El diario deportivo Sport de España no tuvo piedad con el jugador del Bayern Munich, haciendo eco de las conversaciones informales de Jorge Sampaoli con periodistas deportivos locales en 2015 sobre sus episodios de indisciplina, y que curiosamente salieron a la luz una vez que Chile quedó fuera del mundial. El propio casildense salió al paso de las críticas al volante nacional, señalando que «he valorado y valoro todo lo que Arturo ha hecho por la selección de su país, y fue un auténtico lujo tenerlo en mi estructura de equipo».
Las conversaciones supuestamente en off que el ex técnico de la selección chilena Jorge Sampaoli sostuvo con periodistas deportivos de distintos medios sobre los episodios de indisciplina del volante Arturo Vidal, y que casi por arte de magia salieron a la luz pública inmediatamente después que Chile viera frustrado su objetivo de clasificar al Mundial de Rusia 2018 -a pesar que se remontan a 2015-, se convirtieron en el comidillo de medios especializados que no tuvieron piedad a la hora de referirse al jugador del Bayern Munich y uno de los pilares de la denominada «generación dorada» del fútbol chileno.
Uno de ellos fue el diario deportivo español Sport, que para resumir los entretelones de lo publicado en medios locales con los dichos del ahora seleccionador argentino sobre el problema que tenía el jugador con el alcohol -anécdotas includas- no dudó en subir un artículo con un titular demoledor: «Vidal, el borracho de Chile».
Y aunque en la cancha son 11, el también denominado «Rey Arturo» se convirtió así en el chivo expiatorio de todo un proceso donde se entremezclaron episodios de indisciplina con malas decisiones del cuerpo técnico encabezado por Juan Antonio Pizzi.
Los focos se volcaron hacia él pocos minutos después del partido que «La Roja» perdió con Brasil por 3-0 en Sao Paulo, al viralizarse por las redes sociales un mensaje de la esposa de Claudio Bravo que felicitaba a este último por su cometido en la selección y al mismo tiempo acusaba a otros de no haber estado a la altura al llegar a los entrenamientos en estado de ebriedad. El propio Bravo no desmintió a su mujer y por el contrario, dijo que cada uno de los jugadores debía hacerse responsable de sus actos. Y poco ayudó que esta semana también saliera su suegra a decir que las juergas eran algo habitual en el camarín.
Vidal, que se perdió el duelo ante Brasil por acumulación de tarjetas amarillas y debió conformarse con ver el cotejo por televisión desde Alemania, transitó así desde la gloria al repudio generalizado: todos se acordaron de su controvertido accidente carretero en el que destruyó un lujoso Ferrari después de una regada noche en el casino, pero no de que, pocos días antes, cuando Ecuador empataba con Chile en el Estadio Monumental y sepultaba por anticipado sus ya cuesta arriba posibilidades de disputar la Copa del Mundo, se puso el traje de héroe y recuperó una pelota que permitió a Alexis Sánchez ponerle la firma a un triunfo que resucitó a todo un país… al menos por unos días.
¿Y si Vidal hubiera jugado en Sao Paulo? ¿Y si con él en la cancha, dada su innegable jerarquía, Chile hubiera perdido por menos y estuviera ahora en repechaje? ¿Sería el «borracho» de Chile? ¿Los periodistas habrían revelado lo que hace dos años les dijo Sampaoli, predicción incluida de lo dificil que era llegar a Rusia? ¿Sería todo el medio como el hincha del video que circuló en las redes, que primero despotricó en el Monumental y a los segundos, al escuchar el gol, se deshizo en halagos para la selección? Preguntas sin respuesta y a estas alturas solo dignas de una tertulia de amigos.
Lo relevante ahora es lo que dijo Sampaoli en las últimas horas al diario español Marca, sobre Arturo Vidal. «Tengo un gran respeto personal y profesional por Arturo. Antes y ahora. Sigo considerándolo el mejor volante mixto del fútbol actual, amén de sentir mucho agradecimiento por lo que nos dio».
Y concluyó, esta vez en ‘on’ que «he valorado y valoro todo lo que Arturo ha hecho por la selección de su país, y fue un auténtico lujo tenerlo en mi estructura de equipo».
