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Director de “Máquina Voladora”: “Tiene que ver con tener sueños y enfrentarse a la rigidez de la sociedad”

El último trabajo del director chileno, quien se adjudicó el Premio Especial del Jurado de la competencia nacional en el Festival Internacional de Documentales de Santiago (FIDOCS) 2016, narra la historia de un hombre que tras un importante accidente automovilístico debe enfrentar una severa amnesia. Asimismo, debe lidiar con la presión de actuar como adulto nuevamente, sin perder de vista una particular meta: construir una máquina que le permita volar.


El próximo jueves 21 de septiembre se estrenará en las diferentes salas de cine independiente el documental “Máquina Voladora” del director chileno Vicente Barros. La película, que inició su proceso de registro durante el 2013, narra la historia de vida de Rolf Behncke, un hombre de 35 años que luego de un violento automovilístico que tuvo por consecuencia la pérdida de memoria, debe iniciar un largo camino en la reconstrucción de su identidad.

Barros, realizador de cine y TV de la Universidad de Chile, explica que el filme surgió producto de una investigación que, en ese entonces, realizaba para un proyecto televisivo que finalmente no vio la luz. “Ahí conocí a este personaje, pero me di cuenta que su visión no tenía que ver con la excentricidad sino que había algo más. Junto a Tomás Vicuña, lo empezamos a grabar y a medida que esto avanzó, pudimos notar que Rolf era una especie de barril sin fondo. Le pasaban un montón de cosas y supimos que podríamos abordar diversos temas a partir de este personaje”.

El también autor de “Espera” (2009) y “Perdida Hija de Perra” (2010), comenta que el relato central es completamente real. “En determinado momento nos enteramos que Rolf tenía, simultáneamente, dos pololas y ambas, estaban embarazadas. Supimos que sería un evento importante en su vida y que cambiaría por completo su esquema mental, la sociedad esperaría otras cosas de él, sus expectativas y lo que él sentía que tenía que ser. Ahí fue cuando nos decidimos a hacer la película”, dijo.

Rolf y el accidente

Según Barros, el accidente que hace 12 años protagonizó Rolf Behncke, es fundamental para entender quién es, pues dicho acontecimiento fue lo que cambió realmente su estructura mental. “Rolf tiene una gran libertad creativa, es decir, él inventaba cosas fuera la estructuras narrativas que el común de la gente tiene internalizadas, debido al constante consumo cultura. En cambio, él narraba historias sin ningún tipo de regla e interpretaba su propio accidente desde esa libertad que escapaba del guión y tenía cierto nivel de poesía o locura”.

El ganador del Festival de Cine de Iquique 2011 detalla que el mensaje del documental se entrecruza con la visión que el protagonista del relato tiene de la vida, que desde su perspectiva, “es una cosa súper única porque lo que le sucedió a él es muy extraño, lo que ha hecho que su forma de ver el mundo sea muy particular y ese es uno de nuestros intereses”.

Al mismo tiempo, Vicente señala que desde dicha particularidad se logran extrapolar diversos elementos, con los que la comunidad se puede identificar. “Por ejemplo, la persecución de los sueños o el querer realizar cosas que de repente pueden sonar locas o proyectos grandes que uno tiene o desea llevar a cabo, pero ese conlleva a enfrentarse a este muro social que finalmente termina siendo un embudo que te lleva a hacer cosas funcionales más que cosas que te llenen el alma”.

Un mensaje universal

Dentro de la misma línea el director de “Máquina Voladora” profundiza en lo anterior e indica que “existe este mensaje universal que creo es muy de nuestra generación, pues yo también me siento identificado y creo que mucha gente se siente de la misma forma. Finalmente tiene que ver con querer tener sueños, querer cambiar ciertas cosas que nos rodean pero al mismo tiempo enfrentarnos a la rigidez de la sociedad, que es súper adulta y tajante respecto a la visiones que interpretan la realidad de una forma distinta al común de la gente o que tiene proyectos o intereses que no van en la línea de esta cosa práctica”.

Barros, quien obtuvo el reconocimiento en la recién pasada edición del FIDOCS, declara que un premio de tal categoría, siempre es bueno e importante. “Llega a validar todo el tiempo invertido en un proceso de trabajo súper intenso e íntimo. Somos un equipo acotado y es fundamental poder sociabilizar la película, ha sido súper bonita la reacción positiva de las personas”.

Respecto a la trama central de la cinta, el cineasta, relata haber sentido miedo en algún momento, pues no tenía la certeza de que el mensaje que buscaban entregar a través de la pieza fuese lo suficientemente claro para quienes la verían. “Tenía un poco de miedo porque hay instancia en la que el foco únicamente el personaje. Él tiene una visión particular del mundo y en determinado pensé que quizás la gente no podría conectar con su modo de vivir, sin embargo, cuando salió me di cuenta que sí conectaron ya que son aspectos universales. Creo que también el reconocimiento termina hablando de la capacidad de conectar con un público amplio y también del trabajo artístico que se realizó”.

Un momento para compartir

Rolf, no sólo protagoniza la película, pues también participó en la creación de la banda sonora del proyecto. Barros narra que su colaboración fue pausada y en períodos de tiempo diferentes, pues “al no tener estructuras, todo el trabajo de Rolf era en base a la improvisación, por lo que todo dependía de su estado de ánimo. En los días que se sentía triste, sus canciones transmitían justamente eso, muchas veces tuvimos que esperar para que sus creaciones guardaran relación con lo que queríamos plasmar musicalmente”.

“Máquina Voladora” se llevó el premio a mejor proyecto de laboratorio de documentales Surdoc + Docs Barcelona y el Premio Zenit del Docs in Progress de Buenos Aires. La película tendrá funciones en Arica, Iquique, La Serena, Los Vilos, Valparaíso, Talca, Chillán, Concepción, Temuco, Valdivia, Puerto Montt y Coyhaique.

En cuanto al recibimiento del público, Vicente espera que sea una instancia de reunión: “Espero que le den una oportunidad al formato del documental y que ojalá se sientan interpelados por los mensajes que se plantean, es decir, que efectivamente hay una relación entre lo que le pasa a Rolf y lo que nos sucede a nosotros. Es una oportunidad para adentrarse y entender cómo funciona la mente de una persona muy particular”, concluyó.

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