La salida de Jaime de Aguirre de la dirección y parte de su primera línea de ejecutivos (Pablo Morales, ex director de Contenidos y Producción y Alicia Zaldívar, ex gerenta general) aún retumba en Chilevisión. Los viudos se cuentan por montones. Aunque muchos piensan que el Caso Boletas gatilló el despido del músico, éste no fue el único motivo ni mucho menos el más importante.
La verdadera razón de la llegada de Francisco Mandiola, en el lugar de De Aguirre, y del alemán Holger Roost-Macia, como hombre fuerte en materia de contenidos, programación y producción, hasta ahora se manejaba bajo llave. Altas fuentes del grupo Turner en el exterior, confirmaron a PULSO una idea que había comenzado a tomar fuerza en las últimas semanas sobre el rol de la nueva administración: limpiar el canal y volverlo rentable para su posterior venta. Consultado por esta operación el presidente de Turner Latinoamérica, Juan Carlos Urdaneta afirmo que “Chilevisión no se vende”.
Sin embargo desde el interior del grupo controlador, precisan que la misión de Mandiola y Roost-Macia es reducir los costos al piso, terminar con los programas no rentables, mejorar el rating promedio y dejar instalado a CHV y CNN Chile en Machasa, todo en un plazo de 18 meses, con el objetivo de salir del mercado chileno y vender la operación (CHV) a un buen precio, con una rentabilidad mínima esperada de 20% sobre el valor que pagaron en 2010, cuando adquirieron la red al ahora ex Presidente Piñera, por una cifra cercana a las US$160 millones. Monto muy por sobre los US$24 millones que pagó Piñera al grupo Claxson en 2004.
De acuerdo a los últimos estados financieros a marzo de este año, el canal duplicó las pérdidas que registraba hace un año con un resultado negativo de $4.457 millones, bajó sus ingresos por publicidad y aumentó los costos de venta en un 19%, de $16.999 millones en 2014 a $20.248 millones en 2015. Escenario que la nueva administración recibió el mandato de revertir en los próximos meses.
Fuentes cercanas a la estación indicaron que “para el grupo Turner el canal es una financiera. No tienen ni un propósito de hacer televisión cultural o chilena. Tienen sólo un propósito, que es que la compañía Time Warner suba el precio de su acción y cualquier activo que ellos tengan que les moleste para ese propósito o lo van a vender o lo van a transformar”.
Mandiola asumió en un momento bastante complejo para la industria televisiva abierta, marcado por una torta publicitaria que no crece, una mayor competencia entre los generadores de contenido y la arremetida de MEGA con una apuesta programática que cautivó a la audiencia chilena y que lo posicionó en el primer lugar del rating.
El segundo lugar de CHV no ha sido suficiente para revertir las pérdidas, por lo que hoy desde esta posición intenta subir sus niveles de venta, en medio de un proceso de ajuste de costos grandes. A esto se suma una serie de cambios en la oferta programática, que ha generado una sensación de incertidumbre al interior del canal. Motivada estos últimos días por la abrupta salida del conductor de Tolerancia Cero Matías del Rio, programa emblemático de la estación. Las mismas fuentes aseguran en este sentido que “el canal tiene números que son bastante decentes para el momento de la industria. El canal que hay que vender es este, pero hay que venderlo bien y no matarlo en la mitad. No matarlo con exigencias que el canal no puede cumplir, como que tenga utilidades, que comercialmente esté bullante, que tenga menos costos, etc (…) los errores que se están cometiendo no son menores, incluso si lo que quieren es vender. Hay errores programáticos y en las decisiones de qué tipo de gente se queda y cuál se va”.
Uno de los puntos claves y que se debe zanjar para poner Chilevisión a la venta es que esté instalado en Machasa junto con CNN Chile, lo que tras casi tres años de atraso en la edificación y puesta en marcha del proyecto se espera concretar a fines del primer trimestre del próximo año, según reveló Urdaneta a un medio extranjero. “A fines del primer trimestre de 2016 vamos a mover el canal a una instalación nueva y esto conlleva una serie de dinámicas dentro de este proceso. Es decir que ciertamente nos sentimos bien donde estamos ahora con nuestra nueva visión (…) las expectativas son que en 2015 nos estamos apretando el cinturón y tratando de reestructurarnos para volver a crecer más el año que viene”.
Fuente: Pulso
