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El plan de referéndum de Papandréu abre una crisis política y hunde bolsas

La Bolsa de Atenas cerró con un retroceso del 6,92 % y los principales bancos cayeron más del 10 %, mientras que la prima de riesgo griega -el diferencial de la deuda a diez años en relación al «bond» alemán- se disparó hasta los 2.260 puntos, desde los 2.025 puntos de ayer.


La decisión de Atenas de someter a un referéndum el segundo rescate a Grecia ha causado un auténtico terremoto fuera y dentro del país, reflejado en el desplome de las bolsas y en la exigencia de elecciones anticipadas por parte de un número creciente de parlamentarios griegos.

El temor a que los ciudadanos griegos digan «no» al plan de rescate aprobado por la Eurozona, que incluye impopulares medidas de ahorro a cambio, entre otros, de una condonación del 50 % de la enorme deuda del país, se apoderó hoy de los mercados en el Viejo Continente, donde las bolsas sufrieron pérdidas generalizadas.

La Bolsa de Atenas cerró con un retroceso del 6,92 % y los principales bancos cayeron más del 10 %, mientras que la prima de riesgo griega -el diferencial de la deuda a diez años en relación al «bond» alemán- se disparó hasta los 2.260 puntos, desde los 2.025 puntos de ayer.

Y es que la propuesta ayer de Papandréu ha caído como un jarro de agua fría y ha borrado el optimismo que generó el acuerdo alcanzado la semana pasada para el rescate a Grecia.

«En un asunto que determina el futuro del país, el ciudadano tiene la primera palabra», declaró inesperadamente Papandreú anoche, después del cierre de los mercados, ante los 153 correligionarios del grupo parlamentario socialista.

Dos diputadas de Papandréu han rechazado hoy esa propuesta y una de ellas se ha declarado independiente, por lo que la mayoría absoluta del gubernamental Pasok ha quedado reducida a 152 escaños de un total de 300, y crecen los rumores sobre que haya más deserciones.

Ante este panorama, la oposición ha intensificado su exigencia de que se convoquen nuevas elecciones, dando aún más si cabe la espalda a las peticiones de apoyo a sus planes de ahorro y al plan de rescate que había formulado Papandréu.

Antonis Samaras, líder del mayor partido de la oposición, el conservador Nueva Democracia, aseguró hoy que la celebración de elecciones es «una necesidad nacional».

«En estos momentos decisivos, tengo la responsabilidad histórica de hacer todo lo necesario para que no se ponga en peligro la perspectiva europea y el futuro de Grecia», ha manifestado el dirigente conservador.

La agencia de calificación de riesgos Fitch ha alertado de que un resultado negativo en el referéndum propuesto por Papandréu aumentaría el riesgo de una quiebra forzada y desordenada y de una salida de Grecia del euro. Ambos escenarios «tendrían implicaciones financieras severas para la estabilidad financiera y la viabilidad de la Eurozona», advirtió Fitch.

Mientras el Consejo de Ministros se reunía en la tarde del martes, convocado de forma urgente por Papandréu, los socios de la Eurozona se han mostrado irritados y preocupados por la decisión del mandatario heleno.

El presidente de Francia, Nicolas Sarkozy, y la canciller alemana, Angela Merkel, afirmaron que la aplicación del acuerdo alcanzado «es más necesaria que nunca».

En un comunicado difundido por el Palacio del Elíseo, Sarkozy y Merkel defendieron el plan para un nuevo rescate a Grecia.

Ese plan incluye proporcionar a Grecia una ayuda financiera de 130.000 millones de euros y la condonación de unos 100.000 millones de euros, el 50 por ciento, de lo que adeuda Grecia.

Papandréu viajará mañana a Cannes para informar a sus socios europeos sobre su propuesta de referéndum.

En el Parlamento de Atenas comenzará mañana el debate sobre la moción de confianza que el propio primer ministro ha pedido que sea votada el próximo viernes.

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