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El valor del trabajo en red de los teatros Opinión

El valor del trabajo en red de los teatros

Alejandra Martí Olbrich
Por : Alejandra Martí Olbrich Directora Ejecutiva de Opera Latinoamérica
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Ópera Latinoamérica, la Asociación que reúne a los teatros líricos más importantes de Latinoamérica y recientemente de España,  celebrará sus 10 años con dos importantes hitos: la instalación de su sede y figura jurídica en Santiago, Capital Cultural, y la celebración en Bogotá en septiembre de sus 10 años, contando por primera vez con la presencia de los Ministerios de Cultura de la Alianza del Pacífico además de Argentina y Brasil


La competitividad y desconfianza entre organizaciones pares suele ser la tónica en el mundo empresarial. En el mundo de las industrias culturales en cambio, la asociatividad permite avanzar, hacer sinergias y lograr resultados que de forma aislada serían inalcanzables.

Cuando en 2010 se construyó el Teatro Las Condes, la opinión generalizada fue: “será el fin del Teatro Municipal de Santiago” y “todo el público dejará de asistir”. Lo mismo se pensó en 2014 con el nacimiento de Corpartes. Las mismas opiniones surgirán cuando se inaugure la Sala Grande del GAM. A mi juicio, conclusiones apresuradas para una ciudad de 7 millones de habitantes, que día a día demanda más cultura. Chile es un país que tiene cifras récord de asistencia a exposiciones como las de Andy Warhol o Yayoi Kusama y que año a año suma más espectadores a eventos masivos como Santiago a Mil y el Día del Patrimonio. En 1857 cuando se construyó el Teatro Municipal de Santiago,  la ciudad capital tenía sólo 60.000 habitantes.

Afortunadamente, el ámbito cultural internacional se va a la delantera en el trabajo en red y en fomentar la asociatividad, incluyendo esta práctica como parte del modelo de negocio. Un buen ejemplo son las asociaciones de teatros que gracias a un esfuerzo sectorial han logrado que el “modus operandi” sea la transferencia de buenas prácticas, los intercambios de profesionales, la coproducción de espectáculos y un continuo aprovechamiento de los avances tecnológicos.

Ópera Latinoamérica, la Asociación que reúne a los teatros líricos más importantes de Latinoamérica y recientemente de España,  celebrará sus 10 años con dos importantes hitos: la instalación de su sede y figura jurídica en Santiago, Capital Cultural, y la celebración en Bogotá en septiembre de sus 10 años, contando por primera vez con la presencia de los Ministerios de Cultura de la Alianza del Pacífico además de Argentina y Brasil.  Durante 10 años, ha desarrollado más de 20 encuentros reuniendo a cientos de directivos y fomentando más de 60 co-producciones.

La instalación definitiva de su sede y figura jurídica en Santiago, constituye un reconocimiento para Chile y una oportunidad única para visibilizar la gestión teatral a nivel internacional. En Chile hoy, el Gobierno, municipios y privados tienen en sus manos la administración de más de 15 teatros sobre 800 butacas y cientos de centros culturales.  Suma no despreciable para un país de 17 millones de habitantes.  Urge más que nunca desarrollar un sistema colaborativo entre esta red de teatros para aprovechar las economías de escala. La producción de un espectáculo escénico es costosa y requiere de la participación de muchos artistas. Ejemplos exitosos son los teatros europeos y norteamericanos, que realizan prácticamente todos sus espectáculos en coproducción entre tres o cuatro instituciones.

Por otro lado, el Encuentro en la ciudad de Bogotá contará por primera vez con la presencia de los Ministerios de Cultura. Situación que representa una oportunidad de establecer vínculos y presencia en las más recientes políticas de desarrollo de la Economía Creativa, mostrando el aporte que los teatros hacen, por ejemplo, en la generación de empleos.  Por esto mismo, es una necesidad estratégica para estos centros la implementación de innovadores modelos de gestión que generen sustentabilidad y nuevas fuentes de financiamiento.  Son muchos los emprendimientos que se pueden asociar como el turismo y gastronomía; programas para el mundo corporativo y educativo; desarrollo de crowfunding para la comisión de nuevas obras, entre otras.  De esta manera, al diversificar las fuentes de ingreso, más allá de las subvenciones estatales, donaciones de privados y venta de entradas, se evita el riesgo de depender financieramente de canales únicos.  Ejemplos concretos de casos  exitosos son el Metropolitan Opera House, con su franquicia de transmisiones en directo de su temporada, o la Compañía inglesa Opera Story, quien por medio del crowfunding logró comisionar su primera ópera Snow.

Por medio de una buena gestión, un teatro o centro cultural es capaz de lograr transformar la faz de una ciudad por su atractivo turístico y oferta de espectáculos.  Definitivamente, el apoyo a nuestra red cultural, tanto desde el mundo público y privado es necesario. Permitirá a Chile generar desarrollo económico y social en nuestra nación, y, por qué no, transformar a nuestro país en un futuro líder cultural de la Región.

Alejandra Martí Olbrich, Directora Ejecutiva Ópera Latinoamérica

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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