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Controvertido artista chino Ai Weiwei visita Chile por primera vez y participará en conversatorio Será este jueves en Las Condes

Controvertido artista chino Ai Weiwei visita Chile por primera vez y participará en conversatorio

El creador hablará en una actividad pública con su colega argentino Sigismond de Vajay sobre diversas temáticas relacionadas con su obra, sus últimos proyectos y la crisis de los refugiados. Aunque su visita es inédita, anteriormente, en 2013, una obra del artista había sido expuesta en el Parque Cultural de Valparaíso en recuerdo a Pablo Neruda, amigo de su padre, el poeta Ai Qing.


El artista chino Ai Weiwei, uno de los más importantes de la escena mundial contemporánea, visitará Chile por primera vez y realizará un conversatorio con su colega suizo-argentino Sigismond de Vajay, este jueves en la sede de CorpArtes en la comuna de Las Condes.

Ai Weiwei (1957) hablará sobre diversas temáticas relacionadas con su obra. También conversará sobre sus últimos proyectos y sobre temas relacionados con la crisis de los refugiados, es decir, sobre las condiciones de la humanidad actual.

Obra de Ai Weiwei dedicada a los refugiados

El encuentro será a las 20:30. Funcionaba con inscripción previa en la página www.corpartes.cl, pero actualmente los cupos están agotados.

El creador vendrá a Chile en una visita fugaz desde Buenos Aires, donde está preparando su primera restrospectiva en la región que se inaugurará el 18 de  noviembre en la Fundación Proa. También visitará Brasil.

“Este conversatorio público es muy relevante porque tiene como invitado a uno de los artistas contemporáneos más importantes, especialmente por el significado social que le da a su arte. Esta actividad se alinea plenamente con lo que buscamos como fundación, que es promover espacios culturales de calidad y hacerlos accesible a todo público”, comenta Francisca Florenzano, directora ejecutiva de CorpArtes.

El vínculo con Neruda

Se trata de uno de los artistas contemporáneos más influyentes y controvertidos del mundo. Comprometido con diversas causas sociales, el artista conceptual es también un activista político que extiende su práctica artística a muchos ámbitos: documentales, fotografía, escritura, escultura, arquitectura e instalaciones. Indaga también en la herencia milenaria de China, a la vez que dialoga con la realidad geopolítica contemporánea. Ha expuesto en los principales museos del mundo y ganado importantes premios, y vivió muchos años en Estados Unidos.

Aunque su visita es inédita, anteriormente, en 2013, una obra del artista había sido expuesta en nuestro país. Ese año Ai Weiwei realizó una obra para la muestra que tuvo lugar en el Parque Cultural de Valparaíso, “Of Bridges & Borders” titulada To Pablo, una exposición que fue justamente curada por Vajay.

Consistía en un lienzo de gran escala que incluía un verso del poema “Cabo de Chile”, escrito por Ai Qing, padre de Weiwei y amigo del poeta Pablo Neruda.

Ai Qing acogió a Neruda en sus reiteradas visitas a China durante la década de 1950. Estos encuentros dieron lugar a un vínculo de admiración y amistad entre los dos poetas. To Pablo hablaba de puentes, de fronteras, de poesía y de libertad.

Mural de Ai en Valparaíso.

Humanidad y conciencia

Este martes, Ai señaló en Buenos Aires que sólo tiene un miedo: que la humanidad pierda su «conciencia» y las personas dejen de ofrecer formas diferentes de pensar a los demás.

«Mi materia prima es la vida. La vida le da la definición al arte, especialmente al mío», contó Ai (1957) en un evento ante los medios de comunicación realizado en la Fundación Proa.

Los otros dos fundamentos de su obra son «la memoria» -que lo llevó a seguir los pasos de su padre, el poeta Ai Qing, quien, como él, sufrió la persecución del gobierno chino- y el descubrimiento del mundo, ya que, para él, «cada segundo tenemos una realidad nueva» que puede ser contada o denunciada.

Como artista, considera que es su «obligación» poder expresarse y por eso se ha convertido en un fuerte crítico de los ataques a los derechos humanos y la libertad de expresión por parte del régimen de su país.

Ai en la conferencia de prensa del martes en Buenos Aires.

En prisión

Esta postura causó que fuera vigilado durante años. En 2011, llegó a estar tres meses detenido.

«China es un Estado sin comunidad, sin ONGs, sin conexiones sociales. Es muy difícil tratar de iniciar un movimiento», aunque, apuntó, internet ha ayudado a romper esas barreras, ya que, a su juicio, si cuentas con la atención de miles de personas, la «autoridad» duda si censurarte o no.

Pese a que su «sueño» siempre fue que la realidad cambie en el país asiático, admitió que «hay que afrontar la realidad» y transformar esa sociedad es «muy difícil» porque, primero, tiene que estar «preparada» para ello.

Trump y China

Asimismo, Ai opinó que desde la llegada a la Presidencia de Donald Trump, Estados Unidos y China están «cada vez más cerca» y, de hecho, afirmó, al menos a nivel empresarial, esto ya es un hecho.

En ese sentido, consideró que los poderes políticos y económicos de todo el mundo permanecen unidos y, por ello, «ya no se sabe quién es el dueño de cada cosa» y es «muy complicado» separar, por ejemplo, las dictaduras del capitalismo.

El disidente chino es reconocido por su labor con los refugiados -temática en la que se centra el documental «Human Flow» con el que competirá en el festival de Venecia- y, por eso, aunque nunca tuvo la «ilusión» de transformar la realidad con su trabajo, está convencido de que el arte permite a las personas transmitir sus sentimientos en libertad y hace que «la humanidad sea más poderosa».

Arte contemporáneo

En su caso, según contó este martes, lo único que quiere es crear a su manera y «romper los límites», sobre todo los del arte contemporáneo, del que criticó que está dirigido a las «élites» y deja de lado al resto del público.

Con todo esto en mente, su obra llegará el próximo noviembre a Buenos Aires, un trabajo para el que todavía tiene que prepararse, según dijo en el acto en la Fundación Proa, en el que estuvo acompañado de la directora del centro, Adriana Rosenberg, y el curador de la futura muestra, el brasileño Marcello Dantas.

«La gente piensa que los artistas pueden elegir qué exponen», señaló. Por ese motivo, tras permanecer estos tres días en la capital argentina, continuará su viaje además por Brasil con el fin de obtener una visión más completa de la cultura, las tradiciones y la gente de la región y así poder poner en marcha su exposición.

Según dijo, Ai también ve su primera visita a Latinoamérica como una «oportunidad» para recordar junto a su propio hijo a su padre, quien mantenía un vínculo personal con la región debido a su amistad con el poeta chileno Pablo Neruda y con el que, lamentó, nunca pudo viajar a ningún sitio.

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