En el escrito presentado por el organismo ante el TDLC se señala que la operación de las dos aerolíneas puede “acarrear graves y nocivos efectos en materia de competencia que van mucho más allá de la ruta Santiago-Sao Paulo, como ha informado el señor Fiscal Nacional Económico, y por tanto, la presente operación debiera ser conocida por parte de este Tribunal”, añadiendo que “el comportamiento de Lan frente a la competencia no es ni ha sido el adecuado a nivel interno como externo”.
Cada vez más los consumidores están dispuestos a defender sus intereses ante las grandes compañías, reclamando y alzando la voz cuando son pasados a llevar. Esto ocurrió el jueves cuando Conadecus (Corporación Nacional de Consumidores y Usuarios de Chile) decidiera presentar una solicitud para analizar la fusión entre las líneas aéreas Lan y Tam, lo cual derivó en la suspensión de la fusión de ambas empresas anunciada en agosto pasado.
El presidente de Conadecus, Hernán Calderón, dijo estar contento por la acogida que tuvo la petición del organismo el Tribunal de Defensa de la Libre Competencia (TDLC), pero que le llama la atención que ninguna autoridad haya emitido opinión alguna o se haya mostrado preocupado por los efectos que el negocio tendría para los usuarios.
Calderón explicó a radio Cooperativa que «nos motivó hacer esta petición de que se llame a una consulta de todos los actores interesados porque creemos que es de interés de los consumidores, de los usuarios opinar sobre las fusiones».
Añadió que la principal preocupación de Conadecus es que la fusión afecte los derechos de los usuarios de las líneas aéreas por «la posición dominante que tiene Lan en el mercado chileno y también por la monopolización del mercado a través de estas fusiones».
El organismo, en tanto, emitió un comunicado en donde expresa que “participará de este proceso de Consulta, en representación de los consumidores, sobre la base de fallos ya dictados por el TDLC en torno al negocio aéreo y siempre teniendo en consideración principios de competencia y libertad, y el debido respeto a los derechos de los consumidores”.
En el escrito presentado por el organismo de defensa de los consumidores ante el TDLC se señala que la operación de fusión de las dos aerolíneas puede “acarrear graves y nocivos efectos en materia de competencia que van mucho más allá de la ruta Santiago-Sao Paulo, como ha informado el señor Fiscal Nacional Económico, y por tanto, la presente operación debiera ser conocida por parte de este Honorable Tribunal”.
El texto añade que la industria aérea no es cualquier industria, debido a que su tamaño, alcance e implicancias “desde el punto de vista de la competencia han sido de vasta literatura de competencia nacional desde las ya extinguidas Comisiones Resolutivas y Preventivas”.
Asimismo, Conadecus explica que el Plan de Autorregulación Tarifaria de Lan está directamente relacionado con el grado de competencia en rutas internacionales “toda vez que determinadas tarifas en rutas internas y no competitivas tienen como referencia para su determinación tarifaria, rutas internacionales, entre otras”.
Un punto relevante del documento presentado ante el TDLC es que a juicio de la entidad de defensa de los consumidores, “el comportamiento de Lan frente a la competencia no es ni ha sido el adecuado a nivel interno como externo”.
También explica las razones por las cuales Conadecus debe ser parte observante de este proceso de fusión, dado que “por un tema de transparencia hacia el mercado y los consumidores y siempre en beneficio de la competencia”, el tribunal debiera conocer el asunto.
“El problema en cuestión es que esta industria es poco competitiva”, argumentan y explican que esto se demuestra con las sentencias judiciales que ha habido sobre la industria aérea.
Además, precisa que “existen presunciones fundadas en cuanto a que los efectos de la presente fusión serían negativos dados los altos niveles de concentración ya existentes, el entorno poco competitivo de la industria y una legislación restrictiva en la materia”.
En tanto, el diario El Mercurio señala que una serie de organismos como la Dirección General de Aeronáutica Civil de Chile (DGAC) y otros como el Sernac, podrían ser consultados en torno al proceso de unión de las dos compañías por el tribunal.
Según Calderón, es necesario que el Sernac entregue al TDLC su opinión sobre la fusión y cómo afectará al público esto, agregando que otro estamento a consultar es el Ministerio de Relaciones Exteriores porque las líneas aéreas realizan vuelos internacionales.
En propias palabras de Calderón, “faltó un proceso que recabara las opiniones de todos los organismos e instituciones que puedan sentirse afectadas con la alianza, o que tengan un interés legítimo en ella”.
La acción tomada por Conadecus marcaría un precedente para eventuales fusiones de empresas, ya que cualquier compra de una compañía por parte del competidor podría ser trabada por terceros que no tienen participación en el negocio.
Hasta este dictamen, todos los procedimientos de este tipo eran iniciados por las partes involucradas o por la Fiscalía Nacional Económica.
Según La Tercera, que cita a un abogado de la plaza, este dictamen es “muy grave para el sistema”.
