Además de dejar las máquinas flamantes para el inicio de un nuevo desafío, la remoción de lodo, tierra y arena permite a los mecánicos detectar posibles averías y reaccionar a tiempo frente a una posible falla que podría poner en riesgo la continuidad de los pilotos en la competencia.
«¿Se lo lavo jefe?», es la pregunta clásica de quienes se dedican a lavar autos en las calles de distintas ciudades, personajes que definitivamente no estaban en los campamentos del Dakar 2014, donde después de cada extenuante jornada la necesidad de hacer relucir para una nueva prueba las motos, los quads, los automóviles y camiones no era sólo una cuestión de estética.
Esto, porque además de dejar las máquinas flamantes para el inicio de un nuevo desafío, la remoción de lodo, tierra y arena permite a los mecánicos detectar posibles averías y reaccionar a tiempo frente a una posible falla que podría poner en riesgo la continuidad de los pilotos en la competencia.
La firma Kärcher fue, durante la prueba que concluye este sábado, una de las encargadas de montar centros de lavado en Antofagasta y La Serena, y también en las etapas argentinas de San Juan y Salta, en las primeras etapas de la competencia.
Es así como cumplieron la tarea de lavar 350 vehículos al término de cada jornada, desde motos hasta automóviles y camiones de apoyo, en tiempo récord.
Una de las principales características del procedimiento es el uso de tecnología que permite ahorrar hasta el 60% del agua utilizada.
Cada centro requrió un espacio de 500 metros cuadrados, en el cual se montaron sistemas de hidrolavado de alta presión que no utilizan elementos abrasivos ni jabones que atenten contra el medio ambiente. Además, gran parte del agua es reutilizada ya que los centros cuentan con tecnologías de captación y reciclaje.
