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Opinión: Gino Lorenzini, empresario generoso o “lobo disfrazado de abuelita”

Opinión: Gino Lorenzini, empresario generoso o “lobo disfrazado de abuelita”

En esta columna, Andrés Guerra Panay-Berrios, gerente general de Previsionarte, se refiere a la propuesta de la AFP estatal de Felices & Forrados y sus alcances, donde se discute si el ciudadano común funcionaría ejercería una real capacidad de decisión o sería sólo un ente financiador más.


He visto con gran desilusión cómo aquellos que se convirtieron en el buque insignia de la toma de conciencia por parte de los afiliados a las AFP en nuestro país, han decidido sucumbir a la tentación de las utilidades seguras y permanentes. Con los elementos que hoy se conocen de la nueva iniciativa de Felices & Forrados, se pueden plantear al menos dos elementos de análisis.

En primer lugar, se habla de una AFP donde el 49% de la propiedad sería destinada a los 300 mil afiliados iniciales que deben invertir $500 mil cada uno. Esto implica que cada uno de ellos sería dueño de un 0,00016% de la empresa. Esto es una gran diferencia con lo que hoy existe, donde los grandes grupos económicos nacionales o extranjeros son los dueños de las AFP.

Sin embargo, si aplicamos a esos $500 mil la utilidad sobre ingresos que tiene la industria en promedio (38%, bastante alta) y asignamos lo que corresponde a ese 0,00016%, son $28 mil al año. Esto me parece complicado, porque les estamos pidiendo a ciudadanos “de a pie” que inviertan $500 mil (incluso adquiriendo deuda, según consigna una entrevista en este mismo medio http://www.elmostradormercados.cl/destacados/los-planes-de-felices-y-forrados-para-crear-una-afp-ciudadana-y-sus-criticas-al-actual-sistema/) para ganar un 5,6% de esa inversión cada año. Eso es asumir un riesgo en una inversión que me ofrece, con suerte, lo mismo que un depósito a plazo con riesgo cero.

En segundo lugar, se ofrece que el 40% de las utilidades anuales “del controlador” serían distribuidas entre los afiliados a la AFP, en la forma de cuentas de APV. Nuevamente aparece un planteamiento muy altruista, sin embargo, ¿cuánto representaría esto en dinero para cada uno?

Bueno, usamos el mismo 38% de utilidad para la AFP y el ingreso imponible promedio, informado por la Superintendencia de Pensiones ($619,625) para saber la comisión de la AFP. Entonces, suponiendo que la empresa reparte el 100% de las utilidades (mínimo obligatorio por ley es 30%) y que la comisión de la AFP es 1% del sueldo del trabajador, el escenario de APV de regalo al año por ser afiliado de la AFP ciudadana es:

Donde:
• Ing Imp Promedio: Sueldo promedio cotizantes según Super de Pensiones
• Comisión AFP ciudadana: A partir de que declaran un intermedio entre Modelo y Habitat, suponemos un 1% que es casi un promedio exacto entre ambas.
• Ingresos totales AFP: El 1% del ingreso imponible promedio, por 12 meses del año y por 300 mil afiliados.
• Margen neto promedio 5 años: 38% de los ingresos es el margen de utilidad promedio de una AFP grande los últimos 5 años.
• 40% utilidad controlador: Del margen neto se toma el 100% a repartir de utilidades y a eso se le calcula la participación del controlador que es 51% y a esto se le calcula el 40% que ofrece repartir entre los afiliados como APV.
• APV regalo por afiliado: El monto a repartir entre los afiliados dividido por los 300 mil que serían.

Finalmente, y sólo para los efectos de hacer una comparación objetiva con las alternativas que hoy existen para cualquiera, ¿qué pasa si, en vez de ser afiliado a la AFP ciudadana buscando ese APV de regalo, elijo Modelo y uso el mayor sueldo líquido para hacer un APV?

En resumen, nos presentan una alternativa que parece ser muy generosa y beneficiosa para nosotros y para cualquier ciudadano. Nos invitan a formar parte de un proyecto en beneficio de los trabajadores y de las pensiones de los chilenos. Y se nos presentan como un modelo de empresa totalmente nuevo, porque están dispuestos a compartir sus utilidades, sin darme participación alguna en las decisiones de la empresa, porque el control lo tiene quien ofrece.

Esto, en virtud del gran valor de su «Know How», que equivale el 51% de la propiedad de la empresa (el otro 49% son $500 mil por 300 mil personas: $150 MIL MILLONES, un poco caro el “Know How”, ¿no?).

La iniciativa es diferente a lo que existe hoy, sin duda. Pero ofrece participación al ciudadano común, al parecer, sólo para que financie la idea y no para que decida. Es la primera en ofrecer compartir utilidades con los afiliados, es cierto, pero el número que recibe cada uno no soluciona en nada el problema de las bajas pensiones.

Amigos, mis disculpas a quienes les parezca una crítica demasiado cruda a quien parece querer ayudar, pero no puedo quedarme en total silencio cuando pretenden contarnos un cuento y confiar en que no somos capaces de realizar un análisis mínimo que nos permita cuantificar el valor real de un supuesto “regalo”.

 

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