Analistas advierten que una economía en desaceleración amenaza promesa de aumentar gasto en US$ 15.000 millones sin comprometer déficit fiscal.
Michelle Bachelet ganó por el mayor margen desde el retorno a la democracia con la promesa de transformar el país y reafirmando la voluntad reformadora que tendrá su gobierno. “Ahora es el momento”, dijo ante sus seguidores.
Sus promesas de reforma tributaria, educación gratis y una nueva Constitución la impulsaron a una aplastante victoria. La abanderada de la Nueva Mayoría se impuso por una cómoda ventaja de más del 62% ante su adversaria de la Alianza por Chile, Evelyn Matthei, quien obtuvo un poco más del 37%, tras una jornada de alta abstención.
«Están las condiciones económicas, sociales y políticas, ahora es el momento, Chile, por fin ahora es el momento (…) Tenemos la fuerza ciudadana, tenemos la voluntad y la unidad (…) es tiempo de combatir la desigualdad juntos, es tiempo de volver a creer en nosotros mismos», afirmó Bachelet.
Analistas advierten que tendrá que lidiar con una economía en desaceleración, lo que se transformará en la mayor amenaza a sus promesas de aumentar el gasto en US$ 15.000 millones sin comprometer el déficit fiscal.
La promesa de campaña es que el déficit se mantendrá en alrededor de 1% del PIB al inicio, que es una cifra cercana a la que heredarán del gobierno de Sebastián Piñera, para luego llevar el déficit fiscal efectivo hasta 0% en el 2018.
Jorge Errázuriz, director de BTG Pactual Chile, dijo en una entrevista a Bloomberg que si la economía no sigue creciendo a los actuales niveles y «los ingresos del cobre, minería y la empresa privada caen, Bachelet tendrá serios problemas, ya que en ese caso la reforma tributaria no será suficiente».
El Banco Central proyecta un segundo año consecutivo de menor crecimiento y con un creciente número de economistas que estiman que el próximo año el crecimiento podría ser menor a 4%.
Desde 1983 el crecimiento promedio de Chile ha sido de 5.2%, lo que ha llevado a que el ingreso per cápita sea de casi US$ 20,000 dólares, el más alto en la región.
Matthei y varios economistas cercanos a la centro-derecha dicen que la reforma tributaria de Bachelet tendrá un impacto negativo en la inversión y es una amenaza al crecimiento.
Bachelet aseguró que «llevaremos adelante las profundas transformaciones que Chile requiere. Y lo haremos con sentido de largo plazo, con unidad, con responsabilidad».
La Presidenta electa planea aumentar los impuestos a las empresas del 20% a 25% y eliminar el FUT.
La reforma pondrá a Chile al mismo nivel de Colombia, pero por debajo de Perú y México, donde las empresas pagan 30%. Cabe recordar que hace 5 años la tasa en Chile era de 17%.
Bachelet tiene los votos suficientes en el Congreso para que sus planes de reforma tributaria se conviertan en ley.
En su discurso de anoche, Bachelet se refirió a la baja participación electoral que se registró en esta jornada, y cuya abstención alcanzó el casi el 59%. En ese sentido, la Presidenta señaló que “en la jornada de hoy un número importante de chilenos y chilenas no fueron a votar. Sé que muchos de ellos tienen desconfianza y frustración. Sienten que el Estado ya no los protege (…) Lo importante es que nos demos una gran tarea, debemos hacer que esos chilenos y chilenas vuelvan a creer, no en mí, no en un partido, no en un grupo político. Debemos lograr que vuelvan a creer en la democracia y sus tareas, crean en las instituciones, en la fuerza del voto, en la justicia y en nuestras leyes”.
