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Bancos aprietan a los factoring y crisis de liquidez llega a las Pymes

Iván Weissman S
Por : Iván Weissman S Editor El Mostrador Semanal
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El problema de financiación de los factoring no bancarios es para las empresas pymes una verdadera crisis de liquidez. Su impacto se podría ver en unos meses más reflejado en las tasas de empleo, ya que a pesar que representan un porcentaje pequeño del PIB, son los mayores creadores de trabajo.


Las turbulencias financieras ya se están haciendo sentir en la economía real. La estrechez de liquidez a la que se enfrentó la banca chilena a fines del año pasado se traspasó ahora a la industria del factoring no bancario. El resultado es que las condiciones de financiamiento para la pequeña y mediana industria han sufrido un abrupto deterioro y ésto podría tener un fuerte impacto en el empleo, ya que se estima que 8 de cada 10 nuevos puestos de trabajo son creados por empresas pymes.

Un alto ejecutivo de un factoring no bancario, dijo que los bancos se están cerrando al alto riesgo y poniéndoles presión. “Los bancos nos están apretando y nosotros no tenemos más alternativa que pasarle estas mayores tasas a nuestros clientes”, señaló a El Mostrador.

Agregó, que los bancos les han restringido las líneas de crédito muy fuertemente. Los costos han subido y hay menores plazos. “Antes podías pedir créditos a uno o dos años; hoy día sólo a 90 o 180 días”, protestó el ejecutivo, quien prefiere no divulguemos su nombre por temor a enemistarse con los bancos con los cuales trabaja.

En la crisis del 2008, el financiamiento para el factoring no bancario prácticamente se cerró, y algunos analistas temen que pase lo mismo si la actual crisis financiera se profundiza y golpea de lleno a la economía chilena. El Ministro de Hacienda, Felipe Larraín, ya advirtió que las condiciones para la economía nacional se han empeorado más rápido de lo que se pensaba. Por su parte, el Banco Central reveló su preocupación hace un par de semanas cuando sorprendió al mercado al cortar en 25 puntos base la Tasa de Política Monetaria.

[cita]El dueño de una empresa del sector tecnológico, que factura alrededor de $ 900 millones al año, cuenta que de Diciembre a Enero la tasa que le cobra la empresa de factoring con la que trabaja hace años subió de 0.79% a 2.2%. Y nos mostró el mail de la empresa -que es un factoring no bancario – en el cual explican que se ven forzados a subir la tasa, porque el banco que los financia los está “apretando”.[/cita]

Marcelo Achondo, miembro del directorio de ANFAC, la Asociación Nacional de Factoring no Bancario, confirmó que la situación se está agravando. “Hay menos margen para trabajar, ya que como hay más riesgo, los bancos están subiendo los precios y las condiciones”. La ANFAC financia al 80% de las empresas que facturan hasta 2.500 UF.

Los factoring ligados a bancos no sufren el mismo problema, pues tienen las espaldas de sus matrices.

Dante Montes, ejecutivo de BICE Factoring, dijo que efectivamente a fines del año pasado la estrechez de liquidez que afectó a la banca los obligó a subir las tasas a sus clientes, pero que la situación ya se había estabilizado.

Sin embargo, no ha mejorado la perspectiva para los factoring no bancarios. Varios ejecutivos acusaron que algunos de sus «rivales banqueros» se están aprovechando de la situación para quitarles sus mejores clientes. «Con lo que podemos ofrecer no puedes tomar un cliente bueno, porque no tienes margen de utilidad y un cliente bueno te va a discutir el descuento, de lo cual el factoring bancario se aprovecha para ofrecerle mejores márgenes”, explica uno de los ejecutivos.

Un analista financiero señala que las filiales de factoring bancarias les están prestando a las mismas tasas a estos buenos clientes. En la crisis de 2008 pasó lo mismo. Es una tendencia llevarse a los clientes buenos. Según él, estos representan hasta un 20% de la cartera de una empresa de factoring no bancario.

Para los bancos la única forma de crecer es sacando clientes de otras partes. Los clientes de factoring que mejoran su situación son atractivos para los bancos.

Otro miembro del directorio de ANFAC, y dueño de un factoring, cuenta que la presión de los bancos es muy fuerte.  “Te están pidiendo más garantías y aval de socios sólo para mantener la misma línea de crédito”, explica. El Santander es el más agresivo –dice- y no están prestando plata a los factoring no bancarios. Te llaman y te dan un plan de pago: “Queremos que se salde en 30 o 90 días”.

El problema de financiación de los factoring no bancarios es para las empresas pymes una verdadera crisis de liquidez. Su impacto se podría ver en unos meses más reflejado en las tasas de empleo, ya que a pesar que representan un porcentaje pequeño del PIB, son los mayores creadores de trabajo estable.

El dueño de una empresa del sector tecnológico, que factura alrededor de $ 900 millones al año, cuenta que de Diciembre a Enero la tasa que le cobra la empresa de factoring con la que trabaja hace años subió de 0.79% a 2.2%. Y nos mostró el mail de la empresa -que es un factoring no bancario – en el cual explican que se ven forzados a subir la tasa, porque el banco que los financia los está “apretando”.

Otro empresario nos contó que su tasa no cambió, pero que para su sorpresa, su factoring le subió la comisión a casi el doble, es decir de 1.2% al 2.01%.

Pedro Davis, presidente del gremio que agrupa a la micro empresa, CONUPIA, dice que para ellos el problema es grave, ya que las Pymes tradicionalmente viven mucho más al día que las grandes compañías, y esta estrechez de liquidez hace que estén recibiendo la peor parte de la crisis financiera.

Davis llamó al gobierno a tomar medidas similares a las adoptadas por el Banco Central y Hacienda para facilitar la liquidez de las grandes empresas y la banca privada, y pidió al Banco de Estado a que intervenga y ayude. “No están haciendo nada por la pequeña y mediana empresa”, sostiene.

Señala que su gremio apoya lo que intenta hacer el Ministro de Economía, Pablo Longueira, pero que es escéptico de que los grandes empresarios se vayan a sumar: “Me encantaría que le fuera bien a Longueira, pero los grandes empresarios no tienen buenas prácticas”, añade.

Davis se reunió con el Ministro de Hacienda, Felipe Larraín, el martes 17 de enero para pedirle ayuda y también para recordarle que no se olviden de ellos en la nueva reforma tributaria que se está discutiendo.

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