El colegio está ubicado en el barrio de Brent, uno de los «más étnicamente diversos y pobres» de Reino Unido y afectado por la violencia de pandillas.
Los alumnos son de origen tan diverso que la Fundación Varkey, que entrega el premio Global Teacher Prize (conocido como el «Nobel de Educación»), señala que las lenguas maternas que hablan son 35.
Hay estudiantes que viven en casas compartidas con otras familias. Algunos dicen que hacen su tarea en el baño de sus hogares, por no haber otro espacio libre.
Y a pesar de todos los problemas, Alperton es uno de los colegios de Inglaterra y Gales en los que más han mejorado los resultados de los alumnos.
Es uno de los pocos que ha ganado el premio de Platino de Desarrollo Profesional del Instituto de Educación de la University College London.
La Fundación Varkey atribuye estos logros a una profesora de arte de Alperton, Andria Zafirakou, ganadora del Global Teacher Prize de 2018.
Zafirakou recibió el reconocimiento, dotado con US$1 millón, el domingo en una ceremonia en Dubái de manos del jeque Mohammed bin Rashid al Maktoum.
Había cerca de 30.000 profesores nominados de 173 países. ¿Qué hizo esta docente para destacar entre tantos?
El poder del arte
Zafirakou cuenta que su vocación en la vida es asegurarse de que cada niño alcance su máximo potencial.
«Lo que sea que necesiten lograr, me aseguro de hacerlo posible para ellos», asegura.
Zafirakou recibió el premio, que consiste en US$1 millón, en una ceremonia en Dubái, de manos del jeque Mohammed bin Rashid al Maktoum.
Para comunicarse mejor con ellos y sus familias, la maestra aprendió a saludar y despedirse en los diferentes idiomas que hablan los colegiales, asegura la Fundación Varkey.
Pero también ha encontrado otra forma de superar las limitaciones.
La maestra considera que su curso, el arte, «es poderoso» y que trasciende el lenguaje.
«Ayuda a los estudiantes a desbloquear todas sus barreras idiomáticas», dice.
«Estoy orgullosa de ser profesora de arte y ver el enorme impacto que tiene (en las vidas de los jóvenes)», señala Zafirakou.
La Fundación Varkey asegura que «a través del arte, Zafirakou ofrece un medio para desfogar para lo que pueden ser circunstancias difíciles en el hogar».
Además, la docente llevó al artista macedonio Armando Alemdar a las clases para renovar el programa, inspirar a los pupilos y ayudarlos en cuestiones técnicas.
El trabajo de Zafirakou ha propiciado que Alperton reciba el estatus de «colegio especialista» en artes visuales.
Zafirakou dijo a «todos los colegiales del mundo» que tienen el potencial de tener éxito en cualesquiera que sean sus sueños
Además, la educadora modificó el currículo para que sea relevante para las distintas comunidades que conviven en la escuela y abrió horas extracurriculares para que los menores que no puedan estudiar su casa, lo puedan hacer con tranquilidad en el centro.
Contra las pandillas
Pero la labor de Zafirakou va más allá de las aulas. La profesora trabaja con la policía de Brent para prevenir que las pandillas recluten a sus alumnos y lleva a los agentes al mismo colegio.
Después de clases, acompaña a los menores a que tomen los buses que los llevan a sus casas, para que no sean interceptados por pandilleros.
«Tenemos que proteger a nuestros escolares, cueste lo que cueste», señala.
Además, ha creado un club de box al que los alumnos pueden ir en las tardes, un equipo de cricket solo para mujeres, un coro de alumnos somalíes y un club de desayuno.
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«Quiero compartir este premio con mis colegas y con mis maravillosos estudiantes», dijo Zafirakou en la ceremonia el domingo en Dubái.
«Muchos de ellos vienen de contextos pobres y tratamos de darles la mejor experiencia posible», señaló.
«A todos los estudiantes del mundo, les digo que cualesquiera que sean sus circunstancias, sus problemas, sepan que tienen el potencial de tener éxito en cualesquiera que sean sus sueños».
