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Clownvets: El documental chileno que rescata el último trabajo de Patch Adams con veteranos de guerra que trabajan como payasos

«Contar algo sobre Patch también era una cita pendiente, creo que aún no existe una película que retrate al verdadero Patch más allá de la interpretación de Robin Williams en la película de 1998», dice su director, Esteban Rojas. «Espero que con esta película la gente pueda conocer mejor a este increíble personaje, su verdadera y radical filosofía y como funciona su ya mundialmente probada aproximación a la salud».


«Clownvets» es el documental que el cineasta chileno Esteban Rojas (Santiago, 1984) está filmando sobre el último proyecto del legendario médico estadounidense Hunter «Patch» Adams, conocido por la película homónima de 1998 protagonizada por el fallecido Robin Williams.

Adams (1945) es un excéntrico profesional para quien la risa, alegría y creatividad son parte integral del proceso curativo. En 1971 fundó el Instituto Gesundheit!, con el fin de atender los problemas del sistema de salud bajo su concepción de la medicina.

Rojas hizo una película sobre su trabajo con veteranos de guerra de Estados Unidos, para quienes su particular terapia les ha ayudado a superar el síndrome de estrés postraumático. En promedio, 20 ex soldados cometen suicidio cada día en el país norteamericano por este motivo.

El director Esteban Rojas.

Curas para clowns

Por las vueltas de la vida, Rojas se involucró en el proyecto a temprana edad. Cuando tenía 18 años y estudiaba en la Escuela de Cine de Chile conoció a Zag Adams, el hijo de Patch que en ese momento vivía en nuestro país.

«Nos hicimos amigos y me invitó a trabajar con él y con su padre filmando algunos viajes de Patch clowneando alrededor del mundo. Fue una experiencia increíble gracias a la cual estuve por varios años filmando en lugares como Rusia, China, Sri Lanka o Camboya. La idea era hacer un documental sobre el trabajo de Patch pero por diferentes motivos ese plan nunca se concretó», cuenta.

Diez años después, Rojas se reconectó con Patch y con Charlotte Huggins, Clown y Staff del Instituto Gesundheit!, quienes lo invitaron a filmar un viaje de «veteranos» en Guatemala.

«Al principio pensé que se referían a ‘clowns experimentados’, pero al llegar allá me di cuenta de que se trataba de veteranos de guerra con estrés post traumático. Me impactó mucho. Nunca había pensado que el clowning se podía aplicar para tratar de aliviar al clown en sí. Así que mientras filmaba me di cuenta de que ese viaje merecía mucho más que un simple registro, las historias de esos veteranos conectando con el clowning tenían que ser contadas: había que hacer un documental al respecto».

Hasta el momento ya ha filmado en Estados Unidos, Perú y Guatemala, y ha iniciado una campaña de crowdfunding para poder terminar la cinta.

«Patch» Adams en acción.

6.000 muertos al año

Cuando lo llamaron, Rojas ya tenía una carrera cinematográfica que le permitía encarar el desafío. En 2006 se había radicado en Argentina, donde co-dirigió Post (2008), la primera web-serie argentina. Y luego estrenó tres películas independientes: La casa por la ventana (2010), el documental La experiencia Barriga (2012, sobre el ex líder de la banda Sexual Democracia) y la comedia de explotación Cichonga (2013).

“Seis mil veteranos del Ejército cometen suicidio cada año. Como huérfano de guerra, lloro por eso. Quería hacer algo al respecto”, dice «Patch» Adams, quien desde hace dos años, junto a un equipo de diez personas entre el staff de clowns y doctores, comenzaron a llevar a 10 veteranos durante una semana, para hacer clowning en Guatemala.

La experiencia logró que estos excombatientes recuperaran la inocencia y la alegría en sus vidas, un resultado tan alentador que viajes para clowning de veteranos ya han comenzado a agendarse para cada año.

«Clowning humanitario»

“Creo que el trabajo de Patch y su grupo de clowns es algo que no ha tenido exposición suficiente, especialmente en el mundo audiovisual. Para mí el Clowning Humanitario es algo tan hermoso y poderoso y siento que aún no existe una película que lo muestre como corresponda”, explica Rojas, quien con su trabajo consigue registrar la premisa que inició la motivación de Patch Adams: el clowning puede salvar vidas.

Rojas sostiene que «Clownvets» muestra a “gente que venció sus prejuicios y se pusieron en una posición de vulnerabilidad y que pasaron de ser actores de la guerra, a actores del amor, del humor, de la amistad”.

El programa de ayuda para veteranos iniciado en 2015 incluyó sobrevivientes de la Guerra de Vietnam, Guerra del Golfo, Guerra de Irak y conflictos en Bosnia, Afganistán y Kosovo, entre otros. Profesionales médicos especialistas en traumas asumieron la responsabilidad de recomendarlos para el viaje a Guatemala.

El éxito de la experiencia fue clave para un segundo viaje en 2016, así como para la realización de este proyecto documental. El documental muestra el recorrido que algunos veteranos han realizado desde zonas rurales de Michigan, en Estados Unidos, hasta Guatemala, así como parte del equipo médico que los apoya.

