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Suárez llega como héroe a Uruguay y Mujica lo espera en el aeropuerto Perfil del jugador que protagoniza la polémica de Brasil 2014

Suárez llega como héroe a Uruguay y Mujica lo espera en el aeropuerto

La FIFA lo sancionó por haber mordido a otro jugador y tendrá que estar fuera de las canchas durante los próximos meses. Pese a esto, Luis Suárez sigue siendo la estrella deportiva de los charrúas que acudieron en masa a recibirlo al aeropuerto. Detrás del conflicto, hay una historia de pobreza, amor y sacrificios.


«No era peleador, era buenito. No sé por qué tendrá esos arranques, si tiene todo para ser feliz. Quizás fue el divorcio de sus padres o las miserias que pasó de niño. No sé qué le pasó a mi negrito», explicó la abuela paterna del jugador uruguayo Luis Suárez (27), ídolo del Liverpool, en una entrevista el pasado miércoles, horas antes de enterarse –al igual que su país y el resto mundo– de la sanción que recibió su nieto por parte de la FIFA, por la insólita mordida a un jugador de Italia.

A los uruguayos no les bastó el 1-0 contra ese país europeo o haber clasificado a octavos de final en la Copa del Mundo, pues cuando se enteraron de que la FIFA dejó fuera a Suárez en los próximos nueve partidos oficiales, incluido el de segunda ronda en que el país charrúa enfrentará a Colombia el próximo 28 de julio, todo fue lamento. Es que la principal figura del equipo y el goleador Celeste tampoco podrá ver el partido en vivo, porque la misma sanción le prohíbe entrar a cualquier recinto deportivo durante los próximos cuatro meses. Como no sacaba nada con quedarse en Brasil, entonces este jueves volvió a Uruguay y desde el aeropuerto fue recibido como un ídolo o más bien como héroe, ya que incluso el mismo presidente Pepe Mujica llegó a darle la bienvenida, pero se fue antes porque el vuelo desde Brasil se atrasó.

¿Qué tiene este jugador que todos en su país lo quieren y nadie le cuestiona la injustificada agresión? ¿Por qué hasta el Presidente de la República dice que no vio la agresión, que –como ha publicado la prensa– había cometido dos veces antes con sanciones igual de severas? Quizás sea su historia: haber nacido el cuarto de siete hermanos de una humilde familia de la ciudad de Salto y llegar a vivir a la capital, Montevideo, cuando su madre encontró trabajo haciendo aseo. La misma madre que se divorció de su padre, un militar que jugaba activamente al fútbol.

El cambio de ciudad, el quiebre familiar y las constantes crisis económicas habrían detonado esa rebeldía que todos niegan y que lo mantenía lejos de los estudios escolares pero intensamente apasionado por el fútbol: “Nunca fue agresivo, muchos lo tienen catalogado como mala persona y no es así,  hay cosas que pasan en una cancha de fútbol y después son discutidas por gente que nunca transpiró la camiseta», lo defiende Richard Suárez, amigo sin parentesco, que vio sus primeros pasos en las categorías infantiles de Salto.

Pero lo cierto es que el uruguayo llegó lejos. Comenzó en el Nacional de Fútbol de Uruguay. Con 19 años en 2007 se fue a jugar a Holanda al FC Groningen, pocos años después fue nombrado el máximo goleador de Primera División y el futbolista del año en los Países Bajos. En 2011 fue comprado por el Liverpool Football Club, convirtiéndose en el jugador uruguayo más caro en la historia y donde se sigue destacando como goleador. Es un crack.

A diferencia de lo que dicen sus familiares y amigos, Suárez sí ha tenido que hacer trabajo para vencer la ira: «Estuvo tratado por un psicólogo, yo pensé que la tenía controlada (…). La mordida se da en quienes han tenido una niñez muy agresiva, muy carenciada y es una forma de defenderse de la agresión externa o de los mayores. Suárez está como en un estadio de niño y ante la agresividad o la situación que lo desborda, lo hace. En este Mundial hubo alguna situación que le sacó ese instinto más primario», dice Pablo Martínez, psicólogo deportivo de la Universidad de la República de Uruguay.

Pero no todo es impulsividad en el delantero. Algo que no todos conocen es la historia amorosa del jugador, un cuento de hadas que de alguna manera determinó su carrera en el fútbol. A los 14 años conoció a Sofía Balbi, quien se convirtió de inmediato en su novia. Ella se fue a vivir con sus padres a Barcelona y la única forma de alcanzarla fue llegar a Europa. Entonces decidió dedicarse de manera profesional al fútbol y una vez que logró entrar al equipo holandés, y con apenas 16 años, pidió la mano a sus padres y ella se fue a vivir con él. La mujer le hizo tomar conciencia y responsabilidad para con su carrera. Todos quienes la conocen saben lo importante que es dentro y fuera del campo. Hoy tienen dos hijos.

Ana Laura Lissardy, autora del libro Vamos que vamos, confirma que Sofía es la gran culpable de que Luis haya llegado a convertirse en un crack. «Sofía emigraba a España y ya se había convertido en un pilar de su vida. Fue la primera persona que había creído en él, la primera que le dijo tú puedes, y eso le hizo a Luis plantearse objetivos y sentir que los podía lograr”, dice la periodista. Y el propio Suárez lo confirma en el libro: «Ahí fue cuando más cuenta me di de que si quería estar cerca de Sofía, me debía esforzar mucho».

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