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Claudio Agostini y el acuerdo sobre Reforma Tributaria: «En muchos aspectos es peor a la original» Duda que se recauden US$ 8.200 millones.

Claudio Agostini y el acuerdo sobre Reforma Tributaria: «En muchos aspectos es peor a la original»

Iván Weissman S
Por : Iván Weissman S Editor El Mostrador Semanal
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El economista es duro con la renta presunta: «El 8% más rico de Chile con la renta presunta paga la mitad de lo que debería. Eso es un escándalo».


Esta semana, entran en la recta final las negociaciones para traducir en cambios legales los 15 puntos del protocolo sobre la Reforma Tributaria firmado hace un mes.

Hacienda, en privado, asegura que las indicaciones serán aprobadas a tiempo y que, más allá de las protestas de la Cámara de Diputados, La Moneda tendrá un proyecto aprobado cuando sea la hora de presentar el presupuesto para el próximo año.

De acuerdo a La Tercera, hoy la mesa técnica debería entregar al oficialismo un borrador con los cambios legales para que se haga un análisis político por parte de los partidos de la Nueva Mayoría.

El acuerdo remeció al mundo político y las críticas al nuevo acuerdo han llovido desde ambas coaliciones. Desde la Nueva Mayoría las críticas vienen desde la izquierda, que critican que el gobierno hiciera un acuerdo con la derecha a puertas cerradas y cediendo en puntos que hasta hace unas semanas eran descritos como parte del corazón del proyecto.

Desde la derecha, en tanto, opinan que el acuerdo es «menos malo que el original», pero siguen insistiendo en que es una reforma que tendrá un impacto negativo en la economía.

Una de las críticas que más le dolió al gobierno fue la que realizó el economista Claudio Agostini –y la hizo antes de que se anunciara el acuerdo–.

Agostini fue el jefe programático del comando de Claudio Orrego, precandidato presidencial de la DC. Le atribuyen la paternidad compartida del proyecto original de la Reforma Tributaria y el economista Óscar Landerretche, ahora presidente del directorio de Codelco, lo describió –en una entrevista en ‘La Mesa’ de El Mostrador Mercados–, como «el Lionel Messi del FUT».

Pero en otra entrevista, en la revista Que Pasa, un par de semanas antes de que se anunciara el acuerdo, el doctor en economía de la Universidad de Michigan negó rotundamente ser padre del proyecto y declaró discrepar de él.

En dicha entrevista, Agostini dijo que la propuesta original de eliminar el FUT no contenía suficientes medidas para mitigar el impacto que esto tendría en las empresas, así como sobre la inversión y el ahorro.

E hizo, asimismo, una advertencia que al parecer se estaría tornando realidad: «Mi temor es que por defender la muerte del FUT se ceda en las cosas buenas que tiene esta reforma».

Su análisis del protocolo

A poco más de un mes de su entrevista –y a tres semanas desde que se anunció el acuerdo– el académico de la Escuela de Gobierno de la Universidad Adolfo Ibáñez dio su opinión en una entrevista con ‘La Mesa’ de El Mostrador Mercados.

Su sentencia fue lapidaria: «En muchos aspectos es peor al proyecto original».

«El proyecto original tenía muchas virtudes en el sentido de simplificar el sistema tributario, de cerrar muchos espacios de elusión, reducir muchos regímenes especiales que generan incentivos perversos y que muchos se disfracen de lo que no son para pagar menos impuestos, generando distorsiones grandes. Yo creo que eso es una parte que el proyecto original hacía bastante bien», manifiesta en la entrevista.

Explica que «en un 70 u 80% de la reforma en esa línea a mí me parecía muy razonable. Había un área que es la que generó más ruido y es en la que uno tenía más incertidumbre, que es respecto a los efectos que tenía la reforma fundamentalmente en el ahorro y en la inversión».

Retención del 10% extra era un error

Sostiene que la retención del 10% era una de las peores partes del proyecto original y que nunca debió haber estado. «Enredaba el sistema tributario, lo hacía más complicado de implementar, más complicado de fiscalizar, y había serias dudas de que los contribuyentes pudieran replicar el cálculo que hacía impuestos internos para ver si estaban bien calculados».

Del protocolo acordado, critica especialmente lo hecho con la renta presunta. «Tenemos el 8% más rico de Chile que, a través de mecanismos de renta presunta, paga la mitad de lo que debería. Eso es un escándalo». Y agrega que «la reforma original no hacía la pega completamente, porque la reducía en vez de matar la renta presunta”. Sentencia que, a esta altura, «la renta presunta no tiene ninguna justificación técnica para existir».

«Cuando uno mira todas las utilidades de las empresas de renta presunta, que se supone que son pobrecitos agricultores, pobrecitos transportistas y pobrecitos mineros, cuando uno mira a esos pobrecitos, 86% de todas las utilidades de las empresas pertenecen al 8% más rico de Chile. Esos son los ‘pobrecitos chiquititos’ renta presunta. Y no son ni pobrecitos ni son chiquititos, sino que están disfrazados de chicos, pero no son ni chicos ni pobres».

