Opinión
Esta pieza shakesperiana, la más grotesca de su palmarés, inspira a su vez a la interesante obra Matar a Rómulo, que congrega en las tablas del Centro GAM a María Gracia Omegna, Moisés Angulo, Felipe Zepeda, Claudio Ravanal, Nicole Sazo bajo la dirección de Sebastián Jaña.
Corre el año 2014 y en un teatro de Londres los espectadores asistentes a la obra Tito Andrónico de Shakespeare empiezan a desmayarse, a abandonar la sala y a pedir asistencia médica. En el Globe Theatre la representación de la sangrienta puesta en escena, mandaba a la lona a más de cien asistentes, incluyendo a los recios críticos teatrales.
En la escena más famosa de la obra, Tito mata a los hijos de Tamora, hace un pastel con los restos y la hace paladearlo. En la obra hay 14 muertes, una violación, escenas de canibalismo y mutilaciones.
La feroz obra habla sobre las venganzas mutuas entre el general del ejército romano Tito Andrónico y Tamora, reina de los godos. Tito regresa victorioso luego de vencerlos, pero en esa guerra pierde a veinte hijos, excepto a cuatro. En ese contexto, se inician las pugnas por la sucesión al poder del imperio.
Tito, es el hombre más virtuoso de Roma, pero comete el error de hacer lo correcto en tiempos de crisis y delega su derecho a ser emperador en favor de Saturnino, un ser ambicioso y despiadado, quien convierte a la capital en escenario de intrigas y crímenes deleznables. También y por seguir las tradiciones, Tito decide hacer un sacrificio humano para honrar su reciente victoria matando al hijo de reina de los godos. Mala idea, pues ella luego se convierte en la esposa del nuevo emperador.
Esta pieza shakesperiana, la más grotesca de su palmarés, inspira a su vez a la interesante obra Matar a Rómulo, que congrega en las tablas del Centro GAM a María Gracia Omegna, Moisés Angulo, Felipe Zepeda, Claudio Ravanal, Nicole Sazo bajo la dirección de Sebastián Jaña.
Tito Andrónico filtra cada rincón del Matar a Rómulo del dramaturgo chileno Luis Barrales y nos propone sentir el poder, la violencia y la venganza con los ojos del siglo XXI.
Así, a un profesor chileno residente en New York que debe terminar su postgrado, le asignan impartir un seminario a jóvenes migrantes y para ello le determinan trabajar con ellos la mencionada obra de Shakespeare.
Otra mala idea, estamos en medio del atentado a las torres gemelas y el profesor propone abordar al curso cuatro sanguinarias escenas seleccionadas de la obra. El contexto de paranoia generado por el atentado, ubica a sus dirigidos ya en el bando de los sospechosos y una tragedia invadirá la vida de todos ellos con el correr de los años.
La caída de las torres gemelas, la guerra en Irak, la guerra civil en Siria, la neo xenofobia europea, la guerra informática, el reinado neo medieval de las transnacionales y el terrorismo alimentado por las potencias actuales, dan suficiente material para sentir cómo Tito Andrónico y las bestialidades relativas al poder están vigentes.
Nos lleva a pensar en esta especie humana, portadora, al parecer, de un gen animal-espiritual de maldad que estropea toda su posible nobleza.
Cuando me retan por dejar la llave del agua corriendo, suspiro y asumo el colapso del clima como un destino irremediable. Tal vez no en el ahora, pues es un hecho que nos salvará Al Gore, pero sí en un horizonte de largo plazo.
Obra «Matar a Rómulo»
Centro GAM Edificio B, piso 2, Sala N1.
Hasta el 16 diciembre. Miércoles a sábado, 21:00 horas.
Precios: $ 5.000 Gral. $ 3.000 Est. y 3ed. Recargo $1.000 por compras a través de internet.
Para mayores de 14 años.
Duración: 105 minutos.
