Según estudio, Chile podría aumentar su producción hasta cerca de 10 millones de toneladas de cobre fino en 2025, sin embargo, después de ese período decrecería debido a la carencia de nuevos megadescubrimientos, agotamiento de reservas de óxidos y reducciones de las leyes del metal rojo en el norte, no así en los de la zona central.
El ritmo de explotación de los grandes yacimientos de cobre de Chile, el mayor producto de exportación de este país, disminuiría sustancialmente desde 2025 si se mantienen las tecnologías actuales, según una publicación académica de la Universidad Católica difundida hoy.
En la elaboración del estudio «Potencialidades y Desafíos para la Minería del Cobre Chileno a 2035» no tuvo participación la Comisión Chilena del Cobre (Cochilco), como se indicó el pasado lunes al informarse sobre el trabajo.
«Cochilco no participó en la elaboración de dicho estudio, su autoría corresponde exclusivamente a la Universidad Católica. Por lo tanto, Cochilco no suscribe necesariamente las conclusiones que de dicho estudio emanan», señala una nota enviada a Efe por el organismo estatal.
En el texto, los académicos Gustavo Lagos, Davis Peters y José Joaquín Jara analizan la vida útil de las operaciones existentes y el estatus de los principales proyectos mineros.
También los profesionales, pertenecientes al Departamento de Ingeniería de Minería de la Universidad Católica (UC) y el Centro de Investigaciones Estratégicas de Minería (CIEM-UC), analizaron la producción de cobre por las diversas empresas, entre otras.
Según los profesionales, con el conocimiento existente de sus yacimientos, Chile podría aumentar su producción hasta cerca de 10 millones de toneladas de cobre fino en 2025.
Sin embargo, después de ese período decrecería debido a la carencia de nuevos megadescubrimientos, al agotamiento de las reservas de óxidos y a las reducciones de las leyes del metal rojo en el norte, no así en los de la zona central.
La investigación de Lagos, Peters y Jara precisa que las restricciones de emplazamiento y forma de los grandes yacimientos haría compleja la expansión de los yacimientos posterior a 2025.
Detallan que, a pesar de las reservas y recursos que alcanzan hasta fines del presente siglo, el ritmo de explotación no podría crecer sustancialmente con las tecnologías que se conocen en la actualidad.
Los académicos proyectan que el modelo futuro del sector estaría basado en torno a minas con limitación de producción de cobre, considerando que los grandes yacimientos superaron las tecnologías conocidas.
El ritmo de explotación de los grandes yacimientos de cobre de Chile, el mayor producto de exportación de este país, disminuiría sustancialmente desde 2025 si se mantienen las tecnologías actuales, según una publicación académica de la Universidad Católica difundida hoy.
En la elaboración del estudio «Potencialidades y Desafíos para la Minería del Cobre Chileno a 2035» no tuvo participación la Comisión Chilena del Cobre (Cochilco), como se indicó el pasado lunes al informarse sobre el trabajo.
«Cochilco no participó en la elaboración de dicho estudio, su autoría corresponde exclusivamente a la Universidad Católica. Por lo tanto, Cochilco no suscribe necesariamente las conclusiones que de dicho estudio emanan», señala una nota enviada a Efe por el organismo estatal.
En el texto, los académicos Gustavo Lagos, Davis Peters y José Joaquín Jara analizan la vida útil de las operaciones existentes y el estatus de los principales proyectos mineros.
También los profesionales, pertenecientes al Departamento de Ingeniería de Minería de la Universidad Católica (UC) y el Centro de Investigaciones Estratégicas de Minería (CIEM-UC), analizaron la producción de cobre por las diversas empresas, entre otras.
Según los profesionales, con el conocimiento existente de sus yacimientos, Chile podría aumentar su producción hasta cerca de 10 millones de toneladas de cobre fino en 2025.
Sin embargo, después de ese período decrecería debido a la carencia de nuevos megadescubrimientos, al agotamiento de las reservas de óxidos y a las reducciones de las leyes del metal rojo en el norte, no así en los de la zona central.
La investigación de Lagos, Peters y Jara precisa que las restricciones de emplazamiento y forma de los grandes yacimientos haría compleja la expansión de los yacimientos posterior a 2025.
Detallan que, a pesar de las reservas y recursos que alcanzan hasta fines del presente siglo, el ritmo de explotación no podría crecer sustancialmente con las tecnologías que se conocen en la actualidad.
Los académicos proyectan que el modelo futuro del sector estaría basado en torno a minas con limitación de producción de cobre, considerando que los grandes yacimientos superaron las tecnologías conocidas.
