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Este Colo Colo no tiene mucha pinta, pero igual enamora…

Este Colo Colo no tiene mucha pinta, pero igual enamora…

El cuadro popular venció por 2- 0 al Atlas, en partido válido por el Grupo 1 de la Copa Libertadores, luego de sacarla barata en la primera parte. En ese lapso, el equipo mexicano dispuso de tres ocasiones claras para haber anotado. El ingreso de Vecchio y los goles del infaltable Paredes volvieron a ser claves.


No es fácil analizar a este Colo Colo que gana sin jugar bien, como ocurrió frente al Atlas por la tercera fecha del Grupo 1 de la Copa Libertadores. Es más: si alguien sólo hubiera podido ver el primer tiempo, y luego se enterara de que el partido concluyó por 2 -0, lo más probable es que pensara que el vencedor había sido el cuadro mexicano.

Pero no. Fue Colo Colo el que, tras superar una fracción inicial muy desfavorable, supo sacudirse a tiempo de su modorra en la segunda etapa para quedarse con el partido y los puntos. Y para que ello ocurriera fue vital el ingreso de Emiliano Vecchio.

No porque el argentino haya hecho un gran partido en los 30 minutos que jugó. Ocurrió simplemente que su estilo directo y encarador contribuyó a desordenar una defensa mexicana que hasta ahí había sido destacada por su orden, tal vez porque nadie de los albos rompía el ritmo lento en que se había desarrollado el duelo.

Atlas venía de enfrentar  al Atlético Mineiro tal como se paró anoche frente a Colo Colo, es decir, regalándole la cancha al adversario para refugiarse en campo propio y salir rápido en contragolpe. Y en Belo Horizonte le fue bien, al punto que se quedó con la victoria.

Obviamente, esta vez repitió el libreto y con ese conservador esquema dejó al desnudo las falencias de un Colo Colo que carece de remate de distancia, de juego por las bandas y futbolistas capaces de despejarse el camino con una pared bien trabajada. Lo peor es que, a todo eso, el Cacique sumaba una ausencia de dinámica que hacía más cómodo y fácil la expedición de Atlas.

En otras palabras, con delanteros en punta excesivamente estáticos, cortar una y otra vez las débiles intentonas albas para los defensores mexicanos no implicaba mayor trabajo.

Jugando así, sin embargo, fue el elenco azteca el que tuvo las ocasiones más claras para llegar al gol durante esa primera etapa. En una pelota perdida por la defensa alba escapó el paraguayo Caballero y su disparo se fue por sobre el travesaño. Corrían apenas cinco minutos. Y sólo rato después, a los 11, Colo Colo quedó mal parado luego de que el Pajarito Valdés cayera víctima de una supuesta falta que el árbitro no cobró, simplemente porque no existía, y el disparo del brasileño Keno, desde el vértice del área grande, se fue rozando el vertical más alejado.

La última de Atlas, acaso la más clara de todas, se produjo en el minuto 38. En una nueva contra, Caballero quedó a tiro de gol por la izquierda, pero prefirió enganchar, hacer pasar de largo a Juan Delgado, quien cubrió desesperadamente la espalda de Fierro, y su disparo de derecha fue desviado al tiro de esquina por Villar en forma portentosa.

Resumiendo: Atlas había dispuesto de al menos tres oportunidades claras para quebrar el cero. Por contraste, Colo Colo no había tenido ninguna. Su ineficacia ofensiva fue tanta, que la única pelota directa que atrapó Vilar fue a los 42’, cuando el Pajarito, viendo a todos sus compañeros marcados, se atrevió a probar de una distancia de 35 metros.

El partido en su segunda etapa, visto lo sucedido, no se antojaba para nada propicio para el Cacique. Menos luego de que Tapia decidiera dejar en los camarines a Delgado, delantero, para hacer ingresar en su lugar a Baeza, un mediocampista. El estratego, estaba claro, prefería resignar la posibilidad de por sí ya escasa de abrir la cancha para meter a un volante que tenía como misión lograr que el Atlas no siguiera tocando con tanta libertad en el mediocampo cuando los albos perdían la pelota.

A los 57 minutos se produjo el cambio clave en el Cacique, porque el ingreso de Vecchio significó cambiarle el ritmo ofensivo a Colo Colo, hasta ahí sin ideas y demasiado previsible. Ya se dijo: el argentino no fue ni con mucho el salvador del equipo, pero con su estilo directo, sus enganches y su dribling, le puso a la defensa mexicana tareas que hasta ese momento no había tenido.

El pasado fin de semana se dijo que Colo Colo le seguía prendiendo velitas a “San Paredes”. El título perfectamente podría repetirse. Porque fue nuevamente su mejor delantero quien  anotó los goles que, al cabo, significarían el triunfo y los puntos.

El primero, de penal, luego que Medina empujara a Valdés que corría a recepcionar un centro de Suazo tras buena combinación con Paredes. Orosco, árbitro del partido, ubicado a un par de metros de la incidencia, no dudó en marcar el punto penal. Y Paredes, con la suficiente clase y oficio como para que no le tiemblen las piernas en una instancia trascendental como esa, la puso en el rincón opuesto a la volada que intentó el meta argentino del Atlas.

El segundo, cuando ya los mexicanos, con diez jugadores por expulsión de Kannemann, por doble amarilla, mostraban un desorden que hasta ahí habían soslayado. En una rápida salida Baeza se la metió profunda a Fierro, quien no quedó fuera de juego por milímetros, para meter el centro que en la boca del arco empalmó Paredes con toda la defensa visitante corriendo desesperada hacia su arco, tratando de recuperar posiciones.

En suma Colo Colo no gusta, pero suma. No convence, pero igual gana, al menos en su cancha.

Un autor de letras de tango podría escribir que “no tendrá mucha pinta, pero igual enamora”.

Pormenores

Estadio Monumental

Público: 40 mil personas, aproximadamente.

Arbitro: Raúl Orosco (Bolivia), quien mostró amarilla a Valdés y Beausejour, de Colo Colo, y a Venegas, Kannemann, Castillo y Millar, de Arlas. A los 80’ expulsó a Kannemann, por doble amonestación.

Colo Colo: Villar; Fierro, Vilches, Barroso, Beausejour; Valdés (79´ Cáceres), Pavez, Suazo; Flores (57´ Vecchio), Paredes y Delgado (46´ Baeza).

Atlas: Vilar; Pérez, Venegas, Kannemann, Castillo; Medina (83´ Suárez), Rodríguez, Millar (83´ Arreola), González; Keno (71´ Ramírez) y Caballero.

Goles: Paredes (penal) a los 69´, y a los 90´.

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