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La conflictiva historia de los millonarios hermanos Mosa abarca desde el mall de Castro hasta Colo Colo

La conflictiva historia de los millonarios hermanos Mosa abarca desde el mall de Castro hasta Colo Colo

Tras la salida de Arturo Salah, Anibal Mosa, el accionista mayoritario de ByN, se transformó en el nuevo timonel del cuadro albo y junto a él estará como vicepresidente, el economista Paul Fontaine, y los miembros electos del directorio: Leonidas Vial, Pablo Morales (del bloque de Mosa), Pedro Grau, Leonardo Battaglia y Alfonso Gómez, mientras que en representación del Club Social y Deportivo Colo Colo estarán Alejandro Zúñiga y Pablo Acchiardi.


En Puerto Montt Jackob y Aníbal Mosa Shmes son famosos por sus negocios y por un largo historial de conflictos.

De partida, ambos separaron aguas. Aunque se llevan bien, sus personalidades son muy distintas. Jackob (49), es descrito como trabajólico y el gestor del portentoso patrimonio que abarca los malls Paseo Costanera y Paseo del Mar, los más importantes de Puerto Montt, el de Castro – cuya construcción ha sido cuestionada -, el que está por terminarse en Puerto Varas, tres hoteles e innumerables terrenos.

Aníbal (44) está más acostumbrado a la buena vida que al trabajo. “Tiene un auto descapotable Mitsubishi Eclipse, aunque capaz que lo haya cambiado, una casa a orillas del lago Llanquihue en Puerto Varas, es soltero y ha tenido algunos problemas de adicción”, afirman ex ejecutivos que trabajaron en el holding Pasmar, que agrupa las inversiones de los Mosa.

La fortuna – estiman- oscila entre  US$300 y US$400 millones y de esa cifra Aníbal tendría US$60 millones.

A la hora de dividirse los negocios Jacko, como le dicen, se quedó con los malls.

Y en el caso de los supermercados Full Fresh, Aníbal prefirió mantener la operación –una opción atractiva por la caja- y Jacko, los locales.

Cuando Southern Cross compró la cadena en US$75 millones sólo incluyó la marca y el derecho de llaves. “Siempre en los contratos se establece que no se puede ceder el arriendo sin el permiso el propietario. Y como Jacko es el dueño de los locales  Aníbal tuvo que pedirle autorización y pagarle un porcentaje de la venta a Jacko”, explican los ex ejecutivos consultados.

Southern Cross no hizo un gran negocio, ya que el precio del arriendo es altísimo y una de las causas de que Supermercados del Sur se quedara sin liquidez y debiera ser vendida a Alvaro Saieh.

Como Jackob, de 49 años, es el que toma las decisiones de inversión a muchos de los que los conocen le sorprendió que fuera su hermano menor quien comprara el 11,08% de Colo Colo, que pertenecía al Presidente Sebastián Piñera, el 28 de diciembre de 2010, en US$5,8 millones.

Detrás no había –ahora no se puede decir lo mismo- un afán de figuración o de popularidad. La idea era potenciar el área más alicaída de la familia: los hoteles Don Vicente –el tradicional Vicente Pérez Rosales- y Costanera, camino a Chinquihue y muy cerca de la cotizada Marina del Sur, del fallecido Felipe Cubillos y donde tienen sus yates Agustín Edwards y Guillermo Luksic.

“Los hoteles están vacíos, todos pierden plata. Había que producir movimiento y hace tiempo que le estaban dando vueltas al fútbol, porque si van equipos a jugar a Puerto Montt implica pasajeros”, explica un ex ejecutivo del holding. En algún minuto, los Mosa quisieron comprar Deportes Puerto Montt, pero la operación no prosperó. En el verano Aníbal Mosa negoció la compra de Deportes Antofagasta, ofreció US$40 millones, pero tampoco llegó a puerto. Le interesaba el potencial inmobiliario de los terrenos vecinos al estadio del club cedido por la municipalidad.

