De acuerdo a un reportaje de Bloomberg, la pesca de merluza negra cayó a alrededor de 2.000 toneladas en 2014, mientras que era de más de 12.000 toneladas hace 15 años. Mar adentro, la pesca de caballa fue el año pasado de 290.000 toneladas, un 90 por ciento menos que los 2,9 millones de toneladas. La industria mueve US$ 6.200 millones al año.
Hubo un momento en que Francisco Zapata podía obtener seis toneladas de la apreciada merluza negra en 24 horas. El mes pasado le llevó 10 días capturar dos toneladas.
El pescado, cuya carne firme lo hace popular en los restaurantes desde Miami hasta Tokio, es cada vez más escaso en la costa del Pacífico chileno y, al igual que muchos pescadores locales, Zapata, que tiene 55 años, sabe que en parte es culpa suya.
“Es probable que todos hayamos sido algo codiciosos y hayamos tendido las redes en lugares inadecuados”, dijo Zapata en una entrevista. “Todos pensamos que el mar nos pertenece, pero nadie ha cuidado los peces”.
El agotamiento de lo que alguna vez fue una de las zonas de pesca más ricas del mundo es un ejemplo de mal manejo, según Alex Muñoz, vicepresidente para Chile del grupo medioambiental Oceana, que trabaja en la protección de los peces. Presionado por pescadores más pobres como Zapata y el reducido grupo de familias que controla la flota industrial del país, el gobierno chileno ha permitido que se pesque de forma excesiva, dijo Muñoz.
“La sostenibilidad no le preocupó al gobierno”, dijo Muñoz. “Ese es el principal motivo de la crisis que observamos hoy”.
La pesca de merluza negra cayó a alrededor de 2.000 toneladas en 2014, mientras que era de más de 12.000 toneladas 15 años antes. Mar adentro, la pesca de caballa fue el año pasado de 290.000 toneladas, un 90 por ciento menos que los 2,9 millones de toneladas de 1997.
Protesta de pescadores
Obligado a aceptar el consejo de los científicos y a imponer cupos más estrictos, el gobierno ahora enfrenta protestas. Los pescadores salieron este año a las calles de Talcahuano y Concepción luego de que el gobierno limitara la pesca de sardina.
La mayor parte de los pescadores de Talcahuano ya ha cubierto su cupo para el año, dijo César Jorquera, un consultor de pescadores artesanales, que usan embarcaciones más pequeñas y tienen derechos exclusivos dentro de 8 kilómetros (5 millas) de la costa.
Los 6.500 kilómetros (4.000 millas) de costa chilena antes abundaban en sardinas, caballa, merluza negra y anchoas, y la industria pesquera tuvo el año pasado un valor de US$6.200 millones. Según los organismos gubernamentales de regulación de la pesca, ahora todas las especies, a excepción de la sardina, están ahora catalogadas como “agotadas” o “explotadas en exceso”.
En la década de 1980, el gobierno concedía permisos de pesca a todo el que los solicitara, y sin límite alguno. Para 2003, al declinar la pesca, las autoridades empezaron a imponer cupos, si bien sólo a medias.
La fijación de los cupos estaba a cargo de un comité que comprendía a representantes de la industria y los sindicatos. Si bien los científicos recomendaban una cuota de 750.000 toneladas en el caso de la caballa en 2009, el comité estableció un límite de 1,4 millones de toneladas.
