Tras el reportaje publicado por El Mostrador, que dio cuenta de situaciones contrarias a las que predica el obispo y que apuntan a conductas de una vida en pareja –impropia del celibato– con otro sacerdote, entre otras cosas, Vargas decidió salir del paso y señaló que «se ha dicho que tenía una vida en pareja con un sacerdote (…) eso es total y absolutamente falso, jamás ha existido algo de esa naturaleza”.
El obispo de Temuco, Héctor Vargas, rompió el silencio tras las acusaciones de “doble moral” , que se refieren a situaciones contrarias a las que predica y que apuntan a conductas de una vida en pareja –impropia del celibato– con otro sacerdote y también a casos de abusos cometidos por religiosos en su diócesis.
En entrevista con Radio Bío Bío, Vargas fue enfático: “No soy homosexual, tengo mi identidad sexual muy clara”.
“Se ha dicho que tenía una vida en pareja con un sacerdote (…) eso es total y absolutamente falso, jamás ha existido algo de esa naturaleza”, añadió.
Adicionalmente, afirmó que él desde el día que asumió como religioso ha dedicado su vida al sacerdocio, por lo que ha respetado el celibato.
Asimismo, puntualizó que no tomará acciones legales, ya que lo considera innecesario.
El obispo también se refirió a la situación de sus pares en Chile tras la renuncia masiva presentada al Papa. Al respecto, dijo que lo hicieron con el objetivo de que el Papa pueda decidir, en consciencia, lo que se debe hacer para reformular el clero en Chile, y dijo esperar que la decisión sobre quienes se mantienen y quienes se van, sea tomada lo antes posible, “por el bien de la Iglesia en Chile”.
Por último, señaló que en la diócesis de Temuco tiene la seguridad de que no existe ningún caso de vulneraciones o abusos e hizo un llamado a que si alguien tiene algún dato diferente, se acerque a denunciar para realizar la investigación pertinente.
Claret sobre la doble moral del obispo Vargas: «Es una realidad que muchas veces es un secreto a voces en la Iglesia»
Ante este cuestionamiento a la doble moral que existe por parte del clero, el integrante de la organización Laicos de Osorno, Juan Carlos Claret, quien ha sido una de las figuras claves en presionar para la salida del obispo Juan Barros, señaló que «lo que ha hecho el reportaje de El Mostrador es precisamente mostrar una realidad que muchas veces es un secreto a voces dentro de la Iglesia».
Para Claret, esto demuestra dos cosas: «En primer lugar, que no es sostenible hoy día mantener una rigidez institucional que lo único que hace es contradecir el desarrollo pleno de la persona humana, y también pone sobre la mesa la condena que históricamente ha realizado la jerarquía de la Iglesia a las relaciones homosexuales, el menosprecio que realizaban al matrimonio y también a la exigencia del celibato», cuestiona.
En esa línea, el vocero de los laicos de la región manifestó que «cuánto quisiera yo que hubiera un obispo homosexual y que pueda desarrollarse sanamente dentro de la Iglesia, sin embargo, estas mismas personas que se creen baluarte de la moral lo que hacen es condenar a personas sensatas que viven su relaciones homosexuales», criticó.