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Jadue duro con los chooligans: «A este tipo de personas no las queremos tener ni siquiera en nuestros estadios» ANFP estudia sanción contra los hinchas que irrumpieron en el Maracaná

Jadue duro con los chooligans: «A este tipo de personas no las queremos tener ni siquiera en nuestros estadios»

Aunque la FIFA no ha abierto aún un segundo expediente por la invasión de ayer del Maracaná, «lo más probable es que lo haga», advirtió el mandamás del fútbol chileno.


«Lo que pasó ayer no debe pasar nunca más», sostuvo hoy el presidente de la Asociación Nacional de Fútbol Profesional (ANFP), Sergio Jadue, en referencia a los incidentes que provocaron 87 hinchas chilenos que invadieron ayer el estadio Maracaná.

El mandamás del fútbol chileno, dijo desde Toca da Raposa, recinto donde está concentrada la selección en Belo Horizonte, que esta «es una situación que condenamos, que no aceptamos como federación de fútbol de Chile».

Por ello, dijo, le pidió al secretario ejecutivo de la ANFP que estudie qué sanciones puede adoptar el organismo para con los 87 hinchas. Entonces, lanza una idea: que no entren nunca más a un estadio chileno.

«A este tipo de personas no las queremos tener ni siquiera en nuestros estadios. Si jurídicamente podemos ponerlos dentro de la lista de derechos de admisión para que no vuelvan a entrar a nuestros estadios, lo haremos», aseguró el dirigente.

Asimismo, el timonel de la ANFP comunicó que el embajador chileno en Brasil está a cargo de la repatriación de los detenidos.

Para Jadue la situación es delicada porque la FIFA ya le abrió a Chile un expediente por las bombas de ruido que sus seguidores hicieron estallar en el estadio de Cuiabá durante el primer partido contra Australia.

Aunque la FIFA no ha abierto aún un segundo expediente por la invasión de ayer del Maracaná, «lo más probable es que lo haga», advirtió Jadue.

72 horas

El gobierno brasileño les dio un plazo de 72 horas para que abandonen el país a los 87 hinchas chilenos detenidos este miércoles por haber invadido el estadio Maracaná de Río de Janeiro, para intentar asistir al partido entre España y Chile por el Mundial 2014.

“En cuanto a los aficionados extranjeros que invadieron el centro de prensa del Maracaná, la Policía Federal informa de que notificará a los 85 individuos a dejar el país en un plazo máximo de 72 horas”, aseguró la entidad en un comunicado.

Los hinchas que se nieguen a cumplir ese plazo serán deportados de forma sumaria, agrega la nota de la Policía Federal brasileña.

Pese a que las informaciones iniciales daban cuenta de que los 85 detenidos eran chilenos, la Policía Federal los trató como extranjeros y no aclaró si había aficionados de otras nacionalidades.

La FIFA informó que los invasores, que no tenían entrada para el partido, “forzaron de forma violenta la entrada al estadio y quebraron algunas cercas para pasar por los guardias de seguridad”, en un episodio que hizo recordar los dolores de cabeza que en décadas pasadas ocasionaban los “hooligans” ingleses, situación que mantiene en alerta a la policía, dada la gran cantidad de chilenos que llegaron a Río, miles de los cuales se encuentran en precarias condiciones, pernoctando en las playas y sin entradas para ver los partidos de su selección.

De acuerdo con el órgano rector del fútbol, todos los invasores, que pasaron en estampida por la sala de prensa del estadio en un intento de buscar una puerta de acceso a las gradas y provocaron algunos daños, fueron contenidos e impedidos de llegar hasta los asientos.

La FIFA informó que anunciará en breve las medidas que adoptará para evitar este tipo de incidentes, que ya se habían registrado en el partido entre Argentina y Bosnia en el Maracaná el pasado domingo, cuando nueve hinchas argentinos fueron detenidos.

La mayoría de los hinchas, vestidos con la camiseta de la selección chilena, fue detenida dentro de la sala de prensa, en donde no halló vía de escape hacia las gradas y en que terminó rindiéndose sin ofrecer resistencia.

Antes de la detención, los aficionados rompieron un par de paneles para tratar de llegar al campo, al tiempo que tiraron por el suelo cámaras de televisión y material de la prensa presente en el recinto.

Algunos de los hinchas fueron conducido a la comisaría de policía que hay en el interior del Maracaná y otra parte a comisarías en barrios vecinos debido a la elevada cantidad de detenidos

 

 

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