El goleador «charrúa» puso punto final a su incidente con el defensa chileno.
La escena pasó algo inadvertida en medio de la tristeza por la goleada.
Lo cierto es que tras el pitazo final el ofendido Edison Cavani se acercó al grupo chileno y saludó a la mayoría de los jugadores. Al comienzo no encontró a Gonzalo Jara, pero terminó por encontrarlo.
Allí el charrúa lo palmoteó y conversaron brevemente.
Jara no quiso revelar el tenor del diálogo, pero después lo explicitó el mismo Cavani.
«Jara se me acercó al final del partido; me pidió disculpas y le dije que estaba todo bien y asunto cerrado».
Está dicho: la venganza uruguaya fue rotunda y meramente futbolística.
