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La Roja celebró en grande en La Moneda

Andrés Alburquerque
Por : Andrés Alburquerque Periodista El Mostrador Deportes
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El equipo fue recibido por miles de compatriotas en la Plaza de la Constitución, frente al palacio de gobierno, donde recibieron el saludo oficial de la presidenta Michelle Bachelet.


Ya los había felicitado a la distancia, en la tribuna oficial, porque esta vez ya no era necesario cumplir en el camarín con un ritual que rayaba en la cábala.

Es que la presidenta de Chile, Michelle Bachelet, quería darle jerarquía y rango oficial a la felicitación de cada uno de los integrantes de la selección chilena campeona de América, y por eso se extendió de inmediato la invitación para recibirlos en La Moneda.

A las 20:30 ya llegaba mucha gente a la Plaza de la Constitución para saludar a la selección en la Moneda. El bus descapotado que trasladaba a la Roja desde las 21.28, olvidando esta vez la recomendación de evitar las aglomeraciones, circuló por las vías más atestadas de hinchas, que expresaban su algarabía al paso de los campeones.

Cuando el vehículo enfiló por Vicuña Mackenna y luego por Avenida Matta, con Claudio Bravo sosteniendo la copa sobre el bus mientras los demás jugadores celebran alborozados junto a los hinchas que no paraban de cantar, ya se adivinaba que el camino sería largo. Larguísimo, en verdad.

Pero a nadie le importaba, porque la noche prometía ser eterna.

A esa hora, el canciller de Chile, Heraldo Muñoz, compartía su alegría: “Ha sido una jornada inolvidable. Hemos recibido muchas felicitaciones, y Héctor Marcos Timerman, el canciller argentino, fue el primero… Todavía ando con los músculos apretados de tanta emoción”, dijo todavía emocionado tras ver el triunfo en el Nacional.

Minutos después, el bus rojo de la Roja llegaba a La Moneda. Eran las 22.39, luego de una hora y 11 minutos de un tramo que en condiciones normales no demoraría más de 20 minutos.

La copa, transportada por Bravo, fue el último en ingresar al palacio, a las 22.43.

Un minuto después, en medio de una lluvia de bengalas de papel, la presidenta se reunió con el equipo, que de inmediato le pidió a la mandataria que decretara feriado el lunes… La presidente les explicó que eso necesitaba de una ley.

Bravo tomó la palabra para dedicarle el triunfo a todo el país, y para hacer una promesa: “Este grupo se va a esforzar para que esta sea la primera Copa América de muchas”, dijo el capitán, seguido de un ceacheí que retumbó en el salón. A continuación, Bachelet invitó a los jugadores a salir a los balcones, desde donde cerca de cuatro mil personas los vitorearon.

Especiales aplausos recibieron tras sus apariciones Claudio Bravo y Gonzalo Jara.

Luego los integrantes del plantel se tomaron con la presidente la fotografía oficial, en una tarima ubicada en el Patio de los Cañones.

Sin esperar a sus compañeros, Alexis Sánchez arrancó con la copa fuera del palacio para estar cerca de la gente. Arriba del estrado, levantó el trofeo para que todos los hinchas lo vieran, y sólo segundos después se le unieron los otros campeones.

Alentados por un desafinado Gary Medel armado del micrófono, comenzó a retumbar el Himno Nacional. A esas alturas, la simbiosis entre jugadores y público era total, mágica, genuina, para una noche que prometía ser eterna.

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