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«Esa pregunta yo no te la acepto»: la parada en seco de Vargas Llosa a Axel Kaiser

Héctor Cossio López
Por : Héctor Cossio López Editor General de El Mostrador
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Durante la charla magistral «Qué es ser liberal» al que asistió el Presidente Piñera, su esposa Cecilia Morel y el canciller Roberto Ampuero, el Director Ejecutivo de la Fundación para el Progreso, Alex Kaiser, formuló una pregunta al escritor peruano que buscaba relativizar la dictadura de Pinochet, como menos mala, que la de Cuba y Venezuela, pero el ex candidato presidencial no se la dejó pasar y dejó en evidencia el juego peligroso de la pregunta: «Todas las dictaduras son malas e inaceptables».


El Premio Nobel de Literatura Mario Vargas Llosa paró en seco al director ejecutivo de la Fundación para el Progreso, Alex Kaiser, en el marco de la charla magistral del peruano en el Hotel W organizada por la fundación que preside Kaiser y la Otra Mirada.

Tras la charla sobre «Qué es ser liberal», Kaiser comienza a hacerle preguntas al escritor en la que busca que el escritor, de alguna manera «pise el palito» y relativice las dictaduras, entendiendo que hay algunas malas y otras «nenos malas» como la de Pinochet en oposición a la de Cuba o la de Maduro, de Venezuela.

En ese contexto, Kaiser comentó que «hay dictaduras menos malas, por no decir mejores, sino que menos malas. Por ejemplo, ¿cuántos en esta sala preferirían vivir en la dictadura de Maduro que lo que fueron los años 80 en Chile? Probablemente nadie. Y ahí es donde viene una segunda pregunta que yo te quiero hacer a ti: ¿en el liberalismo…?»

En ese momento, con un rostro evidentemente descompuesto, Vargas Llosa frena y cuestiona a su interlocutor: «Esa pregunta yo no te la acepto, esa pregunta yo no la acepto», señaló el ex candidato presidencial de Perú, sacando aplausos entre los asistentes.

«Esa pregunta parte de una cierta toma de posición previa: que hay dictaduras buenas. O que hay dictaduras menos malas. No, las dictaduras son todas malas», le espetó.

Finalmente, Vargas LLosa remató su argumentación, dejando callado a Kaiser: «Yo creo que entrar en esa dinámica es un juego peligroso, es un juego que nos conduce a aceptar que en algunos casos una dictadura es tolerable, aceptable. Eso no es verdad, todas las dictaduras son inaceptables».

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