En la entrevista señala que ha habido un gran retroceso en el acuerdo, porque hay varios mecanismos de elusión que se amplían. «Me parece preocupante –dice– porque generan inequidades tributarias grandes, o sea, cuando un gobierno dice que va a hacer una reforma tributaria que tiene como objetivo recaudar 8.200 millones de dólares, simplificar el sistema tributario, reducir la elusión, y hacer que el sistema tributario sea más equitativo, donde dos personas que ganen lo mismo, paguen lo mismo, hay un retroceso en el acuerdo respecto al proyecto anterior. Y eso me sorprendió, porque va contra los objetivos iniciales que el mismo gobierno cedió».

No a un acuerdo a cualquier precio

Afirma no estar en contra de llegar a un acuerdo, pero no a cualquier precio. «O sea, yo prefiero tener un sistema tributario en que la gran mayoría del país se sienta interpretado, con un sistema simple, justo, equitativo, razonable, fácil de fiscalizar, fácil de cumplir, eso es lo que uno quisiera, y prefiero que eso se haga con un consenso donde la mayoría estemos de acuerdo en que logremos un buen sistema. Ese tipo de acuerdos, son con los que yo simpatizo».

Dice que, a simple vista, aunque suene injusto para el ministro de Hacienda Alberto Arenas, pareciera ser que los grupos de interés prevalecieron.

«Entonces, la Asociación Nacional de Agricultura quiere que se amplíe la renta presunta, y se amplía la renta presunta. La Cámara chilena de la Construcción quiere que se mantenga el beneficio del IVA a la contrucción, y se mantiene… Entonces, (respecto de) muchas de las distorsiones que había y que la Reforma eliminaba, lo que era bueno porque nos dejaba con un sistema tributario mejor, más eficiente y más justo, en el acuerdo da la impresión que primaron intereses de algunos grupos de intereses particulares que lograron mantener sus exenciones tributarias».

Agostini y la mitología del FUT

Dice que el debate sobre el FUT enturbió la discusión. «El FUT es un libro de contabilidad, entonces hablar del FUT no tiene mucho sentido, es lo que está detrás lo que importa. Es el libro de contabilidad más famoso de la historia, cuando seis meses atrás nadie sabía ni que existía, es sorprendente».

Añade, en la entrevista, que el FUT era bien intencionado en términos de generar inversión, pero se prestaba para abusos. «Cuando uno mira qué pasó con el FUT, hay una parte que es el 47 o 48% del monto que está acumulado en este registro que efectivamente tiene ese rol, y cumplió bien ese rol. Pero hay un 52 o 53% –que no es poco– que es un mecanismo distinto, donde yo puedo disfrazar muchos de mis ahorros personales o puedo mantener las utilidades que tengo en mi empresa y las reinvierto en otras sociedades fuera, en Islas Caimán, por ejemplo, y aparece como reinversión, así que no tengo que pagar el impuesto personal que me corresponde, y una vez que saqué la plata a las Islas Caimán –señala– hay mil formas en las cuales me las puedo gastar, las puedo retirar y no van a pagar los impuestos que les corresponde. Nunca. Y eso es elusión tributaria, que son mecanismos legales en los cuales se hacen, aunque en algunos esquemas ya es un fraude».

El dilema para el gobierno no era simple, expresa Agostini, «porque o bien mato este sistema, que es lo que hacía este proyecto, en lo absoluto, y desaparece, y eso implica que toda la parte mala desaparece, lo cual es una buena noticia, pero la parte buena también, lo cual es una mala noticia. Y ese es el lado en el que uno se ponía más nervioso». Se explaya y dice que la pregunta entonces es «qué haces para rescatar el 50% que funciona, o sea, qué hacemos a cambio. Y la reforma original hacía nada o muy poco al respecto. Entonces, esa es la parte que generó más ruido y más discrepancia, y a mí me parece válido, porque si tú tienes un instrumento que lo mataste, tienes que decirme qué vas a hacer para que el otro 50% bueno pueda existir de alguna forma con otro mecanismo y eso no estaba».

El trato de las Pymes

Agostini cree que el protocolo también es un retroceso con respecto al proyecto original en el trato que se les da a las Pymes. «En regímenes para las Pymes, es peor de lo que se aprobó en la Cámara, abre espacios de elusión más grandes y abre inequidades más grandes».

Dudas sobre metas de recaudación

En el seminario de Moneda Asset Management, la semana pasada, el ministro de Hacienda garantizó que la reforma va a recaudar los US$ 8.200 millones que prometía el proyecto original.

Agostini es uno de los economistas que se mantienen escépticos. «Con la información que hay hasta ahora, yo tengo la impresión de que no, y la razón son datos micro y no macro. Yo no soy un mero economista, así que no miro los datos macro en general, me acomodan más los datos micro», asegura.

Dice, entonces, que hay «claramente más pérdidas de recaudación que ganancias».

Para ver la entrevista completa, haga clic aquí a partir de las 10:30 a. m.

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