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Opinión: Museo del Parque San Borja y la consolidación del barrio como referente para la ciudad

Opinión: Museo del Parque San Borja y la consolidación del barrio como referente para la ciudad

Fuimos testigos del concurso arquitectónico y de la premiación al Arquitecto ganador. Luego de eso, nos dimos cuenta de la sorpresa frente a la aparición de la noticia –catalogada como un hito cultural–, percatándonos de que el tema no se había vinculado con los vecinos de manera efectiva, surgiendo una resistencia importante en medios y redes sociales. Ellos no lo sentían como propio.


Hace ya varios meses se votó por unanimidad lo que se nos indicó en Concejo que sería un gran proyecto para el barrio San Borja, y que consistía en la remodelación del Parque, incorporando en él lo que se denominó como «Museo Humano», consistente en un rediseño del área verde, adecuando un sector para que albergue parte de la obra del Maestro Mario Irarrázabal, incluyéndose un pabellón subterráneo.

Fuimos testigos del concurso arquitectónico y de la premiación al Arquitecto ganador. Luego de eso, nos dimos cuenta de la sorpresa frente a la aparición de la noticia –catalogada como un hito cultural–, percatándonos de que el tema no se había vinculado con los vecinos de manera efectiva, surgiendo una resistencia importante en medios y redes sociales. Ellos no lo sentían como propio.

Hoy la propia Alcaldía reconoce que la sociabilización del proyecto “se pudo haber hecho mejor”, lo que, conociendo a su cabeza, es una aceptación tácita indesmentible de que el proyecto se gestionó en relación con la participación ciudadana en forma completamente insuficiente.

En Comisiones, previó a la votación de Concejo, ediles de distintos sectores preguntamos a los funcionarios que informaban del proyecto acerca de la correcta sociabilización y participación ciudadana, indicándonos –como debe constar en las actas– que el proyecto era ampliamente aceptado por los vecinos en general.

Lo anterior es diametralmente opuesto a la resistencia con que nos encontramos días después, que conllevó por parte de los vecinos juntar firmas de rechazo e, incluso, solicitar a la alcaldesa una Audiencia Pública, que se efectuará en los próximos días.

Recogiendo el guante y haciendo el Municipio el respectivo control de daños, cita a mesas barriales, presta oídos a la Junta de Vecinos, y convoca a las llamadas mesas multiactores. Todas medidas que, sin ser objetables, al realizarse expost –tras haberse informado el proyecto– y por la displicencia inicial, no calaron en los vecinos.

A ello le sumamos el hecho de que en el propio Concejo, transversalmente, ahora se mira con cierta reticencia la conformación del proyecto y es bastante crítico de la forma que se ha llevado el proceso. El mismo artista, también visiblemente atribulado por haber visto su obra mancillada y su persona denostada, con justa razón esboza la idea de echar pie atrás y entregar sus esculturas a una comuna que efectivamente las reciba, sopesando el impacto cultural de hacer un parque con su obra.

Con ese panorama nada de auspicioso, nos enfrentamos hoy a la disyuntiva –particularmente yo, en mi calidad de concejal– de cacarear que el proyecto se debe caer por el mal manejo municipal y que el Parque no debe ser intervenido o, por el contrario, hacer fuerza para que este Proyecto Parque Museo Humano se pueda materializar, como piedra angular de una recuperación integral del sector.

Opto por esta última, y convencido de que tras haberse incorporado muchas de las propuestas sugeridas por los vecinos al Proyecto inicial, la Remodelación del San Borja, incluyendo al Museo Humano, es un regalo que sobrepasa las fronteras del barrio y que, mirado desde una óptica de ciudad, viene a consolidar al sector como un referente cultural a nivel nacional.

Pensar la ciudad no es tarea fácil, y hacer ciudad es incluso más difícil. Aquí estamos frente a un proyecto que logró poner al territorio circundante en la mirada de la autoridad, anunciándose tras ello la implementación de un master plan con miras a su recuperación, no sólo del Parque sino bastante más amplio.

Haber visibilizado al barrio es sin duda obra de los vecinos que, organizados tras el anuncio del proyecto, supieron hacerse escuchar, y venga a ellos mi reconocimiento. Se pueden sentir ganadores; lograron revertir el olvido en que estaban sumergidos y hoy ya se visualizan importantes cambios, no solo maquillajes sino que de fondo, aparejados de una importante inyección de recursos.

Es justamente a ellos mi llamado, a los vecinos, a que apoyen el proyecto, a que dimensionen la importancia de tener al Museo Humano en su barrio; el que incluirá por cierto una justa y merecida puesta en valor de su “jardín secreto” y un pabellón de esculturas de nivel mundial que sólo traerá beneficios al San Borja y al barrio.

En definitiva, estamos haciendo Ciudad.

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