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Ministro De Solminihac minimiza impacto de huelga en las minas de cobre

La producción minera de Chile se desplomó en julio un 14,8 por ciento en comparación con el mismo mes de 2010, su mayor caída desde 2003, a consecuencia de la huelga de dos semanas en la mayor mina de cobre del mundo y las inusuales nevadas en el norte del país.


El ministro de Minería, Hernán de Solminihac, minimizó este miércoles el impacto económico de la reciente huelga en el yacimiento Escondida y confió en que este sector recupere sus niveles de producción.

La producción minera de Chile se desplomó en julio un 14,8 por ciento en comparación con el mismo mes de 2010, su mayor caída desde 2003, a consecuencia de la huelga de dos semanas en la mayor mina de cobre del mundo y las inusuales nevadas en el norte del país.

La huelga que terminó el pasado 5 de agosto supuso, para la minera controlada por la anglo-australiana BHP-Billiton, dejar de producir unas 40.000 toneladas de cobre por un coste de unos 400 millones de dólares.

«Por ahora» esta paralización no ha tenido «un impacto significativo» para la economía del país, aseguró Solminihac en una entrevista con Efe en Sídney.

El ministro apuntó que confía en que la paralización de la producción minera «haya sido un tema temporal».

Por ello, explicó Solminihac, el Gobierno está «monitoreando» el desarrollo de las relaciones entre las empresas y los trabajadores, actores de este conflicto a los que se ha pedido tener «conciencia del impacto que tiene una reducción en la producción» del cobre en Chile.

La actividad minera, que genera unos 45.000 millones de dólares, es uno de los principales motores de la economía chilena porque aporta un 20 por ciento del Producto Interior Bruto (PIB) y representa más de la mitad del valor de las exportaciones del país sudamericano.

El Gobierno del Presidente, Sebastián Piñera, lanzó recientemente un ambicioso plan de inversiones en el sector minero de 67.000 millones de dólares en los próximos ocho años y se espera que este contribuya a convertir a Chile en un país desarrollado al final de la década.

Esta apuesta coincide con el alto precio alcanzados por los minerales preciosos como el oro y la plata, una coyuntura que para Solminihac es la adecuada para invertir en la industria.

En medio de temores de una próxima recesión y tras la última crisis financiera que Chile eludió gracias a la minería, el ministro aconsejó aprovechar del «boom» de los precios de los minerales antes de que comiencen a descender de precio.

Asimismo, Solminihac aseguró de que su Gobierno persigue redistribuir la riqueza generada por la actividad minera para evitar conflictos violentos como han sucedido en países vecinos como Perú.

En ese sentido, el ministro citó de ejemplo un nuevo impuesto a la gran minería, también conocido como «royalty», y que fue aprobado el año pasado.

A raíz de esa medida, «hoy día están llegando estos ingresos y parte de estos van a las regiones que producen estos minerales», enfatizó el ministro de Chile, donde un 11,4 por ciento de una población de 17 millones de habitantes vive en situación de pobreza y un 3,7 por ciento de indigencia.

Sin embargo, Solminihac evitó pronunciarse sobre un pedido aporte financiero de su sector para aliviar la grave crisis en la educación por los altos costes de los estudios o de una eventual reforma a la Ley del Cobre.

Solminihac, que realiza una gira de cinco días por Australia, tiene previsto suscribir el próximo viernes con el ministro de Energía y Recursos Naturales de Australia, Martín Ferguson, un memorándum de entendimiento en materia de cooperación.

Mediante este convenio se buscará analizar la adecuación de la tecnología australiana en Chile, la participación de las empresas mineras medianas en la bolsa de valores y el país sudamericano compartirá su conocimiento en minas subterráneas.

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