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[Opinión] La Roja ante Paraguay: de homenaje a los campeones a “partido maldito»

[Opinión] La Roja ante Paraguay: de homenaje a los campeones a “partido maldito»

La intención de rendir honores al equipo campeón de la Copa América tropezó con la suma de varias deserciones, entre lesionados importantes y la decisión de tres referentes –Bravo, Vargas y Vidal- de restarse del amistoso con un doloroso e impensado, “no cuente conmigo, profe”.


En Juan Pinto Durán y Quilín, el amistoso de Chile con Paraguay se fue transformando con el paso de los días en “el partido maldito”, según el calificativo confidencial de varios integrantes del núcleo principal de la Selección Chilena y de la ANFP. Un juego que originalmente se planteó -según el reconocimiento del propio entrenador Jorge Sampaoli- como una suerte de homenaje a los campeones de la Copa América, sin trascendencia relevante para la preparación debido a que no se pensó en convocar jugadores de recambio, luego devino en un encuentro lleno de imprevistos y complicaciones fuera de programa.

Incluso, la frase “no cuente conmigo, profe” resuena en los pasillos de Pinto Durán con porfiada recurrencia, replicando el malestar que produjo en el orgullo del seleccionador la decisión de varios automarginados. El primero fue Eduardo Vargas, escudado en las necesidades personales de su integración reciente al Hoffenheim alemán. Luego, el portero Claudio Bravo sorprendió a todos -el medio, directivos y Sampaoli incluidos- cuando prefirió permanecer entrenando solo en el Barcelona -gran parte del plantel juega esta jornada por España- en vez de sumarse al equipo que le reconoce como su líder natural.

Y el penúltimo, el chileno-suizo Francisco Rodríguez, convencido de que no le motiva tanto ponerse la camiseta roja como la de su país de nacimiento. El caso de Arturo Vidal también clasifica entre los que no quisieron jugar este compromiso -o no pudieron, claro- desde el momento en que dijo no sentirse “en condiciones” o, simplemente, no llegó en condiciones al lugar de concentración. Paradójicamente, este viernes el volante ya había recuperado su ánimo para entrenar junto a un par de compañeros del Bayern germano.

Al fin, el recuento de las seis bajas exige agregar a las deserciones a los lesionados Charly Aránguiz y a Paulo Garcés, que estarán largo rato ausentes de las citaciones.

En el umbral de las clasificatorias, el amistoso de este sábado pudo ser una valiosa prueba para chequear las eventuales figuras de relevo -jóvenes emergentes o jugadores de menores convocatorias en el proceso-, pero su condición de “homenaje” a los campeones le quitó esa trascendencia que merecía por tratarse del último apronte antes de Brasil.

En rigor, frente a un Paraguay exento de sus estrellas fundamentales, el partido tendrá una tonalidad distinta, incluso enmarcado en cierta aureola polémica por la ausencia de tres referentes -Bravo, Vidal y Vargas dijeron “no cuente conmigo, profe”- y que no se motivaron con la invitación a una cita que era una fiesta hasta que las circunstancias de los últimos 15 días le colgaron un fatídico cartel de “partido maldito”…

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