La necesidad de un recorte «no es clara», dijo el ministro de Hacienda en una entrevista con Bloomberg en Washington, donde está participando en las reuniones de otoño del FMI y el Banco Mundial.
El ministro de Hacienda Felipe Larraín salió a poner paños fríos a la necesidad de un recorte de tasas y de pasada contradijo la posición de Rodrigo Vergara, presidente del Banco Central (BC).
La semana pasada Vergara mandó una clara señal al mercado acerca de la posibilidad de un recorte en la Tasa de Política Monetaria, diciendo que el Consejo del BC no tiene que esperar a que el boom de consumo se enfríe para hacer una rebaja. Sus comentarios los hizo el día después que se supiera que las ventas minoristas se dispararon 12% en agosto.
“Si tenemos indicios de una desaceleración relativamente fuerte en los próximos meses, podríamos tomar decisiones de política monetaria a pesar de que la información actual no dé muestras de esos síntomas”, dijo Vergara en Santiago. “Lo que importa para nuestra decisión sobre políticas es lo que esperamos en el futuro, no lo que vimos en el pasado”.
El mercado interpretó sus comentarios como que ahora tienen luz verde para bajar la tasa. Felipe Alarcón, economista jefe de BCI, dijo que “si esperan que se desacelere todo, corren el riesgo de llegar tarde, y si eso pasa tendrán que hacer una reducción mucho mayor”.
Para el ministro Larraín el escenario no es tan claro. En una entrevista con Bloomberg en Washington, donde está participando en las reuniones de otoño del FMI y el Banco Mundial, el ministro sostuvo que el recorte de tasas que anticipan los analistas y operadores del mercado local «no es un certeza», señalando que la economía retomará vigor el próximo año.
«Es una opción, pero hay que considerar la situación completa de la economía y, si hacemos eso, la decisión de recortar no es clara», dijo Larraín, agregando que «estamos viendo una economía con mucha fortaleza … mucha fortaleza».
En la última encuesta del Banco Central, el mercado anticipa que el Consejo recortará la TPM en 25 puntos bases en los próximos tres meses y que la tasa tocará 4,5% dentro de los próximos seis meses. Se asume una economía que se enfría y con una inflación bajo control.
Larraín es más optimista y estima que la economía repuntará y crecerá 4,9% en el 2014, comparado con un crecimiento de 4,5% proyectado para este año.
El Banco Central ha mantenido la TPM en 5% por 20 meses consecutivos a la espera de que se enfríe consumo.
En su presentación de la semana pasada, Vergara dijo que anticipa que el debilitamiento de la confianza de los consumidores y un menor crecimiento salarial enfriarán un auge en el gasto minorista que ya lleva tres años, antes del fin de 2013. Y agregó que, dado que la inflación está dentro de la banda objetivo y que se anticipa que la inversión en la industria minera se debilitará, la perspectiva de una desaceleración genera espacio para una reducción de la tasa.
En la entrevista con Bloomberg, Larraín dijo que el enfriamiento en la inversión es obvio, pero que la demanda interna sigue fuerte. Destacó que el desempleo está a su nivel más bajo en 30 años y los salarios siguen aumentando.
