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Arenas perfila liderazgo político y sale a atacar corazón del legado piñerista: crecimiento económico

Arenas perfila liderazgo político y sale a atacar corazón del legado piñerista: crecimiento económico

Iván Weissman S
Por : Iván Weissman S Editor El Mostrador Semanal
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Con aplomo y un tono duro, el futuro titular de Hacienda salió a disparar al actual gobierno y lo responsabilizó por el enfriamiento de la economía.


Las peores cifras de crecimiento en cuatro años fue la oportunidad para que Alberto Arenas perfilara su liderazgo político y mandara la señal de que él será el hombre fuerte del gobierno de Bachelet.

Con aplomo y un tono duro, Arenas salió a disparar al actual gobierno y lo responsabilizó por el enfriamiento de la economía. La desaceleración de la economía es “justamente lo que dijimos en nuestro diagnóstico de 2013 y está en nuestro programa de gobierno: aquí hay efectos externos y hay ciclos internos», agregando que «el nuevo gobierno recibe una herencia de la actual administración de una economía desacelerada, una herencia de crecimiento bajo. Las cifras así lo indican», afirmó con fuerza.

«Tenemos la experiencia y vamos a gobernar desde el primer día, desde el 11 de marzo, para recuperar el tiempo perdido en productividad y energía. En ese contexto, que vuelvo a reiterar, que en los 100 primeros días y dentro de las primeras 50 medidas, la reforma tributaria estará en el Congreso Nacional. Y quiero decirlo con toda claridad: la reforma tributaria es la que nos da responsabilidad con la ciudadanía y es la que nos da responsabilidad fiscal. Nosotros tenemos un programa de gobierno que se implementará a partir del 11 de marzo, compromete gastos permanentes y se colocarán ingresos permanentes», remató.

Arenas y su equipo son el cerebro técnico del equipo que Michelle Bachelet lleva al gobierno y serán ellos los que tendrán que mantener los tan preciados equilibrios macro, implementar la reforma tributaria y crear una AFP estatal. Se enfrentarán a una economía que se enfría más de lo anticipado, a una coalición gobernante que tiene bloques que son escépticos a las posturas económicas tradicionales de los primeros gobiernos de la Concertación y con la presión de afinar los detalles de la reforma tributaria, en particular la prometida eliminación del FUT.

El personaje clave es Arenas. El economista de la Universidad de Chile, con doctorado en la Universidad de Pittsburgh, fue director de Presupuesto del primer mandato de Bachelet y trabajó en el equipo que conformó Velasco en Hacienda; luego, estuvo en el directorio de Codelco y, hasta el año pasado, fue miembro del directorio de Canal 13, de propiedad de Andrónico Luksic.

Arenas se ha mantenido cercano a Velasco y colegas suyos de la FEN lo describieron –en La Tercera– como un “economista socialdemócrata clásico, más progresista que lo usual, pero no radical. Y que tiene una visión económica similar a la de Velasco”. Velasco fue autónomo y “porfiado”, dicen quienes lo conocieron mientras fue ministro. A diferencia de él, Arenas le encuentra la razón a Bachelet y “no le pone obstáculos”. Buscará la manera de implementar y financiar lo que la mandataria diga.

Cada uno de esos objetivos va a desafiar la capacidad técnica, política y la sensatez de la Concertación y el gobierno de la Nueva Mayoría como no había ocurrido nunca en el pasado. Estas son reformas de una dimensión y complejidad mayor», señaló.

Arenas es uno de los asesores más influyentes de Bachelet. Cercano al senador Camilo Escalona, fue quien monitoreó la propuesta programática de la candidata de la Nueva Mayoría con miras a las elecciones presidenciales de 2013.

En las últimas semanas, el economista ha comenzado a hacer sentir su peso y ayer no quedaron dudas: será uno de los pilares del nuevo gobierno. Una fuente cercana al equipo que llega a Hacienda señala que Arenas ya está imponiendo la agenda: le dijo a Larraín que debía explicar la subejecución presupuestaria y ahora lo responsabilizó del bajo crecimiento e hizo un llamado a cambiar la tendencia, al tiempo que mencionó primero al sector público y después al privado, orden de factores que revelan sus prioridades.

