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Opinión: A propósito de la Reforma laboral, no es tiempo de amenazas

Opinión: A propósito de la Reforma laboral, no es tiempo de amenazas

Si el Proyecto de Reforma Laboral experimenta mejoras o cambios en el Senado, sin duda debe ser tema de análisis y debate en los sectores involucrados, pero en ningún caso motivo para amenazar a un país con la paralización nacional, hecho que sentaría un precedente cada vez que un proyecto no sea del gusto de un sector determinado.


Hace unos días la presidenta de la Central Unitaria de Trabajadores, Bárbara Figueroa, amenazó con un paro nacional si la Reforma Laboral no es aprobada en el Senado en los términos en que se encuentra actualmente, especialmente si se retrocede en elementos como no hacer efectivo el derecho a huelga. Esta advertencia, que hasta podría interpretarse como una extorsión política a los representantes de la Cámara Alta, es no solo preocupante sino grave en el contexto de un país que en los últimos meses ha visto disminuir dramáticamente sus niveles de estabilidad, confianza y dinamismo.

¿Qué más tiene que pasar para que quienes tienen roles de liderazgo entiendan que lo que hoy Chile requiere es fortalecer un clima de entendimientos, de acuerdos y restablecimiento de confianzas? ¿Hasta cuándo quienes han sido elegidos para representar a un sector seguirán sacando dividendos de posicionamiento mediático a costa de posturas que generan conflicto y polarización?

Miradas sesgadas y posiciones no deben tener cabida en un Chile que anhela crecer, volver a creer en sus autoridades y construir un destino común, en el que no se caricaturice a empresarios y trabajadores, enfrentándolos artificialmente, sino que se tejan entendimientos que permitan a uno y otro avanzar, sin transar en sus derechos, buscando mayores beneficios y abriendo más espacios para jóvenes y mujeres en el ámbito laboral.

Si el Proyecto de Reforma Laboral experimenta mejoras o cambios en el Senado, sin duda debe ser tema de análisis y debate en los sectores involucrados, pero en ningún caso motivo para amenazar a un país con la paralización nacional, hecho que sentaría un precedente cada vez que un proyecto no sea del gusto de un sector determinado.

Existe un orden, un Gobierno –del que por cierto el partido de la Sra. Figueroa es parte– que fue elegido para dirigir los destinos del país y, además, instancias democráticas en las que se puede debatir, argumentar y luchar por los legítimos intereses.

Quienes representamos a las Pymes estamos levantando fuertemente la voz para oponernos a la Reforma Laboral tal cual ha sido presentada. Y lo hemos hecho a través de múltiples acciones, pero nunca a través de amenazas polarizantes y que dañan al país en su conjunto.

Nos oponemos porque tal cual ha sido presentada se inspira en un fuerte énfasis en sindicalización, algo que a nuestro juicio es un gravísimo error que generará un tremendo impacto negativo en la estructura de costo de la empresa, con consecuencias no solo para el empresario sino para el empleo. Claramente el proyecto no contribuirá a combatir la desigualdad de ingresos ni la injusticia social. Aún peor, no impulsará la productividad ni favorecerá la contratación de trabajadores. En consecuencia, impactará negativamente en el crecimiento del país, ya perjudicado por otros factores

La mejor forma, no la única, de aumentar la estabilidad laboral es con un mercado laboral tendiente al pleno empleo. Es ahí donde el poder de negociación de los trabajadores –de manera directa y sin pasar por un sindicato– puede tener una posición incluso superior a la del empleador. Si no hay pleno empleo, no creo que se puedan garantizar más y mejores trabajos a través de negociaciones ramales u otras ideas similares.

Vistos los argumentos de uno u otro lado, no caben acciones de presión que solo causan desestabilización y empeorar el clima nacional afectado hoy por distintos hechos de todos conocidos. Es tiempo de consensuar, de buscar entendimientos y comprender que son tiempos de construir en un país en el que las confianzas, la credibilidad y la estabilidad han sido golpeadas.

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