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En la misma línea del Nobel: científicos chilenos lideran investigación inmunológica para vencer al cáncer CULTURA

En la misma línea del Nobel: científicos chilenos lideran investigación inmunológica para vencer al cáncer

En la Fundación Ciencia y Vida, el bioquímico Álvaro Lladser lidera un equipo de 12 personas que trabaja en el ámbito de la inmunología, en el cual este año dos investigadores recibieron el Premio Nobel de Medicina. «Esperamos desarrollar un tratamiento piloto dentro de dos a cinco años que pueda ser probado en pacientes», señala.


Utilizar nuestro sistema inmune para combatir el cáncer es una técnica cada vez más en boga. Así lo demostró el recién otorgado Premio Nobel de Medicina para los científicos James P. Allison (EStados Unidos) y Tasuku Honjo (Japón), que trabajan en esta modalidad.

En Chile, este método también es investigado en la actualidad, específicamente en la Fundación Ciencia y Vida. Allí está, al frente de un equipo de 12 personas, el bioquímico Álvaro Lladser.

«Esta investigación comenzó hace casi 10 años», cuenta. «Primero trabajando en animales de experimentación y hace unos cinco años comenzamos a trabajar paralelamente con muestras obtenidas de donantes sanos y de pacientes con melanoma, cáncer de vesícula biliar y cáncer renal. Esperamos desarrollar un tratamiento piloto dentro de dos a cinco años que pueda ser probado en pacientes», agrega.

Lladser junto a los estudiantes Ernesto López (izquierda) y Felipe Gálvez.

Enfermedad mortal

Lladser explica que el cáncer es una enfermedad altamente prevalente y mortal. Los tratamientos oncológicos convencionales como la radioterapia y la quimioterapia no son curativos en etapas avanzadas de la enfermedad. «Además de dañar a las células cancerígenas, dañan a las células sanas de nuestro cuerpo, generando efectos secundarios devastadores», advierte.

«Nosotros investigamos la Inmunoterapia del Cáncer, una estrategia que tiene como objetivo activar el propio sistema inmune del paciente, específicamente los linfocitos T citotóxicos, para atacar y, en última instancia, eliminar los tumores. La inmunoterapia otorga posibilidades de tratamiento para el cáncer mucho más amigables para el cuerpo y con potencial curativo», detalla.

Su investigación está enfocada en estudiar los linfocitos T citotóxicos de memoria, los cuales viven por muchos años y permiten al sistema inmune protegernos de la reincidencia del cáncer y la metástasis. «Nuestros proyectos buscan entender cómo estimular los linfocitos T citotóxicos de memoria para combatir el cáncer mediante el uso de vacunas o manipulando estas células en el laboratorio para reinyectarlas, lo que se conoce como terapia celular», dice.

Dentro de su equipo de trabajo, la investigación es principalmente llevada a cabo por estudiantes de doctorado y de magíster, además de profesionales como bioquímicos y biotecnólogos. También cuenta con un médico cirujano que participa activamente de la investigación y hace de puente entre su laboratorio y los pacientes oncológicos.

Conexión Nobel

La relevancia de esta investigación quedó demostrada con el reciente Premio Nobel de Medicina.

«La investigación que desarrollaron los recientes galardonados con el Premio Nobel identificó la manera por la cual el cáncer puede frenar o apagar a los linfocitos T citotóxicos», explica Lladser. «Esto inspiró a los científicos a desarrollar drogas que eliminan ese freno de los linfocitos T citotóxicos y les permite atacar a las células cancerosas con mayor potencia», añade.

Sin embargo, Lladser advierte que, a pesar de que esas terapias han tenido efectos muy potentes, incluso curativos, en algunos casos con cánceres avanzados, la mayoría de los pacientes no responde a la inmunoterapia. «Nuestra investigación podría ayudar a entender por qué esto sucede y desarrollar nuevas terapias mejoradas o complementarias a las ya existentes», plantea.

Para todo evento

Lladser destaca que lo importante es que esta terapia podría servir para muchos tipos de cáncer.

«Los mecanismos por los cuales el sistema inmune reconoce a los distintos tipos de tumores son bastante similares, por lo que las estrategias desarrolladas en un tipo particular de cáncer pueden ser aplicadas a otros tipos», dice.

«De todas formas, hay diferencias importantes entre cada tipo de cáncer, lo que puede hacer que tengamos que modificar ligeramente la estrategia para cada caso, incluso a nivel individual. Muchas de estas inmunoterapias funcionan mejor cuando son hechas de forma personalizada», señala.

Avances

En cuanto a los avances, Lladser relata que hasta ahora su equipo ha logrado identificar un subgrupo de linfocitos T citotóxicos que se establecen permanentemente en el interior de los tumores y poseen una fuerte actividad antitumoral.

«Hemos logrado aislar estos linfocitos desde los tumores de pacientes oncológicos para multiplicarlos en el laboratorio. También hemos transformado linfocitos T obtenidos desde la sangre de donantes sanos y manipularlos en el laboratorio para que se dirijan hacia el tumor y ataquen a las células cancerosas en modelos de experimentación», destaca.

Finalmente, su trabajo actual apunta a escalar estas aproximaciones a una mayor escala, «que permita producir un número suficiente de linfocitos T antitumorales que pueda ser usado como terapia celular en pacientes», concluye.

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