclusos varios amigos, en distintos diarios digitales. Pero lo que más me ha llamado la atención son las cosas realmente disparatadas, ridículas e incluso en el límite de la tontería de lo que se ha dicho sobre Žižek. ¡Son demasiadas!

Es interesante lo que ha desatado en los intelectuales españoles y, en especial, los madrileños, el pensador esloveno. Es como su “Bestia Negra”. Y eso se puede ver en cómo lo han atacado, desde una forma infantil, muy visceral y con escasos argumentos. Lo que me queda claro es que muchos (la mayoría) no lo leen o algunos si lo leyeron, hace mucho que ya no lo leen; eso es evidente por lo que dicen de él. A veces la ignorancia es grave y se nota de forma evidente. Y también me queda bastante claro, la poca lectura de Lacan en España y casi nula lectura de Hegel (no de manual idealista, ni marxista, ni Wikipedia, etc.). Esto imposibilita cualquier diálogo de verdad con Žižek. Es lamentable lo que digo, pero lo veo evidente (por eso se le trata de marxista, sociólogo, psicoanalista, incluso de “populista”, etc.). Es interesante que lo mediático en torno a su figura:  el rockstar, Elvis, relación posible con Lady Gaga, etc. y esas estupideces varias violentan a muchos “académicos universitarios”; los hace a ellos sentirse mal por la excesiva sobreexposición de él. Y, por tanto, no pueden ver a Žižek sin todo esto que se dice o rumorea sobre su persona. También está claro que hay, por decirlo de alguna forma, “videntes” de Žižek por todas partes; estos “videntes”, lo ven por medio de sus conferencias, YouTube, noticias, cine, etc., pero nunca lo han leído. A lo mejor no puede ni terminar de leer un párrafo de algún escrito teórico suyo. Y también están los que lo siguen a todas sus conferencias porque les hace reír (he visto en London a personas que simplemente ven los tics de Žižek  y se echan a reír; así de patético) y otros lo odian porque no les hace reír, por ejemplo, sus chistes groseros. No está demás que grandes intelectuales “Serios”, los innombrables, como diría Slavoj, le tienen una envidia total. Y siempre hay un Lord Voldemort acechando (desde Chomsky en USA a Pardo en España). No olvidemos que Schopenhauer odiaba profundamente a Hegel y por varias razones. Una muy simple era porque Hegel tenía el aula llena de estudiantes y él no. Y además esos estudiantes querían escuchar lo que nadie entendía, esto es, categorías lógicas salpicadas de ejemplos concretos de la realidad socio histórica de Hegel. ¿Les suena parecido? Era el método dialéctico que estaba naciendo por el mismo pensador alemán delante de sus estudiantes y nacía a la altura de los tiempos (siglo XIX). Eso intentaron otros en el siglo XX, como Adorno. Y Žižek lo está haciendo hoy, en el siglo XXI:

Y finalmente lo que es totalmente obvio. Žižek es un provocador y les fue a decir a los madrileños, en su propia ciudad, la cuna de Podemos,  del populismo teorizado para la acción política, del populismo de Laclau Mouffe,  Errejón, coloquemos a Iglesias (para no dejarlo fuera) y tantos más, que No le gusta para nada. Por eso ese juego de volver a pensar el Socialismo Burocrático en pleno Madrid (y ese silencio contra el “populismo” de Laclau). Por si acaso, esto, por lo demás,  Žižek lo postula hace años; ya entre los amigos, en muchas de sus conferencias más políticas, en debates con Varoufakis, por ejemplo, y técnicamente en sus libros más teóricos (los de Hegel, que son casi todos en lo formal desde su tesis doctoral en Paris 8, pero en especial los últimos: Menos que nada, Contragolpe absoluto, etc.). Lo que dice no es nada nuevo.

Sí leen el Prologo a Podemos para la ed. española de Akal de Menos que nada dice: Podemos (con Hegel). Ahí en ese Prólogo hace explícito que no es el pensamiento de Laclau (ni lo nombra como hace siempre), con todo lo que eso significa, lo que tiene que tener a la base teórica Podemos como partido político, sino a Hegel (y tampoco Deleuze, ni Althusser, ni Marx, ni las ciencias, etc.). Si leen ese Prólogo con detención, como hay que leer a Žižek, todo está bien claro. Y con este gran detalle, que les digo, podrán los seguidores de Podemos tener o no una relación con  Žižek, pero de manera sincera. Él hace años que teóricamente no está en el “populismo” y formalmente nunca lo estuvo ni cuando fue muy cercano a su amigo Laclau; tampoco en ese momento, porque  Žižek siempre ha sido hegeliano y no ontólogo como Laclau (ni Heidegger, ni Derrida, ni Schmitt, etc., no los soporta). No le gusta la ontología de ninguna especie: ni de izquierda, ni en el psicoanálisis, ni la de sus amigos y en el “populismo” hay una gran ontología de base. Žižek no ve viable al populismo políticamente; no solamente es inviable para Europa tampoco lo es para Latinoamérica ni para ninguna región del planeta; él está en contra del “populismo”. Ante eso, por ejemplo yo, discuto con él (véase, mi Hegel y las nuevas lógicas del mundo y del Estado. ¿Cómo se es revolucionario hoy?, Akal, 2016) en otros términos teóricos políticos: desde ese Lacan y ese Hegel. Y veo cómo se puede construir no solamente teoría sino praxis hoy, incluso contra él y sin ontología y, por ende, sin “populismo”. Pero, ¿saben? Lo mejor que se puede hacer con Žižek es leerlo de verdad; línea a línea, entre líneas, con detención,  porque  es un Gigante  de nuestra filosofía actual. Y estudia como pocos de los pensadores actuales vivos; su neurosis obsesiva y su enfermedad le obligan a pasar muchas horas “tranquilo” en su hogar  (o “recluido” en hoteles) y eso le permite leer horas y horas al día (cuando muchos duermen, él está leyendo). Y también le posibilita escribir mucho (a veces demasiado). Él dedica largas horas al día al ejercicio de lo que es ser un filósofo “hegeliano”; tarea muy difícil en la actualidad. Y si ud. no está dispuesto a leerlo: ¡No lo lea! ¡No lo haga!, pero no diga leseras. Y no lo lea ya porque le incomoda su estilo, porque lo provoca, porque literalmente no lo entiende cuando lo lee, porque encuentra difícil seguirlo, o no está en una línea teórica política clásica, o porque no es populista, o no es afrancesado, o formalmente tampoco no es anglo ni germano, o porque le teme, o porque es  simplemente Žižek y no puede leer a un autor con un pensamiento propio, o porque le gustan otros: ontólogos, biopolíticos, marxianos, marxistas, socialdemócratas, conservadores, etc.

Yo a él le discuto todo, desde su interpretación de La La Land (Chazelle, 2016) a cómo comprende y usa a Hegel, pasando por su pesimismo revolucionario y su falta de creatividad nietzscheana. Pero yo opté por leerlo y dialogar de verdad con él y no decir estupideces de su filosofía sin haberlo leído, menos de él como persona (es una bella y compleja persona, como muchos de nosotros). ¡Žižek es un Grande!, aunque incomode y violente a muchos Innombrables.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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