Bachelet ha dejado claro a sus ministros y equipo que todos los proyectos importantes tienen que pasar por Arenas. El economista de la Universidad de Chile tiene buenas redes con los parlamentarios, pues trabajó mucho en el Congreso en su período en la Dipres.

Gente que lo conoce confidencia que su punto más débil es el mundo empresarial, pero que él lo sabe.

El martes –en un seminario organizado por LarrainVial–, Arturo Fontaine, ex director del CEP, dijo que el éxito del nuevo gobierno pasa por Arenas y, junto a él, Nicolas Eyzaguirre y Máximo Pacheco.

«Tengo la impresión que el ministro (Alberto ) Arenas (de Hacienda) no va a incurrir en desequilibrios fiscales, creo que tiene ojo político. El ministro (Nicolás ) Eyzaguirre (de Educación) tiene buena muñeca (…) y el ministro (Máximo) Pacheco (de Energía) tiene espaldas para hacer lo que tiene que hacer en energía. Yo optaría por que en Energía va a haber más acción, más decisiones que las que ha habido en el gobierno que termina», dijo Fontaine.

Un economista cercano a Arenas y su equipo y que fue parte del comando de la Nueva Mayoría, puntualiza que Arenas, Alejandro Micco y Luis Felipe Céspedes están 100% comprometidos con eliminar el FUT, así como con encontrar la fórmula que permita financiar una educación gratis para todos.

Las razones que llevaron a Bachelet a instalar a Arenas en Hacienda

Como reportó El Mostrador hace unas semanas, fue desde antes de la campaña que se ganó un espacio de poder importante en el círculo más íntimo de la mandataria electa. Esto sobre la base de lealtad y reserva. Su rol fue determinante en más de una definición política. Su bajo perfil no es del gusto de los empresarios y, en ese sentido, marcará una diferencia importante con todos los ministros de Hacienda de la Concertación, que contaban con la simpatía y beneplácito de CasaPiedra, además de poder de veto dentro del conglomerado.

Francisco Klapp, economista de Libertad y Desarrollo, dice que será Arenas el principal responsable en conducir la tan anticipada reforma tributaria. «Esta reforma, si bien cuenta con los quórums necesarios para rápidamente ser aprobada en ambas Cámaras, probablemente no resulte en la práctica nada fácil de liderar». Añade que la eliminación del FUT será lo más complicado «y es aquí donde legislar no resulta nada sencillo, pues este cambio implica una reescritura mayor de la ley de la renta y su espíritu; los incentivos para estructurar las empresas, lo que naturalmente debe considerarse al redactar el proyecto; los nuevos costos administrativos para privados y Estado del sistema y –por consiguiente– su eficiencia; así como los incentivos al ahorro al interior de las firmas, que en última instancia han financiado gran parte de la inversión en los últimos 30 años».

Otros economistas piensan que, tan complicado como la reforma tributaria, será el manejo presupuestario, dado el escenario que se viene para la economía este año.

Para Manuel Agosin, decano de la Facultad de Economía de la Universidad de Chile, Arenas es más que capaz de enfrentar esos desafíos. «Además de muy buen economista, Alberto Arenas es un experto en finanzas públicas y pensiones. Es una de la personas que mejor conoce el presupuesto público chileno».

Un personaje del mundo de las finanzas y que posee vínculos con la Nueva Mayoría, opina que Arenas tendrá un importante desafío: “Es un viejo conocido en Teatinos 120 y con buena escuela de negociación con parlamentarios durante años en Dipres, pero en el mundo empresarial es bastante desconocido”.

Según Ciper, Arenas está formando un equipo con sensibilidad política, precisamente para asegurarse de que, a diferencia de los equipos técnicos de anteriores gobiernos concertacionistas, esta vez haya gente comprometida con una visión más progresista respecto al rol del Estado en la economía.

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