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Colo Colo le sigue prendiendo velitas a “San Paredes” Ganó de visita a Ñublense

Colo Colo le sigue prendiendo velitas a “San Paredes”

El cuadro albo, que afrontó toda la segunda etapa en inferioridad numérica por expulsión de Fierro, se quedó con los tres puntos frente a Ñublense, en Chillán, gracias a la inspiración de su mejor atacante, que desde fuera del área clavó un zurdazo en el ángulo del arco del meta Frascarelli.


Como en el campeonato que significó bajar la estrella número 30, como tantas veces, Colo Colo venció en Chillán por la cuenta mínima Ñublense gracias casi exclusivamente a “San Esteban Paredes”, que en el minuto 81 apareció para clavar su zurdazo en el ángulo que dejó sin ninguna opción al meta Frascarelli. Y es que, si bien el Cacique había tenido que afrontar todo el segundo tiempo en inferioridad numérica, a causa de la expulsión de Gonzalo Fierro en el minuto 44, ni antes, ni menos por cierto después, se había procurado oportunidades de gol que respaldaran su intención de quedarse con los tres puntos.

Sin Paredes (en el banco), sin Suazo, Vecchio ni el Pajarito Valdés, Colo Colo hizo en Chillán un partido correcto desde el punto de vista defensivo, pero nunca tuvo recursos para acercarse con posibilidades de gol al arco chillanejo. La única oportunidad nació de un tiro libre de Felipe Flores que, superando la barrera, obligó al arquero de Ñublense a exigirse a fondo para enviar el balón al tiro de esquina. El mismo Flores y Delgado, los únicos atacantes nominales, buscando de preferencia por las bandas no podían contra la bien parada defensa de Ñublense, que sobre todo por el centro tenía una faena más que cómoda.

El cuadro local, es verdad, tampoco hacía mucho por quedarse con los puntos. Como que respetaba en demasía a un Colo Colo disminuido y cuyas tibias intentonas morían siempre a la entrada del área. La única vez que Ñublense exigió a fondo a Villar fue cuando, en el minuto 24, Maldonado entregó mal un balón en la salida y Cisternas probó de 25 metros, obligando al paraguayo a desviarla al tiro de esquina por sobre el travesaño.

Cuando se jugaba el último minuto del primer lapso se produjo la incidencia que disminuía aún más la opción de Colo Colo y, por obvia consecuencia, agrandaba la de Ñublense. Fierro, que ya tenía tarjeta amarilla, fue a la disputa de un balón con el volante Parra y en la refriega fue vistosamente fouleado por este, que le dio un manotazo en el rostro para evitar que el lateral volante albo le ganara la disputa. Claudio Puga, sin embargo, vio la incidencia al revés: no sólo vio falta de Fierro, sino que estimó que merecía la segunda amarilla, expulsándolo del terreno de juego.

Fierro incluso abandonó la cancha con sangre en la boca, claro testimonio de que el foul se lo habían cometido a él y no al revés.

El descanso le dio tiempo a Tapia para rearmar las piezas. Sacó a Flores para hacer ingresar a Paredes y lo propio hizo con Delgado, para que el juvenil Camilo Rodríguez cubriera la plaza que había dejado descubierta la roja a Fierro.

Ñublense, con 45 minutos por delante y con un hombre más, no arriesgó todo lo que debía arriesgar, dadas las circunstancias del partido. Tuvo naturalmente mucho más la pelota que lo que había podido tenerla en el primer tiempo, pero careció de profundidad y de claridad en los últimos metros. Nunca dejó la impresión de equipo que, con un hombre más, se decide con todo a ganar el partido.

Colo Colo resistía bien los tibios embates de Ñublense, pero si ofensivamente en el primer tiempo, con dotación completa, le había costado un mundo llevar riesgo sobre la portería rival, la situación ahora era dramática. Paredes, solitario atacante, ponía todo su oficio en beneficio del equipo, pero las pocas veces que llegó a controlar un balón y no ser anticipado por los centrales Godoy y Reyes, no tenía con quien intentar algo más que retener la pelota para quemar segundos.

A ratos, Colo Colo era un frontón. Carente de un volante capaz de tenerla y defenderla para luego buscar el claro con algún pase profundo, los volantes Baeza, Maldonado y Pavez quitaban harto, pero enseguida la perdían, posibilitando que Ñublense amenazara con el gol más por insistencia que por claridad.

La única jugada de mérito del cuadro local se produjo en el minuto 70, cuando una lucida y precisa combinación de Riquero y Croce dejó a Varas en posición de remate, pero en el último segundo llegó Barroso a trabar ese disparo ante el cual Villar quedaba inerme.

Por alto y por bajo, la defensa alba siempre se las arreglaba. En ese plano, Vilches, Barroso y Cáceres estuvieron impecables.

Así las cosas, el partido estaba para empate clavado, sólo que Colo Colo contaba con la jerarquía de Paredes para cambiar el rumbo. A la entrada del área, cargado a la derecha, recibió un pase de Baeza y la agarró llenita, para un zurdazo que se fue abriendo hasta colarse en el ángulo superior del arco de Ñublense.

Con la ventaja, Colo Colo perseveró en su actitud conservadora. Le había dado frutos y por lo demás el inesperado gol le permitía “trabajar” el partido. Sin grandes zozobras, aguantó bien los nueve minutos que quedaban más los 4 que el juez Puga dio de alargue.

Pormenores

Estadio “Nelson Oyarzún”, de Chillán.

Público: 8 mil espectadores.

Ñublense: Frascarelli; Ruiz, Reyes, Godoy, Gutiérrez; Parra (71´ G. Rodríguez), Riquero, L. Pavez (83´ Silva), Cisternas; Varas y Salvatierra (46´ Croce).

Colo Colo: Villar; Vilches, Barroso y Cáceres; Fierro, Maldonado (71´ Contreras), Baeza, E. Pavez y Beausejour; Flores (46´ Paredes) y Delgado (46´ C. Rodríguez).

Gol: Esteban Paredes, a los 81 minutos.

Arbitro: Claudio Puga, quien mostró tarjeta amarilla a Gutiérrez y Rodríguez, de Ñublense, y a Villar, Fierro, Baeza y Paredes, en Colo Colo. A los 44´ expulsó a Fierro, por una segunda amarilla.

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