El afuerino del directorio

Aunque entró a Colo Colo como negocio le ocurrió lo que a tantos accionistas de las nuevas sociedades deportivas: le gustó la exposición pública. Tanto que lanzó su candidatura a la presidencia. Más que propositiva su foco se centró en criticar la gestión de Hernán Levy. Declaró su amor por el equipo: “lo mío no es lucrar: lo mío fue y será una inversión al alma de Colo Colo, al alma de Chile, al corazón de los chilenos”, sostuvo en El Mercurio.

Asiste a los partidos con la camiseta de Colo Colo, grita, y se sienta en la tribuna destinada al directorio solo. Mientras, la mayoría de los integrantes se acompañan unos con otros. La garra blanca que apoyaba a Levy cambió de postura inmediatamente después del anuncio de Mosa de llegar a ser la cabeza del club. Comenzaron los cánticos en contra de Levy en los partidos, culminando con un partido en que el cuadro albo cayó ante La Serena en el estadio Monumental, donde unos cinco mil hinchas portaban globos blancos con la leyenda escrita “que se vaya Levy”.

Sindicado como uno de los que estaría detrás de esa campaña, Aníbal Mosa declaró en esa oportunidad a La Tercera que “tengo mis diferencias con Levy pero no soy tan sucio ni cochino como para financiar una campaña en su contra”.

Sin embargo, la garra blanca nuevamente entró al ruedo, cuando fueron a insultar a León Vial, director de Blanco y Negro, afuera de las oficinas de Larraín Vial. También se le ha sacado en cara su amistad y su relación de negocios con José Yuraszeck, su socio en CIC, y director de la U, eterno rival de Colo Colo.

La renuncia de Levy fue inesperada. Tenía asegurada la reelección. “Mi sensación es que ha recibido amenazas de la garra blanca”, afirmó un directivo de Colo Colo.

Mosa no es parte del ADN del directorio de Blanco y Negro, en el que todos poseen vínculos empresariales o de amistad. El renunciado Levy nombró con sus votos a los empresarios Pedro Grau y Martín Krauss, uno ligado a los materiales de construcción y el otro, a las ópticas Rotter & Krauss. León Vial se representa a sí mismo con acciones propias y, a través de la corredora Larraín Vial, posee otro paquete que le permitió nombrar a Andrés Vicuña, socio de Embonor, la licenciataria de The Coca Cola Company en el norte del país. Mientras, el Club social y deportivo Colo Colo, que otorgó la concesión a Blanco y Negro, había designado a Ramón Yávar, ex ejecutivo de Enersis, y a José Tomás Errázuriz, socio del estudio Barros y Errázuriz, quien reemplazó a Cristián Varela cuando asumió la vicepresidencia de la ANFP. Completó  la mesa Felipe Bertin, quien dejará el cargo, porque vendió su 9% a Larrain Vial, por lo que ahora la corredora y León Vial podrán designar a tres miembros en el directorio en la próxima junta de accionistas en abril.

Querellas, incendios y golpes

Jacko y Aníbal tenían diez y cinco años cuando llegaron desde Siria a Chile en septiembre de 1973. Aquí vivían dos ramas de primos: los Vayelle en Osorno, y los Jano en Valdivia. Los primeros son los fundadores de la cadena supermercados Bigger y Makro; los segundos, de los Hiperúnico. Los Mosa harían lo mismo en Puerto Montt con la cadena Full Fresh.

Todos terminaron peleados con todos. Los Jano con los Vayelle, porque éstos últimos invadieron su territorio instalando un Bigger en Valdivia.

“Los Jano comenzaron una feroz guerra de precios.. El whisky Johnny Walker más barato en Chile se vendía en Valdivia”, cuenta el ex gerente de una desparecida cadena de supermercados de Santiago. Los Vayelle fueron grandes mayoristas de alcohol y magnates en Osorno, pues su cadena era la más grande de la región. Líder y Santa Isabel se instalaron en Osorno, pero no pudieron contra Bigger que fue comprada por el fondo Southern Cross.

