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Libro «Lo que el Dinero sí puede comprar» de Carlos Peña La crítica de libros de actualidad de Gonzalo Rojas Sánchez

Libro «Lo que el Dinero sí puede comprar» de Carlos Peña

Partidarios y detractores de sus tesis han demostrado que cuando un texto es importante, hay pensamiento crítico siempre disponible. Chile sigue siendo un espacio de apasionantes discusiones doctrinarias.


El erudito libro del rector Peña ha sido ya objeto de varios análisis en El Mostrador.

Partidarios y detractores de sus tesis han demostrado que cuando un texto es importante, hay pensamiento crítico siempre disponible. Chile sigue siendo un espacio de apasionantes discusiones doctrinarias.

Al respecto, vale la pena detenerse en una de las dimensiones del texto del columnista mercurial, una que quizás ha sido menos considerada. Es el hecho de que no estamos en presencia de un libro sobre política o sobre economía, sino fundamentalmente sobre antropología.

El mismo Peña  lo advierte de pasada en la introducción, cuando anuncia que el consumo es una dimensión fundamentalmente humana, y que, para el autor, devuelve con creces lo que parece perderse en los mercados.

Pero, ¿logra Peña probar que las personas nos enriquecemos vitalmente mediante el consumo?

El rector cree que sí, ya que afirma que en los mercados del capitalismo contemporáneo se vive mejor, aunque sutilmente reconoce que se vive más a la intemperie. La vida buena en los mercados no consistiría, para Carlos Peña en un determinado ideal, sino sólo en el ejercicio de las propias preferencias, sean las que sean. Y aparece entonces la noción central de todo el pensamiento peñiano: la autonomía.

Lo inaudito es que un gran profesor, un rector, un columnista, un autor de libros importantes, un conversador de amable trato, vincule principalmente la autonomía con unas condiciones de posibilidad, que serían el dinero y el mercado racionalizado. No con las humanidades, con las artes y con las ciencias; no con el amor y con la amistad; no con la fe y la razón; no con la vida temporal y la eternidad.

Es cierto que Peña afirma que hay otras condiciones de posibilidad, pero la ilusión que el lector se hace sobre ellas queda totalmente desvirtuada cuando el autor afirma que esas formas sustitutivas para aminorar la pulsión por la que tendemos a los objetos materiales, no pasan de ser “imágenes fantasmáticas totales, narraciones ideológicas que cobran un precio demasiado alto y que si bien por momentos restituyen la sencillez y la cohesión que se añora, acaban ahogando la libertad y la individualidad.”

Por lo tanto, sólo habría libertad en la elección de objetos  -¿y, porqué no de sujetos-objetos?-  en los mercados y en el consumo. En la expansión de la materia se expresaría el espíritu.

Materia, objetos, consumo, mercados, capitalismo: Pero, ¿no es ése justamente el mundo a la intemperie en el que sólo la belleza, ya lo dijo Dostoievsky, podría salvar a las personas?

Aunque dudo que Carlos Peña piense que necesitamos salvación.

Carlos Peña, Lo que el Dinero sí puede comprar, Taurus, Santiago de Chile, 2017, 281 páginas.

Gonzalo Rojas Sánchez. Profesor Universitario. Foro Republicano

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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