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Brasil nos dejó en blanco para la Copa América La “Roja” mostró una dimensión bastante cautelosa

Brasil nos dejó en blanco para la Copa América

El 1-0 ante el Scratch fue la segunda caída de la Roja en los amistosos europeos, que marcaron un retroceso futbolístico y plantean nuevas dudas para el equipo de Jorge Sampaoli en su camino a un torneo donde afrontará exigencias mayores.


Chile cerró con otra derrota la minigira europea cuyo amistosos ante Irán (0-2) y Brasil (1-0) apuntaban a la Copa América como objetivo esencial de la preparación internacional en Austria e Inglaterra. Un golazo anotado por Firmino en el segundo tiempo justificó la victoria brasileña frente a una Selección que mostró una dimensión bastante cautelosa y que, salvo el trajín vistoso de Alexis Sánchez lejos del área, no rescató nuevas figuras individuales ni marcados avances colectivos…

Plano, sin matices, trabado y con marcado agrupamiento de jugadores en el tercio intermedio de la cancha, el primer tiempo dejó una doble sensación de frustración. Por una parte, por esa imagen cautelosa de un equipo chileno poblado de volantes y con cierto temor de exponerse a las potencialidades del rival. Y por otra, por esas limitaciones evidentes que lucía Brasil con una formación alternativa donde no siempre basta con los fulgores del astro Neymar.

Salvo un tiro libre del propio Neymar desde la izquierda, que cruzó toda el área y que el portero Claudio Bravo desvió con la punta del guante junto al poste, no hubo aproximaciones de gol en esos 45 minutos de mucho valor táctico y escasos atractivos para el disfrute del público.

En esa vorágine de marcar y achicar espacios, reduciendo la cancha casi a los 40 metros entre ambas áreas, ambos equipos debieron caer en la refriega para recuperar la pelota. A los 10′, la primera tarjeta sancionó a Mirko Albornoz y, a los 18’, Thiago Silva recibió el mismo castigo tras derribar a Hernández.

Más adelante, Neymar y Medel fueron actores principales en determinadas acciones con carácter de conflictivas. A los 22’, el chileno se salvó de una expulsión indefendible cuando le dio un pisotón en la pantorrilla derecha a Neymar, y que el juez sólo cobró como falta. A los 37’, el mismo zaguero acomodó el balón con el brazo dentro del área y varios reclamaron el supuesto penal. Y a los 44’, el mismo Neymar enganchó a Jara y recibió la última amarilla de un primer período donde Brasil se acercó gracias a un cruce de Marcelo que Costa amortiguó de pecho y le pegó al cielo de manera vergonzosa.

Al fin, en la dinámica del 0-0 parcial ambos salieron perdedores por la opacidad del juego. Y el equipo de Jorge Sampaoli desnudó demasiados temores con una distribución saturada de volantes -incluyendo a Hernández enganchado con Millar, Vidal y Aránguiz-, y apenas la libertad ofensiva para que Alexis se mostrara más efectista que peligroso en la búsqueda del arco rival.

 UN JOYA EN UN PEDREGAL

El segundo tiempo mantuvo la característica general, aunque Brasil aprovechó un fogozano en la media hora final gracias a algunos ajustes que le dieron más fisonomía titular. Preocupado por la falta de fineza en el juego, Dunga mandó al campo a Robinho, Elías, Firmino y Willian antes de los 65’ y con eso obtuvo el premio que buscaba cerrar su minigira europea.

Chile, en cambio, no acertó en la idea aplicada por Sampaoli, que se había atrevido inicialmente con el Tucu Hernández, quien no ha sido titular en el Celta, y que más tarde quiso replantearse con la inclusión de Fernández y Vargas, en una búsqueda casi desesperada que no podía ser productiva.

A despecho de la fragilidad defensiva que denunciaba a ratos, Brasil mantiene siempre su magia del medio hacia arriba y así lo demostró en la única “joyita” en el pedregal del partido. A los 72’, un pase largo por la derecha lo aprovechó Firmino en velocidad para superar fácilmente a Medel y eludir al portero Bravo antes de anotar con un derechazo ante el arco descubierto. Si ya antes se notaba que sería un encuentro mezquino en ataque, con más atención a las marcas y reducción de espacios, en los 20 minutos finales hubo poco más que agregar a la cuenta del balance.

Acaso lo más llamativo fuera un par de lujos que regalaron Neymar y Robinho, y por cierto un tiro libre de Maty Fernández que el portero Jefferson envió al córner.

Irrefutable y merecido, el triunfo premió la mayor jerarquía de Brasil frente a un rival que continúa el afinamiento de sus claves tácticas y que en esta gira europea retrocedió varios peldaños, considerando la derrota con el modesto Irán y este nuevo “experimento” que falló en la fórmula y en el resultado. Aunque el estilo presionante de la Selección Chilena a menudo incomoda a los brasileños, con esa actitud agresiva no basta y esta vez la disposición en la cancha demostró que la sola presencia nominal de Alexis tampoco es suficiente para darle aquel supuesto sello ofensivo que pregona Sampaoli.

Tras dos derrotas sucesivas en dos amistosos y sin goles a favor, la Roja apunta a la Copa América y sus objetivos mayores de aspirar al título, y en ese plan deberá apelar a la autocrítica seria para no dejarse envolver por la complacencia del ambiente y aquel adulamiento mediático tan común  como nocivo…

 PORMENORES

Estadio Emirates de Londres

BRASIL (1): Jefferson; Danilo, Thiago Silva, Miranda, Marcelo; Souza (59′, Elías), Fernandinho, Costa (61′, Willian), Coutinho (59′, Robinho); Luiz Adriano (59′, Firmino) y Neymar

CHILE (0): Claudio Bravo; Miiko Albornoz, Gary Medel, Gonzalo Jara; Mauricio Isla, Rodrigo Millar (73’, Fernández), Charles Aránguiz y Eugenio Mena (82’, González); Arturo Vidal (80’, Vargas) y Pedro Pablo Hernandez; y Alexis Sánchez.

Gol: 72’, Firmino

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