Cada uno de ellos entrega desgarradoras historias de vida y la lucha por sobrellevar los recuerdos de guerra. Quienes sobreviven, son víctimas de un constante sufrimiento, lo cual afecta a sus familias y comunidades. Es entonces cuando el proceso terapéutico del Clowning Humanitario cobra protagonismo, sobre todo por la valentía que involucra llevarlo a cabo.

“He estado haciendo clowning desde que regresé. Voy al mercado, voy al banco. Sólo se necesita una nariz roja y la voluntad de hacer reír a la gente. Cambió mi vida por completo”, dice el veterano de guerra Wayne Ergang en Clownvets.

Las historias de los veteranos

En el documental se retrata a los 20 veteranos que han participado de esta experiencia de clowning en Guatemala, pero Rojas hace foco particular en algunos de ellos, como Mike O’Connor, comandante de un tanque en Vietnam quien ha sido diagnosticado no solo con estrés post traumático sino con cáncer producto del «agente naranja», y otras enfermedades relacionadas a la guerra.

«Ver a Mike, un tipo al que su familia y amigos describen como introspectivo y propenso al malhumor, sacar todo su lado amoroso al ponerse la nariz roja e interactuar con los niños y ancianos de Guatemala con una sonrisa que muchos no había visto por décadas, es sinceramente impresionante. O como Russ Nehmer, sargento de las Fuerzas Especiales del Ejército estadounidense, que participó en diferentes conflictos desde la Guerra del Golfo en adelante y hoy en día sufre de flashbacks lúcidos, donde él piensa que está de vuelta en la guerra. Al probar el clowning, según su propio testimonio, se reconecta con la persona radiante y feliz que alguna vez fue», cuenta.

Pero son variados los veteranos que participaron de esta experiencia. Toni Topps, de la Fuerza Aerea, Cliff Kilbourne, médico de combate de Vietnam o Jonathan Carpenter, él más joven de ellos quien estuvo en Afganistán por solo un mes hasta que una bomba hizo volar su vehículo y lo devolvieron a casa herido y con secuelas física y psicológicas.

Ganarse la confianza

Una de las claves del film es que Rojas debió ganarse la confianza de sus protagonistas, que según sus propias palabras «en general una tribu dolida que desconfía de los civiles».

Es por eso que para probar esta experiencia nueva y totalmente poco ortodoxa como es el clowning, el Instituto Gesundheit! y Mark Kane, un psicólogo de Michigan especializado en veteranos, hicieron una selección minuciosa de los participantes.

«El staff de Gesundheit! es gente radiante, expertos en el bienestar, la alegría y la bondad, así que los veteranos, al llegar a Guatemala, no tuvieron problemas en abrirse y entregarse por completo a ellos. Y como yo soy amigo de Gesundheit! desde hace más de 15 años y he aprendido gracias a trabajar con ellos por tanto tiempo la sensibilidad necesaria para filmar el clowning en lugares donde a veces abunda el dolor, los veteranos no tuvieron problemas con mi presencia».

«De hecho, un mes después de la experiencia en Guatemala, fui a Estados Unidos a entrevistarlos y me abrieron las puertas de sus casas y me permitieron entrevistar a sus familias y amigos. Hasta el día de hoy, y espero que para siempre, veo en muchos de ellos a verdaderos amigos», comenta.

Los efectos de la terapia

¿Cómo explica Rojas el éxito de la terapia en los veteranos? ¿Y cuáles son los efectos de la terapia?

«Es difícil describir como funciona el clowning de Patch y Gesundheit! En primer lugar es salir de tu casa, de tu país, y juntarte con un grupo de gente dispuesta a ponerse en la posición vulnerable de salir de sus zonas de confort y abrirse por completo al cariño y el amor», responde.

A eso hay que sumarse el vestirse con color vivos, de forma divertida -no necesariamente disfrazarse de payaso- y ponerse una nariz roja. «Esto último hace que por un momento te sientas diferente, ya no eres esa persona que va a trabajar todos los días a la oficina, por ejemplo».

«Y finalmente llevas a ese nuevo Tú a esparcir amor por un rato a gente que realmente necesita una sonrisa, aunque sea por ese breve instante. Los clowns de Patch, y los clownvets con ellos, llevan amor, sonrisas, música, globos, abrazos o quizás una simple conversación o una palabra de aliento a lugares como hospitales, asilos de ancianos, campos de refugiados u orfanatos. Lo quieras o no, eso te hace sentir bien. ¡De puta madre a decir verdad! El clowning es una experiencia bi-direccional de transferencia energética que dura por ese instante pero hay algo de eso que se queda contigo para siempre. Los veteranos que experimentaron estos viajes ahora tienen una herramienta más en su kit para salir adelante en sus momentos de depresión. De hecho hay varios de ellos que continúan haciendo clowning en sus propias comunidades», explica.

«Contar algo sobre Patch también era una cita pendiente, creo que aún no existe una película que retrate al verdadero Patch más allá de la interpretación de Robin Williams en la película de 1998», concluye Rojas. «Espero que con esta película la gente pueda conocer mejor a este increíble personaje, su verdadera y radical filosofía y como funciona su ya mundialmente probada aproximación a la salud».

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