Rodrigo Vergara, presidente del ente emisor dijo que la desaceleración podría durar «más de lo que proyectamos hoy». Sobre la Reforma Tributaria, señaló que «puede tener efectos macroeconómicos sobre variables importantes como el ahorro y la inversión, y a través de ellos sobre el crecimiento futuro».
Se viene un ciclo de bajo crecimiento y hay que prepararse. Ese es el mensaje del presidente del Banco Central, Rodrigo Vergara, en una entrevista con La Segunda.
«Estamos en la parte baja del ciclo económico y puede durar más de lo que proyectamos hoy», dice Vergara. Agrega que hay que prepararse «para un escenario de menos crecimiento del que hemos tenido en los últimos años».
Recomendó avanzar lo más rápido posible en las reformas que se están haciendo «para eliminar incertidumbre».
Reiteró que la economía está creciendo por debajo de su potencial y, aunque se recupere en el segundo semestre, ese repunte no será a tasas muy elevadas.
«Nuestro escenario base proyecta para el año un crecimiento de entre 3 y 4%, que es 75 puntos base menor a lo que esperábamos en diciembre. Los Imacec de enero y febrero nos hacen pensar que el crecimiento del primer trimestre será incluso menor que ese rango. Entonces, esperamos que en la segunda parte del año sea más alto, más entre 3,5% y 4%. Eso no significa que estemos pensando que de aquí a fin de año la economía estará creciendo a tasas muy elevadas. Más bien esperamos que siga por debajo de lo que estimamos el potencial de la economía chilena», le dice el presidente del Banco Central a La Segunda.
Lo curioso, dice un economista que leyó la entrevista, es que, si Vergara tiene ese visión, por qué el Consejo decidió mantener la tasa de política monetaria en su reunión de abril y no volvió a recortar.
Reforma Tributaria
En la entrevista, Vergara también se refirió a la Reforma Tributaria, reiterando que se valora que se respeten los equilibrios macro, o sea, «que se estén financiando gastos permanentes con ingresos permanentes y que el gobierno haya declarado explícitamente que quiere moverse desde un déficit estructural de 1% del PIB a un equilibrio».
No quiso entrar en la discusión del detalle micro, pero sí afirmó que una reforma de esta magnitud «puede tener efectos macroeconómicos sobre variables importantes como el ahorro y la inversión, y a través de ellos sobre el crecimiento futuro».
Dijo que faltan detalles y no es fácil sacar conclusiones a estas alturas: «El proyecto está en discusión y no sabemos cómo va a terminar la ley. Y más importante: hay efectos contrapuestos. Un aumento en el impuesto de las empresas disminuye el retorno y eso, la inversión. Pero si esa plata se gasta bien en educación, el mayor retorno de la educación aumenta la productividad y eso produce un efecto en la inversión. Hay también normas de depreciación acelerada, en fin».
