Publicidad
«Un viaje a la ideas», el libro del matemático Andrés Navas: «Me interesaba escribir para ayudar a llenar un vacío cultural en Chile» El libro contiene una buena parte de las columnas matemáticas publicadas por el autor en El Mostrador

«Un viaje a la ideas», el libro del matemático Andrés Navas: «Me interesaba escribir para ayudar a llenar un vacío cultural en Chile»

Esta obra «puede interesar desde un investigador profesional en matemática a una persona que no tenga ninguna relación con esta ciencia: ambos pueden extraer contenidos interesantes de él. Hay material que relaciona la matemática con la historia universal, historia de Chile, política y derechos humanos, política científica, deporte, datos ‘freak’, etc. Difícilmente alguien pueda quedar indiferente a todo lo que hay allí», dice su autor.


Un libro que mezcla cosas tan disímiles como fútbol, la bandera chilena e historia griega es «Un Viaje a las Ideas. 33 historias matemáticas asombrosas» (Editorial Planeta), el más reciente libro del académico y matemático Andrés Navas (Santiago de Chile, 1976).

Escrita de forma amena y con muchas ilustraciones, la obra de 33 capítulos aborda cuestiones de historia, ciencia, política, arte y cultura, de la mano de este profesor de la Universidad de Santiago y ganador de los premios MCA (2013) y Umalca (2016).

No sólo habla de casos emblemáticos de mujeres matemáticas a las que simplemente se les prohibió avanzar en su carrera (Sophie Germain, Sofía Kovalévskaya, Emmy Noether), sino también de la historia de Ramanujan («el genio pobre hindú») o la de Ramón Picarte, el primer científico chileno, que no fue financiado por Chile y tuvo que ir con sus propios medios a presentar su obra a Francia, según cuenta su autor. Un libro donde ni siquiera el número «33» es casual.

«Fue una decisión un poco impensada, pero que tiene mucho sentido. En algún momento sentí que debía cerrar el libro, y un poco en broma decidí hacerlo con 33 capítulos, el mismo número de los mineros rescatados. Sucede que el libro es muy chileno. Se narran historias muy poco conocidas de nuestra historia científica. De alguna manera, busca sitiar a nuestro país en un contexto internacional, y hacer que nuestros jóvenes se sientan partícipes desde nuestro territorio de una obra que es colectiva y universal», dice Navas.

Una obra que como bonus track además consta de una introducción que es una suerte de declaración de principios sobre la divulgación científica, y un epílogo que funciona como mini-ensayo sobre la matemática misma.

Llenar vacío cultural

Muchos de los textos fueron publicado originalmente en El Mostrador, luego de replicar en 2014 una columna de Navas sobre el brasileño Artur Avila, ganador de la medalla Fields, el «Nobel» de Matemática.

«Me quedó entonces rondando la idea de comenzar a escribir matemática en este medio. Además, pensé que era una suerte de responsabilidad mía tratar de aportar desde mi campo de conocimiento tras constatar que numerosas personas con dudosa formación académica y cuestionable capacidad de análisis se han tomado muchos medios importantes de opinión pública, todo esto frente a la pasividad del mundo académico», comenta el autor, cuyas elucubraciones pueden debatirse en el fanpage «Un viaje a la ideas».

«Me interesaba escribir para ayudar a llenar un vacío cultural en Chile. Este es el primer libro de matemática escrito para público amplio en el país. Es el libro que me hubiese gustado leer cuando tenía 15 años, y en parte lo escribí pensando en los jóvenes interesados en el tema», incluidos sus hijos, dice.

Para todos los gustos

Tal como Navas señala en la introducción del libro, hay capítulos para todos los gustos e intereses, que se pueden leer en distintos niveles de profundidad. Hay muchos que son utilizables en aulas de escuela, como «Cortando y pegando (y comiendo) chocolate», «Platón, Arquímedes y la Cachaña», «Formas de Multiplicar en Casa» o «Siete problemas inocentes que nadie ha podido resolver aún».

«Este libro puede interesar desde un investigador profesional en matemática a una persona que no tenga ninguna relación con esta ciencia: ambos pueden extraer contenidos interesantes de él. Hay material que relaciona la matemática con la historia universal, historia de Chile, política y derechos humanos, política científica, deporte, datos ‘freak’, etc. Difícilmente alguien pueda quedar indiferente a todo lo que hay allí».

Entre los 33 textos, Navas cree que el capítulo mejor logrado (por su concisión y claridad conceptual) es «Reflexiones sobre una mesa coja», que habla de topología, mientras el más potente sería «La dimensión hermosa y desconocida de la primera bandera de Chile«, «no sólo por lo sorprendente de la historia, sino por todo el trabajo de investigación que hay por detrás».

El más impresionante por la historia misma que narra es «El Congreso de Matemática de Catapilco», que narra ese evento organizado en 1984 en plena dictadura militar en la localidad de la Quinta Región por un matemático relegado, Douglas Fuenteseca, de la Universidad de Antofagasta. El profesor había sido castigado por recolectar dinero para un grupo de estudiantes cuyo casino fue cerrado en represalia por sus protestas que exigían democracia.

El evento debió sortear toda clase de inconvenientes burocráticos -como el famoso permiso que se requería para una reunión de más de dos personas, en este caso otorgado por la Gobernación Marítima de la época- además de la vigilancia propia de la CNI, además de los despidos que por su participación sufrieron algunos asistentes después del congreso.

«Me parece una historia extraordinaria, y me encantaría que algún cineasta la leyera e hiciera un documental sobre este suceso notable», comenta Navas.

Por cierto, faltaron historias. «Faltó una sobre Gunther Uhlman, el quillotano que es autoridad mundial en el tema de los ‘problemas inversos’. Y una sobre la iraní Maryam Mirzakhani, que lamentablemente acaba de fallecer víctima de un cáncer. ¿Temas para un ‘Segundo Viaje a las Ideas’? Puede ser…».

Publicidad

Tendencias