Los Mosa se enemistaron a muerte con los Jano por una antigua historia de unos vales vista que, misteriosamente, llegaron a manos de uno de los Jano después del accidente de auto en que murió el papá de los Mosa a mediados de los 80. El primo los fue a cobrar, el banco le avisó a Jacko Mosa, quien no tenía idea de la existencia de esos papeles, y se enfureció con su pariente.

En 2013 Gabriel Jano y Jacko  Mosa se fueron a las manos. Mosa contrató a Álvaro Morales, socio del estudio de Luis Hermosilla, y presentó una querella por lesiones y amenazas en contra de su primo en el Juzgado de Garantía de Río Negro. Las relaciones de negocios son complicadas, puesto que Mosa posee un terreno para construir un centro comercial en Valdivia donde los Jano tienen uno al que le ha ido mal por su ubicación.

Una pelea histórica fuera del ámbito familiar es la de Jacko Mosa y Claudio Fischer, el empresario socio de la cadena de casinos Dreams y de Aqua Chile. Todo comenzó cuando se remató el hotel Vicente Pérez Rosales: Mosa compró el inmueble y Fischer se quedó con la marca, porque ofreció más plata. “Mosa se picó y compró la casa que está debajo de la Fischer en Puerto Montt, que tiene hasta helipuerto, y se la arrendó a un restorán. No es agradable soportar olores de comida”, cuenta el ejecutivo del holding Pasmar.

Fischer tomó revancha y adquirió en una licitación el sitio aledaño a la estación de buses en la costanera de Puerto Montt, a mil metros del mall Costanera de Mosa. Construyó estacionamientos subterráneos  junto a locales comerciales que compiten con la oferta de Mosa. “En la estación circula mucha gente y en la semana es un gran negocio. Los malls se llenan sólo los sábados y domingos”, sostiene una fuente ligada al sector inmobiliario de Puerto Montt. Cualquier terreno que se vende en Puerto Montt lo compran Fischer o Mosa. Por eso se habla de que juegan al Metrópoli.

Mosa ha puesto fichas en toda la región: edificó un centro comercial en Puerto Varas y tiene el de Castro. “Son proyectos a 12 años plazo,  pero así se asegura que no le llegue competencia del mall Plaza o del Parque Arauco que están en regiones. Su apuesta puede ser vender todos los malls a alguna de estas empresas”, afirma la misma fuente.

Los conflictos de la familia también abarcan incendios y detenciones policiales. En Puerto Montt todavía se recuerda cuando quemaron la casa que ocupaba Jacko Mosa, donde había constantes fiestas. Y un episodio en el hotel Don Vicente en el contador fue golpeado con el libro de cuentas por Aníbal. Llegaron los carabineros y se lo llevaron detenido.

El largo camino para ser cacique en Colo Colo

El viernes se efectuó la Junta Ordinaria de Accionistas de Blanco y Negro, concesionaria que administra Colo Colo, aprobándose la conformación del nuevo directorio, eligiendo a Mosa como su nuevo presidente por los próximos tres años.

Tras la salida de Arturo Salah, Mosa, quien es el accionista mayoritario de ByN, será el nuevo timonel del cuadro albo y junto a él estará como vicepresidente, el economista Paul Fontaine, y los miembros electos del directorio: Leonidas Vial, Pablo Morales (del bloque de Mosa), Pedro Grau, Leonardo Battaglia y Alfonso Gómez, mientras que en representación del Club Social y Deportivo Colo Colo estarán Alejandro Zúñiga y Pablo Acchiardi.

De esta forma, su anhelo y mayor sueño se convertía en realidad, lo cual se logró gracias al apoyo del Bloque de Vial y de Hernán Levy, aunque sin los dos votos del Club Social y Deportivo.

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