En Argentina, el arte no es solamente arte. Es un activo en dólares que actúa como una reserva de riqueza en una economía devastada por la inflación. Los precios al consumidor subieron un 29 por ciento anual en los cuatro últimos años, según estimaciones de los economistas, mientras que en ese mismo lapso el peso se desplomó 55 por ciento contra el dólar.
Para los argentinos desesperados por echar mano a activos en dólares, el festival del arte de este fin de semana en Buenos Aires es un acontecimiento imperdible.
Con sus pesos, no sólo podrán comprar obras de arte que se cotizan en dólares sino que se les brindará un tipo de cambio favorable en las transacciones. Los asistentes ricachos pueden acceder a los dólares al tipo oficial, eludiendo los controles cambiarios que de lo contrario los llevarían al mercado negro ilegal donde los dólares cuestan 40 por ciento más.
En Argentina, el arte no es solamente arte. Es un activo en dólares que actúa como una reserva de riqueza en una economía devastada por la inflación. Los precios al consumidor subieron un 29 por ciento anual en los cuatro últimos años, según estimaciones de los economistas, mientras que en ese mismo lapso el peso se desplomó 55 por ciento contra el dólar.
“Todo lo que tiene precio al tipo de cambio oficial es interesante en Argentina en este momento”, dijo el agente inmobiliario Braulio Bauab, de 48 años, entre sorbos de espumante en arteBA 2015. “Yo compré un par de obras porque me parecieron bellas pero también consideré su potencial de preservar o aumentar valor”.
En la feria de cuatro días en Buenos Aires, que según las previsiones atraerá más de 100.000 visitantes, las galerías internacionales están autorizadas a ingresar las obras de arte como importaciones temporarias. Cuando los compradores locales encuentran algo que les gusta, la secretaría de cultura y la aduana tienen puestos en la feria para acelerar el proceso de volver permanentes dichas importaciones.
El trato favorable de Argentina a las obras de arte contrasta con la postura del gobierno con respecto a las importaciones de otros bienes suntuarios como joyas y ropa de marca, que los funcionarios han restringido ante la preocupación de que drenan las reservas en dólares. Las importaciones totales este año cayeron hasta su nivel más bajo desde 2009.
Guggenheim, MOMA
Entre las obras de arte en venta se encuentran trabajos de artistas locales de fama internacional. Una de las opciones es una escultura por US$60.000 de Marta Minujín, de 72 años, madre del presidente de JPMorgan Chase Co. en Argentina, Facundo Gómez Minujín. Sus obras están en la colección del Museo Solomon R Guggenheim de Nueva York.
Liliana Porter, cuyas obras se exponen en el Museo de Arte Moderno de Nueva York (MoMA), también tiene obras en la feria.
El año pasado, se vendió un récord de 22.000 obras en el país, según la Asociación Argentina de Galerías. Esto representó un aumento de 25 por ciento respecto de 2013.
